Por Gabriel Conte. MDZ Online.
El año que viene recorrerá el mundo la primera Marcha por la Paz y la No Violencia. Sus objetivos son tan amplios y utópicos como necesarios. La apuesta es tan grande y movilizadora, como aparenta. Y su organización es tan minuciosa, como se debe.
El organizador principal de la Marcha es el español Rafael de la Rubia, un entusiasta dirigente social vinculado al Humanismo, que tiene en sus manos nada más y nada menos que tejer el entramado de una actividad que recorrerá, por lo menos, 90 países.
Dos cosas engordan el ego mendocino y deberían, además, comprometernos a sumar un esfuerzo más en el cumplimiento de sus principios: el anuncio mundial se hizo desde aquí, el pasado 15 de noviembre. Y el punto de encuentro de todas las corrientes mundiales será Mendoza, en Punta de Vacas.
Invitamos a Rafael de la Rubia a la redacción de MDZ. Antes de hablar -como buen motorizador de movilizaciones- nos invitó a sumarnos.
Y luego nos contó todas las ambiciones y esperanzas que une a tanta gente en el mundo en la organización de tamaña iniciativa.
– ¿Cuándo arranca la Marcha?
La marcha ya empezó… desde el momento en que ya anunciamos que se iba a realizar. Hicimos un avance en Milán, para toda Europa y en estos días atrás también lo hemos anunciado en Buenos Aires a nivel latinoamericano.Claro, para muchos de nosotros ya ha empezado porque estamos en plena marcha por darla a conocer, por movilizar, por generar apoyos e inquietud. Ahora, luego de Mendoza voy a Nairobi, la capital de Kenia, en donde hacemos un anuncio similar, pero para el Africa.Pero lo que sería la marcha mundial, propiamente dicha, comienza el día 2 de octubre de 2009.
– ¿Qué esperan encontrar en el camino?
Cuando decimos que hay que crear conciencia lo hacemos porque vemos que la idea de paz sigue estando asociada sólo a que no haya guerras. Pero están las otras violencias: la violencia económica, de las hambrunas, de género, la violencia de las parejas, la intrafamiliar, la discriminación religiosa, por raza o por lo que sea.
– Porque en el mundo muere más gente por esas violencias que sin ser guerras, tampoco puede decirse que sus pueblos vivan en paz…
Entonces, es como si se estuvieran tiñendo todos los temas de violencia, pero parece que a los Estados a veces les resulta difícil admitir desde estas pequeñas violencias hasta la propia carrera nuclear que se vive en el mundo.
– ¿Quiere decir que existe una real posibilidad de que se vuelva a las guerras clásicas, pero a escala nuclear?
– Estamos muy cercanos a esa posibilidad.
– ¿No será una exageración?
– Mira, no es un tema que en la sociedad se toque y mucho menos que entre en la agenda de los gobiernos. Pero en medio de este terrorismo semántico que usa la diplomacia, cuando hablan de esto le llaman “el golpe nuclear”. Y claro, al que no está atento eso no le dice nada.
– ¿De donde surge esa idea del golpe nuclear?
– Por ejemplo, ya la doctrina de la OTAN (la Organización del Tratado del Atlántico Norte) está adoptando el ataque nuclear localizado. Hablan, por ejemplo, de permitir “ataques nucleares de baja intensidad”.
– Poniéndonos frente a esta realidad: entendamos que la violencia es una solución a los problemas que la gente o los países tiene. Una solución indeseable, pero solución al fin. ¿Qué forma de solucionar esos problemas propone la Marcha por la No Violencia que pueda remplazar a las respuestas clásicas de la humanidad, entonces?
