Están en bulevar Oroño, avenida Francia y las plazas Pringles y San Martín. Buscan financiación europea.
El investigador Víctor Nardiello espera poder seguir el rastro de los misteriosos árboles. |
Frondosas y robustas, están en el bulevar Oroño desde hace más de cien años y ya se convirtieron en una postal de la ciudad. Sin embargo, son pocos los archivos que ofrecen pistas sobre su historia. Ahora la Asociación Canaria pondrá en marcha una investigación para develar un misterio: cómo llegaron las palmeras canarias a Rosario. El proyecto se presentará hoy en la plaza San Martín, donde también existen ocho palmeras canarias que adornan cada una de las esquinas del paseo.
Para la fundadora del Centro Canario de Rosario, María Eugenia González, el objetivo del trabajo es destacar los aportes que los canarios trajeron a tierras americanas, realizados siempre en «forma silenciosa y con un perfil mucho más bajo» que sus compatriotas asturianos, gallegos o catalanes.
Las palmeras canarias no sólo adornan el bulevar Oroño. También se las encuentra en avenida Francia, en la plaza Pringles, en la San Martín y en varios jardines de casonas antiguas de la zona sur. Se destacan del resto de su especie por su tronco recto que puede llegar hasta los 20 metros de altura y su densa copa esférica color verde, formada por hojas de gran tamaño. Las flores, pequeñas y blancas, aparecen en ramilletes, pero lo más característico son sus frutos que al madurar adquieren un color amarillo anaranjado.
¿Cómo llegaron estos ejemplares a Rosario? Por ahora es toda una incógnita que le tocará develar al investigador Víctor Nardiello, miembro de la Junta de Historia de Rosario e integrante de la Asociación Cultural Sanmartiniana.
«El bulevar Oroño se proyectó en 1880. Unos ocho años más tarde estaba completamente forestado y se piensa que las palmeras canarias se plantaron en esta oportunidad», sostuvo Nardiello después de revisar decenas de documentos del archivo del Concejo Municipal, los libros de los jefes políticos de esas décadas y documentos de la Dirección de Parques y Paseos del municipio.
Con estos primeros datos, Nardiello elaboró un proyecto de investigación que se presentará en esta semana al Cabildo de Gran Canaria y la Viceconsejería de Emigración del gobierno canario. Estos organismos disponen de una serie de becas -que van de los 4 mil a los 7 mil euros- para financiar trabajos académicos relacionados con los inmigrantes que llegaron desde las islas.
Un bulevar muy francés
La idea de construir el bulevar Santafesino (hoy Oroño) ensanchando las calles previstas en la cuadrícula de la ciudad comenzó a formarse en 1868, apenas 16 años después de que Rosario adquiriera el rango de ciudad. Sin embargo, la espera duró 20 años para que la iniciativa comenzara a gestarse.
Por esa época Rosario contaba con unos 110 mil habitantes, la mayoría de familias de inmigrantes que comenzaban a gozar de la prosperidad del modelo agroexportador. El puerto y el ferrocarril crecían, se construían las grandes estaciones de trenes, se instalaban agua corriente y cloacas, había teléfono, telégrafo, tranways a caballo y alumbrado a gas.
Según describe Raquel García Ortúzar en «Rosario, historias de aquí a la vuelta», la transformación urbana que sufre la ciudad en esa época «no hizo más que seguir el modelo que adoptaron también otras poblaciones latinoamericanas convertidas de la noche a la mañana en puertos de ultramar», inspiradas en la obra que George Eugen Haussmann desarrolló en París.
La dinámica propia de la ciudad en esa época hizo posible que el nuevo bulevar «se consolidara rápidamente, desde el punto de vista edilicio, al ser elegido por el sector de mayores ingresos para construir viviendas representativas».
Aunque adquirieron otros usos, algunas de estas casonas siguen en pie actualmente. Y, tanto como el bulevar y las palmeras, se convirtieron en una postal de Rosario.
Un crespón por cada una de las ocho islas
El Club Canario de Rosario presentará hoy, a las 16, el proyecto de investigación sobre las palmeras de esas islas con una fiesta. El escenario será en la plaza San Martín donde las ocho palmeras canarias que existen recibirán una cocarda con el nombre de cada una de las ocho islas canarias. Pero eso no será todo. Además la banda del Oratorio Domingo Savio tocará los himnos nacionales de Argentina y el de las Islas Canarias, el coro del club entonará canciones canarias y se presentarán parejas vestidas con trajes típicos. Además de los inmigrantes canarios que viven en Rosario, al acto asistirán sus compatriotas de Buenos Aires, La Plata y Uruguay. Y el encuentro finalizará el domingo con un gran almuerzo en el Club Español. El Club Canario de Rosario cuenta actualmente con unos 250 socios. La entidad funciona todos los lunes, miércoles y viernes de 17 a 19 en el segundo piso del Club Español (Rioja 1052).
Fuente: diario La Capital – Foto: José Granata