La reducción en el mínimo para mezclar con el gas oil y las restricciones arancelarias externas, son las razones. La zona tiene instaladas a las principales refinerías
Argentina será el único país entre los grandes productores de biodiésel que tendrá una pronunciada baja en la producción de este biocombustible, respecto al promedio anual del último lustro.
El dato, para la región no es menor, pues en el complejo sojero local se halla concentrado el grueso de las refinerías que colocan sus producciones en el exterior. Y en el sur santafesino está también el mayor número de Pymes que abastece el mercado interno.
Para este año, la producción está estimada en 17 por ciento menos que el promedio señalado.
“Las industrias de biodiésel a lo largo y ancho del mundo esperan producir, en 2022, cerca de 48 millones de toneladas; este récord se ubica casi en 31 por ciento por encima de la producción global del año 2017”, indica un informe de la consultora europea Oil World, citados en un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario.
En contramano, Argentina opta por otro camino. Una reciente decisión del gobierno nacional en reducir el mínimo para la mezcla en el gas oil, perfiló esa tendencia.
La posibilidad de recurrir al mercado externo para compensar tales restricciones son limitadas porque la mayor parte de las naciones implementan barreras arancelarias y para-arancelarias para evitar el ingreso de biocombustibles foráneos.
Argentina, en el marco de un acuerdo específico, cuenta con una cuota anual de exportación de biodiesel de 1,20 millones de toneladas asignada por la Unión Europea.
Lejos de levantar cabeza, el sector presagia una alta capacidad ociosa instalada y la ausencia de inversiones, a la vez que los puestos de trabajo seguirán sin incrementarse e incluso podrían peligrar su continuidad.