– Bueno, yo creo que la gent6e diariamente está dando nuevas recetas de cómo responder de manera no violenta a los problemas que tiene. Claro, no toda la gente. Es decir, la cantidad de acciones que se están desarrollando para vivir de otra manera es incalculable…
– …Pero no nos enteramos de cuáles son…
– …Bueno, ¡porque no son publicitadas de la misma forma que las otras formas, las más terribles y violentas! Se publicita lo violento y hay una cultura de lo eficaz, lo inmediato y una cultura de poder, también, que vienen en cadena, en dónde si bien se habla de democracia, de participación, etcétera, la realidad no es esa. Lo que ocurre es que estamos llegando a un límite muy peligroso.
– ¿Cuánto influirá la crisis financiera mundial en que se desate la violencia a escalas globales?
– Bueno, ahora hay mucha gente preocupada por el tema de los bancos, la crisis económica y todo eso. Pero cuando hagan ese “golpe nuclear” sabremos realmente lo que es una crisis. Cuando el barril de petróleo llegue a valores incalculables, por ejemplo. Yo me he reunido con representantes de gobiernos y embajadores y todos me han dicho “bueno, nosotros no tenemos armas nucleares”, pensando que a ellos el problema no les va a llegar.
– Pero, ¿cree que puede generar actos agresivos, más allá de la violencia simbólica que produce?
– Hay que recordar que las grandes guerras que tuvimos en Europa fueron desatadas por disputas económicas. Es muy peligrosa esta situación en la que estamos.
– ¿Y cómo cree que será ese “golpe”?
– Bueno, los primeros afectados serán, precisamente, los países emergentes, estos que no se hacen problemas ahora con la excusa de que no tienen armas nucleares. Los africanos, los latinoamericanos…Hoy los problemas se mundializan y no podemos decir que lo que pasa en tal o cual lugar no nos afectará.
– ¿Cómo lo planteará la Marcha en cada lugar por el que pase?
– Así: poniendo énfasis en resolver las otras violencias, pero advirtiendo que tenemos una Espada de Damocles sobre nosotros con esta posibilidad que está a punto de tomar la OTAN de permitir los ataques sectorizados con armas nucleares.
– ¿Se proponen, entonces, incidir, ponerle un freno a esa escalada; tal vez impedir que se tomen esas decisiones?
– Es un objetivo primario. Y el objetivo de base es generar conciencia en el mundo sobre el problema. A nivel internacional a que replantearse qué significa paz. A la paz ahora tenemos que unirle la “metodología de no violencia”.
– ¿Cómo es eso?
– Es la acción que desarrolla a la paz y la amplia. No es casual que iniciermos la marcha en la Plaza de Gandhi en Nueva Zelanda. Y por supuesto, que terminemos en 2010 aquí en Mendoza, en Punta de Vacas.
– ¿Cómo será el desarrollo de la marcha?
– Será eso, movilizaciones que se irán corriendo por todos los continentes y que contendrán a pequeñas marchas locales, actos, pronunciamientos, participaciones artísticas y sociales.
– ¿Aspiran a dar la vuelta al mundo?
– Varias veces y de maneras diferentes. Recorreremos 160 mil kilómetros. Para que tan sólo te des cuenta de la dimensión que ha tomado, debes saber que en julio los países a visitar no llegaban a 40 y ya son 90 los incluidos en la agenda, porque han ido surgiendo iniciativas de apoyo en cada uno de ellos.
– ¿Hay que entender a esta marcha como una actividad política propia del Humanismo?
– Hay organizaciones muy diferentes y muy diversas en todo el mundo. Desde las Abuelas de Plaza de Mayo en Argentina, hasta Amnistía Internacional en Chile, actores, músicos, personalidades como José Saramago, Maximiliano Guerra, Alejandro Jodorosvky, Ariel Dorfman, intelectuales…Hay de todo en todo el mundo; unas 250 organizaciones hasta ahora.
– ¿Cuál sería la primera medida concreta que le pedirían al mundo en caso de que pudieran hacerlo?
– Eliminar las bases militares. Y obviamente, con un cuarto del gasto militar o del salvataje que le dieron a las financieras, podría paliarse la hambruna.
Más información: www.marchamundial.org
Fuente: www.mdzol.com