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El talento y la pasión pueden surgir en las personas de las maneras más inesperadas y a edades muy tempranas. Este es el caso de Yan Hongsen, un niño chino de 11 años que ha captado la atención y la admiración de miles de personas en todo el mundo.
Es tanto su popularidad que lo han apodado el «niño cohete» o el “Joven Sheldon de la vida real”, referencia al famoso personaje de Big Bang Theory, Sheldon Cooper. Pero ¿Qué ha hecho este joven que ha llamado tanto la atención? Pues, no mucho, solo crear 600 líneas de código cruciales para la construcción de un cohete.
El Joven Sheldon de la vida real
El interés de Yan por los cohetes comenzó cuando tenía solo cuatro años. Fue entonces cuando presenció el despegue del Long March-2, un evento que dejó una marca indeleble en su joven mente. Este momento fue el catalizador de su fascinación por la astronáutica y la ciencia en general.
Desde entonces, Yan Hongsen ha dedicado innumerables horas a estudiar y a aprender por sí mismo. Ha tomado cursos en línea, devorado libros de física y química, y experimentado con diferentes tecnologías. Sus padres, reconociendo su pasión y talento, decidieron apoyarlo transformando su sala de estar en un estudio de investigación de cohetes.
Así fue que el año pasado, Yan lanzó su primer cohete, al que llamó «Sen Xing», que significa «avanzar». Este proyecto involucró la escritura de un código de 600 líneas, una hazaña impresionante para un niño de su edad. Aunque el lanzamiento no fue completamente exitoso—el cohete no logró desplegar su paracaídas después de la separación, lo que resultó en un accidente—el esfuerzo y el aprendizaje detrás de este intento fueron invaluables.
Yan Hongsen analizó cuidadosamente lo que salió mal.
«La nitrocelulosa no explotó como se esperaba, el resorte y la batería de litio también resultaron dañados. Tal vez todavía haya un problema con la conexión del cuerpo del cohete»
Así explicó el fallo de su cohete, una actitud analítica para determinar los problemas técnicos dignas de cualquier ingeniero con años de experiencia.
Mirando hacia el futuro
Yan Hongsen no se deja intimidar por los fracasos. Actualmente, está trabajando en la segunda versión de su cohete, con la esperanza de que este lanzamiento sea sin problemas. Su historia ha inspirado a muchos y ha demostrado que, con pasión y dedicación, incluso los desafíos más complejos pueden ser abordados.
Además de su trabajo en cohetes, Yan ha ganado reconocimiento por sus conocimientos en astronomía. En 2022, corrigió errores factuales en un documental astronómico, lo que le valió un merecido reconocimiento. Este incidente subraya no solo su talento, sino también su compromiso con la precisión y la verdad científica.
El plan de Yan para el futuro, al igual que su padre, es ingresar en una de las siete universidades de defensa civil más prestigiosas del país.
“Como padres, apoyamos plenamente los sueños de nuestro hijo. Si se encuentra con dificultades técnicas que no puede resolver, siempre se pone en contacto conmigo y yo hago todo lo posible por recurrir a expertos en busca de ayuda”.
El «niño cohete» o el “Joven Sheldon” de China no solo está construyendo cohetes; Yan Hongsen está construyendo un futuro lleno de posibilidades, y todos estamos esperando con anticipación su próximo despegue.
Referencias:
- South China Morning Post/China boy, 11, writes 600 lines of code to build rocket after mastering physics, chemistry. Link
Fuente: CerebroDigital.net