La veloz secuencia de acontecimientos ha sido conmocionante. Desde el cacerolazo nacional del miércoles pasado que produjo la esperada renuncia de Cavallo, la protesta social, los saqueos y el descontrol social fueron en aumento. Durante todo el día Jueves, la histórica plaza de mayo fue escenario de una batalla permanente entre la policía federal y los manifestantes que retrodedían y avanzaban, así todo el día. El presidente seguía pretendiendo quedarse en el poder, y en un último y desesperado intento convocó al partido justicialista a integrar un gobierno de unidad, dispuesto a tomar las medidas económicas y políticas que fuesen necesarias… En una palabra, estaba diciendo que aceptaría cambiar el plan económico y una cantidad de otras cosas si se lo apoyaba para permanecer en su cargo. La respuesta negativa no se hizo esperar y al fin, aconsejado por los pocos allegados que aún se acercaban a él, decidió redactar su renuncia e irse a la residencia de Olivos. A esta altura, los desastres se habían multiplicado por casi todos los barrios de Capital Federal y la cifra de muertos ya pasaba los 20. Mucha gente piensa que buena parte de esto se hubiera evitado si renunciaba el mismo miércoles o más tardar el jueves por la mañana.
Ahora debe enfrentar cargos penales por homicidio y una lista de delitos, que varios fiscales ya presentaron contra él, su ministro del interior, el jefe de la policía federal y otros responsables de la brutal y desmedida represión.
Al renunciar, el Pte. del Senado Ramón Puerta quedó a cargo de las funciones del Poder Ejecutivo hasta que este sábado 22 de Diciembre la Asamblea Legislativa elija un presidente provisional. El justicialismo, con mayoría en ambas cámaras, anunció que eligieron al Gobernador de San Luis (Rodríguez Saa) para este cargo. Con el objetivo ya consensuado de tomar medidas económicas urgentes que se están estudiando y para convocar a elecciones presidenciales en 60 días.
Mientras tanto, en Rosario tuvimos más muertos: Esta vez un joven de sólo 17 años que (según los relatos) se enfrentó armado con policías que lo ultimaron al dispararle. Ya hay varias investigaciones en marcha por esta y otras muertes que deberán aclararse conforme pasen los días y se calme más el clima social.
El país espera atentamente las nuevas medidas, enviando mensajes a los diputados y senadores a través de llamadas y emails a los medios de comunicación. Les dicen que no se equivoquen, que el cacerolazo no fue sólo para el poder ejecutivo, sino también para el legislativo y el judicial.