Newell’s venció 4-2 a River con una gran actuación del jujeño. Los goles rojinegros fueron convertidos por Capria, Ortega de penal y Belluschi en dos oportunidades. Farías hizo los dos de la visita.
El Burrito maniobra ante la marca rival. Ortega marcó el tercer gol de penal |
Belluschi y Steinert festejan el último tanto rojinegro |
Ortega jugó sin presiones y se despachó con una gran producción |
El Burrito engancha ante Diogo |
Algunos amantes del balompié afirman que la revancha en fútbol está a la vuelta de la esquina. Dos años atrás, un equipo de River dirigido por Américo Gallego perdía en el Parque 2-0 luego de un furibundo remate de Damiani. Luego «la banda» daría vuelta el resultado y se impondría por 3-2. Se abría una herida que cicatrizó por completo un domingo 10 de abril, hazaña de por medio.
A pesar de que se había caratulado Newell’s-River como un partido de alto riesgo, no hubo mayores incidentes en la llegada de hinchas al estadio. Quizás ayudó que una gran parte de la barrabrava riverplatense decidió observar el partido por televisión.
Los primeros cinco minutos ambos equipos se midieron y se acomodaron a una cancha mojada y rápida.
Mientras, la parcialidad local abucheaba a Fernando Crosa, ex jugador del club ¿Insultarán así a Marino si viene al Coloso con la casaca de Boca?
El conjunto local no podía hacer pie y River comenzó a gestar fútbol. El campo pesado le jugaba en contra a los defensores grandotes de Newell’s, y «la gata» Fernández y Gallardo parecían sentirse a gusto.
La lepra jugaba con tres defensores, pero no hacía valer el hombre de más que tenía en el mediocampo. «La pantera» Rosada no recuperaba ni tampoco participaba del circuito de juego. Belluschi era discontinuo y perdía con «lucho» González, Capria estaba lento y perdía pelotas por doquier. Como frente a Colón y Argentinos, Ortega no encontraba compañía para desequilibrar.
River ya estaba dos goles arriba gracias a sendas definiciones de Farías. El segundo tanto fue tras un tiro libre de Gallardo que Farías corrigió increíblemente sólo. Rato después entró Lucero por el lesionado Spolli. Newell’s regalaba su andarivel izquierdo, y por ese sector inquietaba el uruguayo Diogo con sus proyecciones. La banda se floreaba y sus hinchas imaginaban nuevos festejos.
Pero hubo un punto de inflexión en la tarde. Fue cuando Gallardo «arañó» el 3-0 con un penal, pero Villar voló para demostrar que sus condiciones continúan intactas. Esa acción levantó al público y fue una inyección anímica para empezar el segundo tiempo.
El local jugó la segunda etapa con otro ánimo. Rosada levantó su nivel, Zapata seguía acumulando barro y sudor a su camiseta, y Belluschi demostró nivel de selección.
Fue bueno para el equipo rojinegro el gol tempranero marcado por Belluschi. Mascherano ya no era el jefe del mediocampo y la pelota no le llegaba a Gallardo, sabiendo que River sufre cuando este no entra en contacto con el balón.
Tras un tiro libre, un Capria desmarcado peinó la pelota y puso el empate. Si el primer tiempo había sido el mago Emanuel, ahora era David Copperfield.
Después del 2-2, llegó el momento de Ortega. Primero buscó el gol con un remate que Costanzo envió al córner. Pero el destino quiso que tuviera que patear un penal frente a su ex equipo. Delante suyo había miles de personas que le recordaban con miradas las glorias pasadas.
Pero a contrapelo de lo que muchos dicen, «el burro» demostró profesionalidad y pateó el penal con clase y eficacia. No lo gritó, pero para la tribuna visitante esto ya era demasiado.
Luego River pudo haber conseguido el empate. Villar descolgó de un ángulo un tiro libre de Sambueza, y Ré sacó una pelota envenenada en la línea. También el local lo tuvo tras gran jugada del ingresado Steinert y posterior remate al poste de Belluschi.
Rodas ya estaba en la cancha y formó una linda sociedad con Ortega, como una buena opción para los partidos que vienen. Sólo faltaba la frutilla del postre, y llegó con un golazo de Belluschi desde fuera del área.
Algarabía, epopeya, hazaña, muchos adjetivos para describir el 4-2 final. Newell’s bajó a un encaramado River y otra vez está en la pelea por el título.
Todavía tiene cosas que corregir y no tiene el funcionamiento del torneo pasado, pero igual se dio un gran gusto.
Por Matías Torno para Rosarinos.com
Fotos: Hugo Ferreyra (La Capital) y Gustavo de los Ríos (La Capital)