Más de 150.000 personas participaron del Festival de cuatro jornadas organizado para el lanzamiento del Programa ceroveinticinco, que ofrece una variedad de servicios y beneficios a los rosarinos menores de 25 años Una multitud estimada en más de 150.000 personas se dio cita para participar del Festival de cuatro jornadas organizado para el lanzamiento del Programa ceroveinticinco, que pone a disposición de los rosarinos de menos de 25 años una importante variedad de servicios y beneficios, a los que podrán acceder mediante la exhibición de la credencial ceroveinticinco, que comenzó a ser entregada durante el Festival a 7.000 jóvenes que se inscribieron en la oportunidad. La inscripción continuará recibiéndose en el sitio www.ceroveinticinco.gov.ar.
El Festival tuvo lugar en los Galpones del Río (CEC y galpones 11, 13, 15 y 17) y en sus inmediaciones, donde se organizaron numerosas y variadas propuestas temáticas para cada espacio, a través de distintos lenguajes y expresiones. Fue notable cómo niños y jóvenes participaron masivamente en una auténtica confluencia social y generacional, alcanzándose el objetivo establecido en los motivos fundamentales del programa: “Con los niños y los jóvenes para toda la sociedad”.
En el CEC, bajo la consigna Imagen y Palabra, se dictaron talleres de fotografía, animación, literatura, dibujo y cómic; también hubo proyecciones de cortometrajes y juegos de rol. Se destacaron la jornada del sábado, dedicada al tango, con clases de baile y un espectáculo a cargo de San Telmo Lounge, Ultratango que cerró con una exitosa milonga rave de tango con música electrónica. En la tarde del domingo, en la explanada, la convocatoria fue a través de festival folclórico.
El Galpón 11, donde el tema fue La Música, el jueves abrieron el Festival los grupos de rock Asphix y Masacre. El viernes Rubén Goldín ofreció una clase colectiva de canto y por la noche hubo un recital que cerró la Pequeña Orquesta de Reincidentes. El Festival de Bandas de Rock Expu Festi, fue la actividad del sábado a la noche. Ya el domingo por la noche, y como cierre del Festival ceroveinticinco, los jóvenes colmaron al máximo el galpón para asistir al recital de Rosario Smowing y Dancing Mood.
En los alrededores del Galpón 13 se organizaron actividades al aire libre, que comenzaron el jueves, en la apertura del Festival, con la actuación de grupo Árbol, que contó con la masiva aprobación del público; el viernes fueron el hip hop y una maratón de batucada las actividades previstas. El sábado por la tarde, Rubén Goldín y la banda Jimi Caiga ofrecieron un recital. Una verdadera fiesta se produjo el domingo por la tarde con Rock para Chicos, recital de que participaron Papando Moscas, El Regreso del Coelacanto, Broken Toys y Dubbies.
El sitio más concurrido en forma permanente fue el Galpón 15, que se convirtió en una verdadera fábrica cultural, donde artistas y artesanos de distintas especialidades fueron convocados para confeccionar, junto con los muchos jóvenes y niños asistentes, diversos objetos vinculados al diseño y la experimentación, cosas para ponerse (confección, teñido, transformación, etcétera), luces y luthería. Alrededor de 8.000 piezas en madera, telas, herrería, vidrio, entre otros materiales, dieron cuerpo a los conceptos que fueron eje de la convocatoria.
Con el lema de El Cuerpo y el Movimiento, el Galpón 17 comenzó sus actividades el jueves con clases abiertas de tela, acrobacia, malabares y clown a cargo de la Escuela de Artes Urbanas para culminar la jornada con una maratón de circo, que fue disfrutada por un numeroso y entusiasta público.
El viernes continuaron las clases de artes urbanas y, por la noche, se presentó el espectáculo “Milagro, difícil de explicar”, de Gerardo Hochman. El sábado una numerosa oferta de actividades, entre las que destacaron el taller de entrenamiento físico con arneses, a cargo de integrantes de los elencos de De la Guarda y Fuerza Bruta; un varieté con distintas propuestas y al término del día, el Match de Improvisación, a cargo de The Jumping Frijoles, dirigido por Cristian Marchesi.
Por la tarde del domingo, logró un notable suceso de público la Gran Gala de Circo; posteriormente se realizó una Performance Aérea, sobre las paredes del galpón, y las danzas del fuego y de la tierra. En todo momento, animaron al público los integrantes de la Troupe ceroveinticinco, montados en zancos con sus vistosos ropajes.