La aplicación del Impuesto a las Ganancias en sus salarios empuja a esa decisión que, de concretarse, generará un gran problema en la logistica productiva en las agroexportadoras
Desde el Sindicato Aceitero del departamento San Lorenzo (SOEA) encendieron la luz de alarma.
La quita tributaria en los salarios de sus afiliados por la aplicación del Impuesto a las Ganancias podría llevar a que los operarios del complejo sojero prescindan de realizar horas extras y cumplir con los turnos laborales.
Es que de seguir con ese régimen, significaría sumar más para sus salarios, pero cuando ello ocurre superan el mínimo no imponible y son sujetos a descuentos casi escandalosos, que en algunos casos llegan hasta los 100.000 pesos o o más.
«Acá tengo conmigo un recibo de suelo en el que el compañero cobró cero pesos, porque le aplicaron retenciones retroactivas del Impuesto a las Ganancias. Es más, desde la empresa en la que trabaja me anoticiaron que debieron depositar unos 20.,000 pesos más para cumplir con lo que el gobierno exigía para saldar la deuda por ese tributa», detalló Pablo Reguera, secretario general del gremio, a modo de ejemplo de lo que este sector laboral viene padeciendo y en declaraciones en los medios de comunicación regionales.
La situación parece estar en un callejón sin salida, pues si bien el sindicato inició un diálogo con los empresarios para exponer de manera conjunta tal temática, saben que no son los industriales los que puedan resolver la problemática, ya que se ajustan sólo al cumplimiento de una ley que es la aplicación de tal impuesto.
Encima, en medio de esas negociaciones, un grupo de delegados impulsó un paro que culminó con la mediación del Ministerio de Trabajo de la nación, con conciliación obligatoria mediante, y no hizo más que perder un tiempo precioso, pues la cartera laboral tampoco es el ámbito para discutir este tema; si bien forma parte de un gobierno que es el que tiene que tomar una decisión política, se ajustarán a los principios de todo burócrata y prescindirán de cualquier solución.
Para peor, a fin de este mes y/o principios del próximo, los sueldos serán más suculentos porque se imputarán el premio de fin de año y, en muchos casos, las vacaciones; ergo, los descuentos serán aún mayores que los actuales y abarcará a más personas todavía.
Lo cierto es que si estos trabajadores llegan a rechazar los turnos y las horas extras, el empresariado se enfrentará a un complicadísimo panorama logístico, pues no contará con los recursos humanos necesarios para desarrollar sus actividad.
Y otro que se perjudicará será el mismo gobierno nacional, pues desde una visión económica podría verse afectado en la generación de divisas que produce este sector, uno de los más importantes y claves en todo el país. Sin embargo, aún en Buenos Aires, esta situación está lejos de ser tomada en la agenda política.