El funcionamiento de la Universidad atravesará esta semana una etapa decisiva. Mientras el gobierno nacional envió al Congreso un presupuesto universitario para el 2003 similar al del año en curso, el rector de la Universidad Nacional de Rosario, Ricardo Suárez, exigirá ante legisladores nacionales y la ministra de Educación, Graciela Giannetasio, un aumento del 30 por ciento en las partidas para el funcionamiento de las universidades, junto al reintegro del 13 por ciento descontado a los salarios docentes y no docentes. «Si en forma urgente no se revé la crisis en la educación superior, vamos camino a la parálisis», graficó el funcionario académico.
Se vienen días cruciales para el futuro de las casas de estudio. El miércoles los rectores agrupados en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) terminarán de definir un listado de reclamos que serán presentados ante la Cámara de Diputados de la Nación. Pero también habrá otra reunión, esta vez con Giannetasio, de la que participarán profesores y no docentes de la Universidad (ver recuadro).
«Por primera vez y en el marco del CIN, los rectores hemos confeccionado un presupuesto alternativo al que se discute en el Congreso, y queremos que se analice como algo indispensable para la continuidad del ciclo superior», remarcó Suárez.
-¿Cómo influye todo esto para la Universidad de Rosario?
-En un aumento presupuestario. A los 90 millones de pesos asignados a la UNR, y a los 2 millones de pesos para la aplicación de pautas objetivas (que fueron afectados pero aún no están cobrados), habría que agregarles 8,5 millones de pesos por la anulación del 13 por ciento en el recorte salarial de las 7.400 personas que paga la universidad, junto a otros 7 millones de pesos necesarios para el funcionamiento y mantenimiento. Así, se llega a los 107,5 millones de pesos. Esta es la participación que le correspondería a la UNR de la propuesta general para todas las universidades.
-¿Se va a discutir el envío de fondos en diferentes frentes, entonces?
-En el 2003 queremos un presupuesto global para las universidades que contemple un aumento en la partida de gastos del 30 por ciento, además de que quede sin efecto la eliminación del 13 por ciento a los salarios. Y volviendo a lo que hace a la UNR, habrá que luchar por la efectivización de unos 2 millones que nos faltan para gastos del año en curso, que junto al atraso de años anteriores se llega a unos 7 millones de deuda. Le vamos a pedir a la ministra que pague, pero además que libere los fondos para gastos, algo que depende del Ministerio de Economía.
-Si no hay una recomposición del presupuesto para el año entrante, ¿queda en jaque el funcionamiento de la Universidad?
-Vamos camino a la parálisis. Para ser gráficos: tenemos apenas para pagar la electricidad, pero no para las lamparitas. En algún momento nos quedamos a ciegas. Si a esto se le suma el atraso de dos años en lo tecnológico -porque no podemos renovar equipos de computación- la situación es alarmante. Para que quede en claro. Si se aprueba este presupuesto tal como está para el año que viene, la Universidad tendría menos fondos que en el 98.
-¿Se podrán pagar los sueldos?
-Podríamos pagar estos sueldos recortados, pero no es posible pedirle a los gremios que hagan un sacrificio semejante, sin plantear sus demandas, las cuales acompañaríamos.
-¿Qué les podrá asegurar la ministra Giannetasio?
-Con respecto al presupuesto 2003, Giannetasio se comprometió a incluir el 13 por ciento del recorte salarial. Una promesa que también nos hizo el jefe de gabinete Alfredo Atanasof.
-¿Cómo ve al estudiantado de cara a esta situación decisoria?
-Primero hay que luchar por más presupuesto. No se puede hablar de lo que no se tiene, porque de lo contrario se entra en un canibalismo dañino para la Universidad. Si el presupuesto no da, entramos en la lucha de la frazada corta, siempre deja destapado alguno. Cuando esté el presupuesto definido veremos qué se puede hacer. En estas condiciones donde no recibimos nada para gastos, lo único que hicimos fue pagar sueldos, obra social e insumos básicos como electricidad, agua y gas. Y la universidad es mucho más que esto.