Se completó casi el 100 por ciento de las 6.500 plazas hoteleras. La mayor cantidad de turistas llegó desde Capital. Y partieron hacia las sierras, la costa, Chile y Uruguay
En la terminal de ómnibus se atendieron miles de pasajeros |
El comienzo de esta Semana Santa significó para la ciudad un éxodo de gente hacia los centros turísticos y al mismo tiempo un arribo masivo de visitantes, que prácticamente llenaron las 6.500 plazas hoteleras. Mientras ayer la terminal hervía de gente que dejaba la ciudad a primera hora, las estaciones de peaje registraban un significativo aumento en la circulación de autos, que en algunos casos duplicó el promedio de tránsito en días normales. Sólo por caso, unos 1.500 automóviles por hora venían la mañana de ayer desde Buenos Aires, mientras que hacia el mediodía más de 1.500 autos habían atravesado el puente con destino a Victoria. Eso no fue todo. Sólo en la oficina del Ente Turístico Rosario (Etur) de la Terminal, se atendió a 200 personas en cinco horas: querían saber todo sobre Rosario, precios, dónde y cómo pasear, comer y divertirse. Y desde los hoteles y albergues aseguraban que estaba todo «prácticamente» lleno. La ciudad hizo gala de su perfil de proveedora de turistas, que partieron masivamente a las sierras, la costa, Chile y Uruguay. Pero también como receptiva de viajeros. Todo hace suponer que el domingo, momento en que regresará y partirá la mayoría de gente, se repetirá la postal.
En las boleterías de la Terminal de Omnibus Mariano Moreno todos coincidían ayer en decir que «esta Semana Santa fue la mejor de los últimos años». Y la excesiva venta de pasajes a distintos destinos de Argentina y de países limítrofes, más la salida de vehículos colmados y siempre acompañados de refuerzos, dieron cuenta de esa afirmación.
También fue buena la semana al momento de medir el ingreso de turistas a la ciudad. En el Etur no dieron abasto con la atención. «Como nunca, nos visita esta vez gente de Capital Federal, pero también los hay del resto de la provincia de Buenos Aires; cordobeses, tucumanos y salteños», aseguró Paula, desde la sede del ente en la Terminal de Ómnibus.
Claudio y Leonardo son dos docentes porteños. Ayer, recién llegados y con los folletos informativos sobre Rosario en mano, le dijeron a La Capital que venían a la ciudad fundamentalmente por «la costanera y la propuesta cultural». Así dieron cuenta de dos interrogantes que se repitieron durante toda la mañana en el Etur: cuál es la línea de colectivo que lleva a la Florida y dónde quedan el teatro El Círculo y los museos más importantes de la ciudad.
Los jóvenes Fernando y Brenda, también de Buenos Aires y cargando mochilas a sus espaldas, se interesaron por ubicar el casco histórico de la ciudad y el Monumento. También preguntaron por hospedaje y reservaron lo primero de lo poco que encontraron. «Es que ya está casi todo lleno -explicó Paula- muchos vienen con las reservas hechas. Al llegar acá piden lo más económico, como hospedajes, y en rigor, prácticamente ya no queda nada».
Otros recién llegados fueron el matrimonio Vera Fontana, de la provincia de Entre Ríos. «Venimos a ver a la familia y a pasear, Rosario es hermosa», dijo la mujer con su hijito en brazos y no descartó pasear con él por el Jardín de los Niños o la Isla de los Inventos.
Un halago similar expresaron Gilia y Roberto Castaño, madre e hijo oriundos de Santiago del Estero. «¿Por qué eligieron Rosario como destino de paseo?», fue la pregunta. «Porque salvo los mosquitos, nos gusta todo de esta ciudad; sus calles, su gente y su río».
De Córdoba a Rosario. Este fue el circuito que realizaron Alicia y Roberto Picco, oriundos de la capital cordobesa. Ella no conocía Rosario y él, fanático de Fito Páez y sus pagos, la convenció a venir. Le prometió llevarla a la isla, comer pescado de río y salir por la noche rosarina.
