Rosario: El proyecto de remodelación presentado en el año 2005 es parte del pasado. Hoy, tanto lectores y trabajadores están expuestos a sufrir cualquier tipo de accidente, cuando las instalaciones no son las adecuadas… La tormenta del 15 de noviembre del año pasado produjo destrozos en toda la ciudad de Rosario. La Biblioteca Argentina Dr. Juan Álvarez no fue excepción y al mal estado de muchas de sus instalaciones tuvo que sumar roturas de vidrios, goteras sobre instalaciones eléctricas y rajaduras sobre un amplio sector del techo vidriado.
El abandono no es ninguna novedad, el proyecto de remodelación presentado en el año 2005 es parte del pasado, lo único cierto es que lectores y trabajadores estamos expuestos a sufrir cualquier tipo de accidente, cuando las instalaciones no son las adecuadas.
Con las lluvias persistentes de la última semana de marzo, las goteras y filtraciones ocasionaron la caída del cielo raso en varios lugares de la institución, el subsuelo que funciona como depósito es una verdadera trampa mortal, en caso de que hubiera un incendio, no hay salida de emergencia. La posibilidad de sufrir un incendio ,ocasionado por algún cortocircuito no es lejana, cuando después de las últimas lluvias, las goteras humedecieron las instalaciones eléctricas, al tiempo que inundaron el lugar; arruinando también los libros con la excesiva humedad del lugar.
Del mismo modo, la Hemeroteca todavía no puede atender directamente en su edificio porque el salón de lectura está repleto de diarios apilados, para ser protegidos de las goteras que afectan a los depósitos. Gracias a la lluvia, el reducido salón de lectura devino en depósito y se quedaron sin ningún metro cuadrado para los lectores.
. «Hubo que cerrar un sector de la hemeroteca por el avance del agua. Se reordenó la ubicación del material y su funcionamiento hasta reparar un sector, pero no se perdieron, ni están en riesgo los periódicos y tampoco los libros de la biblioteca. Es un edificio antiguo que recibió los efectos de la pedrea y la tormenta», anunció Giani y que «la semana entrante se licitará la reparación de los techos y filtraciones bajo un costo de 60 mil pesos». Del mismo modo la secretaria del área, María de los Ángeles González garantizó que los libros «se encuentran bajo resguardo» al resaltar que la biblioteca «es nuestra prioridad en la gestión».
Es lamentable y, a la vez contradictorio, que si la Biblioteca Argentina es una prioridad en la gestión de ambos funcionarios, tuvieron que esperar que el estado de abandono fuera difundido en el blog Cultura Masiva y, después, por otros medios de la ciudad para destinar una asignación presupuestaria.
Es cierto que, como dice el subsecretario Juan Giani, todavía no se perdió material porque fue trasladado a tiempo por el personal. Sin embargo, para Claudia Danelutti, quien trabaja en el depósito, las consecuencias más graves de las filtraciones se hacen visibles en «los hongos que están atacando a los libros» debido a la excesiva humedad. Esto podría causar daños irreparables en varios ejemplares. Con respecto a esto ¿el Subsecretario ignora que la Biblioteca tiene goteras anteriores a la pedrea del 15 de noviembre del 2006, o que se inundó muchas veces antes de esa fecha?. Hasta ahora no parece que la Biblioteca sea una prioridad en su gestión, porque las palabras se verifican con los hechos. Han anunciado que las obras de reparación se harán a la brevedad. Sólo resta esperar que los funcionarios cumplan con los anuncios.
por Claudia Bazán,
especial para Rosarinos.com
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