Temas de debate. El gobierno subasta el martes las frecuencias para el despliegue de esta tecnología
Cuáles son las posibilidades que ofrece esta tecnología.
Por Enrique Carrier (*)
Estamos a pocas horas de que tenga lugar la subasta del espectro para 5G, una tecnología que lleva años generando grandes expectativas.
La tecnología 5G tiene tres grandes características que la diferencian de las generaciones precedentes.
- Mucha mayor velocidad.
- Menor latencia (tiempo que transcurre desde que se envía una señal hasta que se recibe en el otro extremo), lo que habilita usos que no aceptan demoras, como la operación remota de maquinaria.
- Mayor capacidad de conexión simultánea (o densidad) de dispositivos a una misma antena, lo que permite no sólo que en lugares de gran concentración (como, por ejemplo, un estadio con miles de personas) todos los dispositivos puedan conectarse simultáneamente sin problemas. Esto también es fundamental para conectar los miles de objetos (sensores, interruptores, cámaras, automóviles, máquinas industriales, etc.) que son cada vez más habituales.
Como se puede intuir, a diferencia de las generaciones que la precedieron, la 5G no impactará significativamente en el uso al que estamos acostumbrados en los teléfonos móviles.
Los mayores beneficios de esta tecnología estarán no en la conexión de smartphones sino en la de objetos de todo tipo.
Pero mientras que para conectar smartphones sólo hace falta que la red esté disponible y que los equipos sean compatibles, conectar objetos requiere de otras condiciones. Incluye disponer de dispositivos específicos (no ya un smartphone), contar con el software necesario para su administración, integrarlos con los sistemas ya existentes y, en muchos casos, llevar adelante una reingeniería de los procesos para adaptarlos a las nuevas posibilidades. Por lo tanto, su adopción no es inmediata. Disponer de la red es apenas el primer paso de un proceso que llevará tiempo, trabajo y dinero.
Todo esto implica que, aunque la asignación del espectro para 5G tenga lugar esta semana, los beneficios profundos de esta tecnología demorarán en llegar. De hecho, en la mayoría de los mercados donde ya hay redes 5G funcionando, todavía mayormente el uso se concentra en la conexión de smartphones, donde no se observan diferencias inmediatas significativas. En otras palabras, no hay apuro en avanzar con 5G. Sobre todo, considerando que Argentina todavía tiene por delante la tarea de desplegar mucha más fibra óptica, clave para la interconexión de las antenas de 5G, y la de completar la cobertura de 4G a lo largo y ancho del país.
Existe una infraestructura conformada por las redes de más de 1.000 operadores, considerando a los tres que dan servicios móviles más todas las PYME y cooperativas que operan a lo largo y ancho del país brindando conectividad.
En este sentido, la regulación contempla la asignación de espectro no sólo a nivel nacional sino también regional y local, lo que permitiría la participación de otros operadores de menor envergadura. Esto es particularmente importante considerando la capacidad de 5G de ofrecer servicios al hogar, permitiendo dar conectividad fija inalámbrica de alta capacidad (similar a la fibra óptica), sobre todo en áreas menos densamente pobladas, como las suburbanas y rurales.
(*) Analista de mercado de telecomunicaciones y nuevos medios. Director de la consultora Carrier y Asociados.