Puerto General San Martín: Un caso de violación a un niño de 9 años por otro de 13, puso al desnudo las precarias condiciones sociales en las que viven cerca de diez familias en…
Un caso de violación del que fue víctima un niño de 9 años y cuyo atacante tiene solo 13, puso al desnudo las precarias condiciones sociales en las que viven cerca de diez familias de Puerto General San Martín, que ocupan habitaciones de un conventillo ubicado a metros de la esquina de Nerbutti y Rodríguez.
El hecho que desencadenó el reclamo de una familia que habita en el lugar, ocurrió días atrás, cuando el menor fue atacado y abusado por dos vecinitos -hermanitos de 13 y 11 años, respectivamente- de quienes por razones legales se preservan sus datos.
Luego de que la madre del niño violado descubriera lo sucedido y radicara la correspondiente denuncia ante la policía, con la posterior intervención del Centro de Orientación a la Víctima de la UR XVII, comenzó otra pesadilla: el hostigamiento, provocaciones y amenazas de miembros de la familia de los presuntos autores del delito, hacia la víctima y sus familiares. Es que a pesar de lo ocurrido, víctima y victimario viven a solo unos cuantos metros de distancia.
La mamá del niño abusado es una trabajadora municipal que se desempeña los fines de semana limpiando los baños públicos de la zona del Parque Almirante Brown, sin que aparentemente exista relación contractual con el municipio. Después del drama familiar que le tocó vivir, acudió a las autoridades del gobierno local para lograr mudarse a otro sitio de la ciudad, para evitar así el acoso permanente de las personas a las que denunció, pero no obtuvo respuestas.
Enfrentamiento
Luego del hecho de violación denunciado, los familiares del niño atacado intentaron prenderle fuego a la habitación que ocupa, en el conventillo, la familia a la que pertenecen los abusadores y retiraron todas sus pertenencias del interior para arrojarlas en el patio común del inmueble. La intervención de la policía impidió que la situación se complicara aún más.
Según los denunciantes, “la madre de estos chicos nunca está en la casa y la pareja de esta mujer, un muchacho muy joven, es un adicto que se droga a la vista de todos. Es una familia muy violenta”, aseguraron.
La situación actual de convivencia es de mucha tensión ya que –según cuentan- “después de la denuncia desaparecieron unos días pero cuando volvieron fue de terror. Se paseaban frente a nuestra casa con gestos amenazantes y mostrándonos armas de fuego”.
Situación Irregular
“Acá nadie paga alquiler, hay gente que usurpa y otros están de prestado”, aseguró la integrante de una de las familias que viven en el caserón cercano al río Paraná, donde también es irregular la prestación de los servicios como energía eléctrica y agua potable.
Compartiendo un patio en común y, en algunos casos, la cocina y el baño, la convivencia genera una relación entre las personas que muchas veces se torna conflictiva, situación que quedó expuesta y en evidencia con el caso del abuso al menor, hecho que se produjo en el mismo edificio.
“Ahora tenemos mucho miedo de lo que pueda pasar, porque nos amenazan todos los días y ellos saben que la policía no nos va a proteger. Queremos justicia”, pidieron desde el entorno de la víctima de esta triste historia.
Mientras tanto, la investigación de lo ocurrido continúa y se le brinda contención profesional al menor abusado, mientras su madre sigue pidiendo un lugar al cual mudarse con sus hijos para recuperar la tranquilidad perdida.
Fuente PeriodicoSintesis.com.ar
Nota de la redacción: Otros comenarios enmarcan esta convivencia forzada de 10 familias en el ya conocido desmanejo de clientelismo político, padrón trucho, otorgamiento de "casas" o lugares temporales a familias que viven en la región alrededor de la ciudad de Puerto Gral. San Martín y a las que les prometen "casa" a cambio de sus votos. A varias ya les hicieron casillas precarias extendiendo la villa miseria a la vera del arroyo San Lorenzo hacia Ruta 11. Otras familias fueron acomodadas en viviendas de varias habitaciones.