La tecnología permite crear un material maleable y autopropulsado que significaría cambios revolucionarios en la electrónica.
Un grupo de científicos del Instituto Real de Tecnología de Melbourne, en Australia, cuyo estudio ha publicado la revista académica ‘Nature Comunications’, ha logrado considerables avances en la creación de un metal líquido extremadamente maleable y autopropulsado, similar al material del que estaba compuesto el villano de ‘Terminator 2’.
Si bien los científicos no han avanzado tanto como para recrear al temible robot T-1000, que podía cambiar de forma y convertirse en cualquier objeto, el nuevo estudio acerca esta posibilidad tras crear el material del que estaba hecho la legendaria máquina de exterminio: el metal líquido.
Se trata de un metal maleable y autopropulsado, una innovación que promete una realidad en la que los mecanismos basados en este material serán más parecidos a los seres vivos, ya que los distintos componentes de los sistemas podrán moverse de manera autónoma y comunicarse entre sí para formar nuevos circuitos como si se tratase de células vivas. Todo esto gracias a la capacidad de cambiar de forma y moverse, al contrario que los dispositivos actuales, fabricados con componentes en estado sólido.
Autopropulsión química
En sus experimentos los científicos han logrado que gotas de metal líquido sumergidas en agua se muevan de manera autónoma. Los investigadores no recurrieron a estimulantes mecánicos, electrónicos u ópticos externos.
La clave de la autopropulsión es únicamente la química. Para que las gotas se desplazaran, los científicos cambiaron las concentraciones de componentes ácidos, bases y sales en el agua. Aparte de moverse, las gotas cambiaron de forma.
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