El intendente Hermes Binner vetará finalmente la ordenanza aprobada por el Concejo Municipal por la que se recortó en 28 millones de pesos el presupuesto 2002. Si bien el jefe comunal dijo públicamente ayer que la norma «todavía está en estudio», tres altas fuentes del Palacio de los Leones confirmaron que la Intendencia ya tomó la decisión de rechazar la sorpresiva poda presupuestaria. «Me llama la atención que mientras los concejales (justicialistas) ordenan ajustes, el propio gobernador (Carlos Reutemann) del mismo partido anuncia un aumento del presupuesto provincial», disparó Binner.
Las mismas fuentes afirmaron que la ordenanza en cuestión «está impregnada de improcedencias, además es un absurdo modificar un presupuesto que ya está ejecutado en un 90 por ciento». Así, y como por arte de magia, el presupuesto 2002 dejará de existir.
Es que el trámite legislativo que sigue es el siguiente: al Concejo le quedan cinco sesiones ordinarias consecutivas para tratar el veto, y sólo puede rechazarlo -con lo cual quedaría firme el presupuesto 2002 aprobado con recortes- con la anuencia de los dos tercios del cuerpo. Es decir, que tendría que haber 28 ediles dispuestos a levantar la mano. Pero como se descarta que la oposición pueda alcanzar ese número, el veto de Binner quedará firme y el tema no se volverá a discutir. Con lo cual se utilizará este año una prórroga del presupuesto aprobado del 2001.
El intendente tiene legalmente tiempo hasta el miércoles próximo para pronunciarse. «El 90 por ciento de ese dinero ya fue asignado y el resto comprometido, estamos a fin de año. De todos modos si el Concejo quiere ajuste, que también lo hagan allí», desafió ayer Binner. Estas declaraciones las realizó tras una recorrida por la escuela Alem donde participó de la inauguración de un mural sobre los 150 años de la declaración de Rosario como ciudad.
El miércoles de la semana pasada 25 concejales (justicialistas, cavalleristas y usandizaguistas) aprobaron el presupuesto 2002 con un recorte de 28 millones de pesos. La sesión fue autoconvocada y estuvieron presentes el oficialismo, los radicales celestes y los ediles Gustavo Gerosa, Gloria Sotelo y Silvana Svatetz. Es decir que a poco de terminar el año de los 294 millones de pesos presentados por el Ejecutivo, se aprobaron sólo 266 millones.
El argumento de la oposición fue que el municipio no puede gastar más de lo que recauda, y cuestionaron que se esté financiando el déficit con recursos provenientes de los fondos específicos. Puntualmente señalaron que la recaudación por el fondo del gas (que se cobra a los usuarios de Litoral Gas) no podrá usarse para otro fin que no sea su destino original: pavimentar las calles de tierra de la ciudad.
El mismo día que la oposición aprobó este ajuste, Binner salió al cruce: «Podríamos empezar recortando las partidas del propio Concejo». Desde entonces dejó la puerta abierta para hacer uso de su facultad de veto o incluso de recurrir a la Justicia en busca de un amparo. Ayer, la decisión política ya estaba tomada: el intendente, junto a sus estrechos colaboradores, resolvió optar por el veto.
Buenas noticias
Incluso, y para retrucar la falta de recursos, Binner remarcó que mantuvo esta semana una reunión con el ministro de Hacienda de la provincia, José María Candioti, quien le adelantó que la coparticipación provincial aumentará a partir de enero próximo.
Esos fondos, que provienen del impuesto a los ingresos brutos, se mantuvieron estables desde 1993 en 1.400.000 pesos mensuales. Y el secretario de Hacienda municipal, Angel Sciara, estimó ayer que el año próximo ese montó llegará aproximadamente a 1.800.000. «Realmente es una buena noticia», señaló a este diario. De este modo, el municipio podría contar el próximo año con nuevas partidas de dinero para financiar gastos. En tanto, la semana próxima es probable que junto con el veto llegue al Concejo el proyecto de presupuesto 2003. Y todo indica que el debate será para alquilar balcones.