Sólo en alumbrado público Rosario ya ahorra cinco gigavatios/hora por año en energía eléctrica.
La medida equivale al gasto de una planta automotriz trabajando las 24 horas diarias durante dos meses para producir 800 unidades. A través de este plan, que se puso en marcha en 1992, ya se reemplazó el 80 por ciento de las luminarias de mercurio por las de sodio, de mucha mayor eficiencia. El ahorro se completa con la utilización de lámparas tipo led en los semáforos
PLAN “MÁS LUZ CON MENOS CONSUMO”
La Municipalidad de Rosario continúa intensivamente con el proceso de repotenciación del alumbrado público en la ciudad y la instalación de luminarias leds en semáforos con el objetivo de lograr más luz con menos consumo, a través de un plan que lleva más de una década y que hoy –cuando la problemática energética ha llevado a extremar esfuerzos a nivel nacional– ha adquirido un carácter pionero en la materia. En este sentido, a lo largo de 2007 quedaron instaladas un total de 66.970 lámparas de sodio y sólo restan reemplazar 9.416 de mercurio, con lo cual ya se cambió más del 80 por ciento del total de lámparas del alumbrado público de mayor consumo de la ciudad. Además, con la incorporación de la tecnología de leds particularmente en semáforos, se llegó a un ahorro anual de cinco gigavatios hora.
El programa, desarrollado por la Secretaría de Servicios Públicos y Medio Ambiente, contempla el reemplazo de manera progresiva de las lámparas blancas de mercurio de 250 wats (ya obsoletas) por las amarillas de sodio de alta presión de 150 wats. Esta nueva tecnología no sólo permite mantener los niveles lumínicos recomendados por las normas internacionales –además de tener menor emisión de rayos ultravioletas y bajo nivel de encandilamiento–, sino que además permite un considerable ahorro en el consumo energético.
Este proyecto se inició en la década de los 90. A modo de ejemplo, en 1992 el sistema lumínico contaba con 32.600 lámparas de mercurio y 16.300 de sodio. En tanto en 2007, se revirtieron los valores y quedaron instaladas 9.416 lámparas de mercurio y 66.970 de sodio. De esta manera, ya se ha reemplazado más del 80% del total de lámparas del alumbrado público de la ciudad.
Esta intervención, que implica una inversión que supera el medio millón de pesos anuales, permitió que en años anteriores se concretara un ahorro anual de 5 gigavatios/hora. Para graficar la idea de lo ahorrado con estas medidas, la disminución podría compararse con la energía consumida por una planta automotriz trabajando las 24 horas durante dos meses para fabricar 400 autos por mes
Esta economía no sólo es energética, sino que también agrega beneficios ambientales, ya que con esta tecnología se reducen las emisiones de gases que contribuyen al efecto invernadero.
El ahorro básico de energía, además, colabora con el compromiso asumido por la Argentina de disminuir las emisiones de gases que provocan el efecto invernadero. Así, se ha disminuido en 3.600 toneladas el CO2 liberado a la atmósfera.
Tecnología Led’s aplicada a los semáforos
Otra parte del proyecto en la línea de reducción del consumo energético es el reemplazo progresivo de las lámparas incandescentes del rojo semafórico por los iluminantes leds de última generación.
Los sistemas lumínicos en base a esta tecnología tienen beneficios mundialmente reconocidos. Entre ellas un ahorro energético estimado en 217 mega wats-hora.
El Monumento también ahorra
Existen casos puntuales en el plan de ahorro energético local: en el Monumento a la Bandera se redujo el consumo de energía en un 75 por ciento. Anteriormente, estaba iluminado ornamentalmente con ocho proyectores con lámparas de 2.000 wats cada uno, que hacen un total de 16.000 wats. Ahora, con los proyectores de última generación led-line, se redujo a 4.200 wats, ya que se cuenta con 64 leds de 65 wats cada uno.
Por otra parte, en todas las nuevas obras del alumbrado público se colocaron sistemas de doble demanda en cada luminaria, que permiten ahorrar un 40 por ciento de energía.