Nuevamente el experto en bebidas tradicionales catalanas nos sorprende con sus preparados «caseros y memorables».
Rosario, 8 Diciembre 2022. Por Gabriel Gómez Fiori
Ratafía es un licor que identifica a la cultura catalana. Es una de sus tradiciones vivas y bien populares.
Desde un remoto pasado viene pasando de generación en generación, y sigue en la actualidad en numerosas ciudades y comarcas de Catalunya y la península ibérica. Por supuesto, las familias catalanas alrededor del mundo son fieles guardianas y continuadoras sus tradiciones!
VIDEO: Juan José Cabanellas, activo miembro del Centre Català de Rosario, comparte en esta oportunidad la preparación de Ratafía para compartirla en familia y con sus amigos del Centre y otras colectividades rosarinas.
«Es 8 de Diciembre 2022, día de la inmaculada concepción, estamos en el hemisferio sur, a fin de la primavera, en Rosario, Argentina, y vamos a preparar Ratafía. En Catalunya se hace tradicionalmente en vísperas de la noche de San Juan, el 23 de Junio, y se deja macerar a la intemperie durante seis meses para consumirla en pequeños sorbos a partir de la navidad.
Voy a compartir los ingredientes pero no la elaboración detallada porque es una receta de familia. Hay varias formas de hacerla. Se hace sobre una base de alcohol y anís o aguardiente. Lleva frutas, nueces verdes, y de 48 a 100 tipos distintos de hierbas medicinales. También se agregan pétalos de flores, rosas, jazmín, ahora la haremos con rosas rococó que son las que tenemos en casa. Se deja el envase de vidrio sellado a la intemperie. Que tome luz, sobra, calor y frío. Cuando es el momento se cuela y bebe en pequeños sorbos. A veces se cuela tiempo antes y se deja reposar en botellas con algún toque adicional. Eso varía según los gustos y recetas familiares.
Nuestros padres nos cuentan que ya sus abuelos les explicaban que estos viene de hace mucho tiempo, que se consideraba el jarabe de toda la familia para fortalecer la salud, y por eso en las comarcas catalanas y en muchas familias de migrantes, se sigue preparando con ceremonia. Porque tomar la Ratafía es como incorporar, en un sorbo, la esencia de toda esa naturaleza que nos hace bien».
La historia detrás de la ratafía
Este magnífico licor tuvo un origen geográficamente difuso y hasta hoy los historiadores discuten si fue primero en Italia, España, Francia o Catalunya. Lo único comprobado es que la receta escrita más antigua hasta ahora, que data de 1842, se encontró en Catalunya. En ese entonces la hacían en los monasterios y los pueblos para curar enfermedades, ya que encontraron que el alcohol extraía de manera potente las propiedades medicinales de las plantas.
Desde 1989, la ratafía catalana tiene el sello de Denominación Geográfica y su nombre, explica Cabanellas, viene de la expresión en latín “rata fiat”, que significa “ratificado y firmado”, la cual se usaba para confirmar un acuerdo o trato verbal.
AUDIO: Cabanellas relata la Leyenda del Origen del nombre «RATAFÍA»
Este licor se elaboraba mayormente en casas de pagès, generalmente eran las mujeres las que recolectaban las plantas medicinales para elaborarla, y entre otros muchos usos medicinales se utilizaba para calmar los dolores menstruales, por este motivo era de los pocos licores que estaba permitido tomar a las mujeres.
Cada receta era única, por lo que cada familia guardaba la suya con recelo y la pasaba de padres a hijos para que se mantuviera la tradición. Ahora, aún se prepara la ratafía casera, sobre todo en las comarcas de Santa Coloma de Farnès, Girona, Lleida, Centellas, entre otras que conforman la Cataluña interior.
¿Cómo se elabora la ratafía?
El inicio de la preparación de la ratafía está marcado por el día de San Juan, a finales de junio, época en la que hay nueces verdes y las hierbas aromáticas florecen. Se dice, como parte de la tradición, que las nueces deben ser recogidas en la noche de esa celebración, que es cuando las nueces están en su momento óptimo, las nueces son las que le dan este color oscuro característico de la ratafía.
Estos frutos son mezclados con algún tipo de aguardiente o anisado y hierbas aromáticas como la hierbabuena, el tomillo, clavo, salvia, albahaca, anís, romero, hierba luisa, manzanilla, menta, lavanda, pétalos de rosa, malva rosa, entre otras plantas que nos brinda la naturaleza. También se le incluye, piel de limón o naranja. Todos los ingredientes dependen de cada receta.
Esta combinación se deja reposar bajo el sol y la luna, es decir a la intemperie, lo que comúnmente se llama «sol y serena», en un recipiente normalmente de cristal, tipo damajuana, con tapón de corcho o cerrado con paño, para que pueda respirar durante cuarenta días aproximadamente, algunos lo maceran hasta dos meses. Es necesario que la mezcla se vaya removiendo cada cuatro o cinco días.
Después de ese tiempo, a mediados de agosto más o menos, se filtra la ratafía con mucho cuidado y paciencia para colocarla en barricas de madera o botellas de vidrio, en la cual se le puede añadir azúcar, agua o alcohol, dependiendo del gusto y la graduación que quiera cada uno. Luego se almacenan esos recipientes en lugares frescos durante tres meses más aproximadamente.
Este proceso puede variar según el productor de la bebida. El truco está en que cada año se vaya añadiendo o quitando ingredientes hasta encontrar la receta perfecta que se adapte a nuestro gusto.
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