No va más
Quien ayer pretendía encontrar tan sólo un pasaje para vacacionar por estos días iba muerto. Eso aseguraron los empleados de las boleterías de las empresas de colectivo de todos los destinos.
Desde Flecha Bus remarcaron que esta Semana Santa se vendió «el doble de pasajes de lo normal» hacia Bariloche (cuestan 140 pesos). Pero también hacia Tucumán la venta fue a full (el valor del pasaje es de 58 pesos).
La firma Urquiza agotó los tickets a las sierras (van desde los 32 a los 44 pesos según los destinos) fundamentalmente a La Falda, Cosquín, Carlos Paz y Capilla del Monte. «Todos los vehículos salieron con refuerzos. Y el que hoy (por ayer) quiera comprar un pasaje de regreso, recién encuentra algo para partir desde Córdoba el lunes a la tarde; antes, nada», aseguró un empleado.
Chevallier también redobló sus ventas hacia las sierras (de 32 pesos en adelante) y vendió muchos pasajes a Buenos Aires (por 28 pesos). «No hay pasajes para quienes quieran regresar el lunes desde Capital», indicaron. También trabajó bien el destino Mar del Plata. Los pasajes (de 65 pesos) se agotaron hace ya más de una semana y cada vehículo salió con dos refuerzos.
-¿Queda algo para Tucumán, hoy (por ayer) a las 16?
-No, nada.
El diálogo se escuchó en la ventanilla de la empresa Balut (el pasaje cuesta 55 pesos).
Y desde las empresas que van a los países limítrofes, El Rápido (a Chile y Uruguay) y TAC (a Chile), también evaluaron como «muy buena» la venta de esta Semana Santa.
Cata, que realiza viajes a Mendoza (por 60 pesos), trabajó por estos días con refuerzos y Central Argentino, que viaja hacia el sur (Caleta Olivia, por 140 pesos; San Antonio Oeste, Puerto Madryn y Comodoro, todos por 83 pesos) y Bahía Blanca, por 58 pesos), también. Ninguna de las dos empresas tenían ayer pasajes para volver hacia Rosario el domingo.
El movimiento turístico también se hizo sentir en las estaciones de peaje, donde se llevó la cuenta de los autos particulares que fueron y vinieron. En la de General Lagos (autopista Rosario-Buenos Aires) el auxiliar líder Juan Ignacio Giorgi aseguró que ayer pasaban 1.500 vehículos por hora desde la Capital y unos 900 hacia ese destino para alcanzar finalmente la costa atlántica. El número, calculó, duplica el tráfico normal por esa autopista, aunque no generó inconvenientes en el tránsito.
«En su mayoría es gente de vacaciones, nos damos cuenta por cómo llevan cargados los autos, van en familia, distendidos, tomando mate, y preguntan sobre los destinos», indicó Giorgi.
En el peaje de Correa, en la ruta 9 oeste, calculaban, pasado el mediodía de ayer, un flujo de unos 500 vehículos por hora en los momentos de mayor circulación, a media mañana. Registraron como dato llamativo que este año el movimiento empezó el martes.
La menor cantidad de autos respecto a lo que registra la autopista Buenos Aires-Rosario se explica por dos motivos: el uso de rutas alternativas a la 9 y la creciente afluencia turística a Rosario, tanto de porteños y bonaerenses como de gente que visita Buenos Aires y se hace una escapada.
El puente Rosario-Victoria comenzó a sentir el impacto del turismo a partir de las 4 de la mañana. Según contó Carlos Furrer, responsable de la estación de peaje, entre la hora 0 y las 12 de ayer pasaron 1.580 automóviles hacia Victoria, que se sumaron a los 600 que habían cruzado la noche anterior. El directivo especificó que se trataba de los autos y no de todos vehículos (que en esas 12 horas fueron casi 2 mil) para mostrar la dimensión del movimiento turístico.
Mientras tanto, cerca de 600 automóviles vinieron desde Victoria, en un movimiento algo mayor al de un día normal. Además, Furrer pidió a los turistas que no vuelvan el domingo entre las 18 y las 22.30, cuando se arma el gran cuello de botella.
Fuente: diario La Capital – Imagen: Sergio Toriggino