Están en la primera línea de la pandemia, pero no son reconocidos como profesionales de la salud. Buscaban entregar un petitorio. Varias trabajadoras resultaron heridas.
En el Día de la Sanidad, no hubo aplausos sino palos para el personal de salud. En una jornada de lucha a nivel nacional para reclamar mejores condiciones laborales y salariales, la policía de la Ciudad reprimió a enfermeras y enfermeros de los hospitales públicos porteños que se movilizaron hasta la Legislatura para entregar un petitorio en el que exigen ser reconocidos como profesionales de la salud. Los licenciados en Enfermería, aunque tienen título de grado, no están considerados dentro del sistema sanitario sino encuadrados como empleados administrativos.
El accionar policial dejó varias enfermeras golpeadas, algunas de ellas con heridas sangrantes en la cabeza por las que tuvieron que ser asistidas por personal del SAME. «Me sentí terrible de ver a mis colegas golpeadas. Esto ya lo vimos el año pasado cuando salieron los residentes a reclamar y les pasó lo mismo», dijo Berta Leyton, presidenta de la Asociación de Licenciados de Enfermería (ALE).
Desde hacía varios días que los enfermeros y enfermeras autoconvocados de la Ciudad venían juntando firmas en diversos ámbitos para presentar el petitorio en el que, además de consignar la precarización laboral que sufren, exigen que se trate con carácter urgente la inclusión de los licenciados en enfermería en la Ley 6.035, de Profesionales de la Salud de CABA, de la que quedaron excluidos cuando fue aprobada en noviembre de 2018.
Con el Día de la Sanidad como marco, los autoconvocados se dieron cita en la puerta de la Legislatura para presentar en Mesa de Entrada el petitorio. A diferencia de otras jornadas, la puerta estaba cerrada. «Siempre está abierta y disponible la escalera, pero esta vez estaba todo cerrado. Había legisladores adentro, estábamos esperando y los chicos empezaron a golpear la puerta para que nos abran. En lugar de abrirnos llegó la policía a reprimirnos», contó Leyton.
La misma escena, con solo unos pasos de distancia, fue relatada a este diario por Fernanda Altamirano, una de las enfermeras que estaba en la primera línea cuando llegaron los uniformados y que terminó herida. «Sólo queríamos entregar el petitorio, pero no nos abrían la puerta. Estuvimos esperando que nos reciban un rato largo y cuando finalmente abren no sale nadie a recibirnos. Intentamos entrar y llegó la policía, que hizo una barrera. Entonces empezamos a gritar ‘¿por qué nos mandan a la policía?’, ‘¿por qué no nos reciben?’ , ‘¿por qué los policías pueden reclamar y nosotros no?’. En ese momento hubo forcejeos y empezaron a pegarnos. En mi caso, salió uno desde atrás y me pegó con el bastón en la cabeza. Me salió mucha sangre», contó la enfermera, que tuvo que ser atendida por personal del SAME.
Pasado el mediodía, las imágenes con las enfermeras apaleadas se viralizaron en las redes sociales, al igual que los repudios al accionar policial. «La policía actuó de forma violenta. Golpearon a cuatro colegas, entre ellas a una de las socias nuestras, la licenciada Romero del hospital Sardá que terminó con puntos en la cabeza», agregó Leyton, quien detalló que después de eso lograron comunicarse con algunos legisladores que salieron a ver «qué pasaba y qué podía hacer».
Entre ellos estaba la legisladora del Frente de Todos Victoria Montenegro, quien contó a este diario que «cuando bajamos se había desatado una situación de violencia en la que nos encontramos con varias enfermeras lastimadas, una de ella con la cabeza ensangrentada. Estuvimos con varios legisladores, Gabriel Solano, Alejandrina Barry, Myriam Bregman, tratando de contener la situación, charlando con muchas enfermeras, que están quebradas porque no aguantan más y con una situación que no se puede explicar, porque hay varios proyectos para que se los incorpore a la carrera profesional».
La legisladora porteña remarcó que «llevamos más de seis meses de covid, las enfermeras y enfermeros están en la primera línea de fuego poniendo el cuerpo como otros profesionales de la salud, y sin embargo no tienen los mismos derechos que ellos. No tienen días por estrés como ellos, tienen salarios más bajos y tampoco les reconocen las especializaciones», remarcó y advirtió que «si no es ahora, cuándo se los va a reconocer. Los y las enfermeras que se murieron, se murieron como administrativos».
En el mismo sentido, se expresó Walter Benítez, enfermero de neonatología en el Hospital Pirovano, uno de trabajadores sanitarios que, cuando bajo la tensión, pudo ingresar a la Legislatura para entregar el petitorio. «Aunque parezca absurdo, un enfermero se puede contagiar coronavirus, puede contagiar a su familia, se puede morir, y no cobra como profesional sino como administrativo. Los licenciados en informática, en comunicación, por ejemplo, están dentro de la carrera profesional y no ven un paciente ni por la ventana, Entonces, esta injusticia se tiene que terminar. No hay ningún motivo para que estemos excluidos de la carrera profesional».
En 2018, la Legislatura sancionó la Ley 6035, que establece 24 carreras de la salud, entre ellas: médicos, odontólogos, bioquímicos, farmacéuticos, musicoterapistas, psicólogos, kinesiólogos, antropólogos, licenciados en obstetricia y en sistemas de información, pero excluyó al personal de enfermería.
La presidenta de ALE dijo que finalmente el petitorio se entregó y que «los legisladores se comprometieron a darle curso», aunque advirtió que «desde 2009 venimos presentando proyectos para se reconozca a los licenciados en enfermería y que pasen a la carrera profesional de salud. Tienen que incorporarnos a la ley 6035 porque la enfermería cumple con todos los requisitos para ser incluidos. Hay profesionales en la carrera de salud que no cumplen con los requisitos y sin embargo están incluidos. El artículo 1 dice que es para los profesionales que asisten a las personas que piden servicios de salud en todos los centros y hospitales de la Ciudad. Pero incluyeron a antropólogos y licenciados en sistemas que no tocan ni ven un paciente».
Leyton advirtió que «estamos siendo ninguneados en todo, a nivel económico y a nivel trato», y graficó la situación con uno de los tantos hechos que se repiten en el medio de la pandemia de coronavirus. «En el hospital Argerich, tienen tres salas de terapia intensiva, una de las cuales está cerrada desde el jueves de la semana pasada por desinfección. Todos los profesionales del servicio se tomaron cinco días que nos prometieron que nos iban a dar a todos este mes por el nivel de estrés que hay en los servicios. A nosotros que estamos todo el tiempo en contacto con los pacientes también nos corresponde ese descanso. Sin embargo, al personal de esa terapia en lugar de darles los días como al resto de los profesionales, los repartieron para que atiendan en otros servicios».
Otro punto que remarcó Leyton es que en las negociaciones salariales también repercute de forma notable la falta de reconocimiento de la carrera profesional. «A los profesionales el gobierno acordó darles un bono de 20 mil pesos en dos cuotas, para este mes y el que viene. Pero a nosotros, que estamos en el escalafón administrativo, Sutecba arregló 10 mil pesos en dos cuotas, exactamente la mitad, lo mismo que pasa con los salarios».
Por Nicolás Romero / PAGINA12.com.ar