Un centro de datos masivo está vinculado a un grupo de cánceres raros y abortos espontáneos.
Un centro de datos masivo está vinculado a un grupo de cánceres raros y abortos espontáneos.
Los centros de datos han sido presentados como motores de innovación y progreso tecnológico. Sin embargo, para muchas comunidades, estas instalaciones representan una carga silenciosa y peligrosa. Ruido constante, aumento en los precios de energía, incendios eléctricos y ahora, la amenaza de cánceres raros vinculados a la contaminación del agua.
La historia de Jim Doherty y el condado de Morrow

Jim Doherty, ganadero y ex comisionado del condado de Morrow, en Oregón, comenzó a notar un patrón inquietante entre los 45,000 residentes de su comunidad. Abortos espontáneos, pérdida de órganos y diagnósticos de cáncer inusuales se repetían con demasiada frecuencia.
En colaboración con la oficina de salud local, Doherty impulsó un estudio de 70 pozos. Los resultados fueron alarmantes: 68 incumplían el límite federal de nitratos en el agua potable. En apenas 30 hogares visitados, 25 personas habían sufrido abortos espontáneos y seis habían perdido un riñón. Un caso extremo fue el de un hombre que desarrolló un cáncer de laringe, pese a nunca haber fumado.
La investigación apuntó inicialmente a las mega granjas industriales, responsables de millones de galones de aguas residuales cargadas de fertilizantes. Sin embargo, pronto se descubrió que el problema era más complejo. El centro de datos de Amazon, inaugurado en 2011, jugaba un papel clave en la crisis. Su enorme demanda de agua para enfriar equipos electrónicos intensificó la contaminación del acuífero, generando un círculo vicioso de residuos tóxicos que regresaban al sistema.
El hallazgo transformó la percepción de los centros de datos: ya no eran solo infraestructura tecnológica, sino posibles detonantes de crisis sanitarias.
El papel de Amazon y la contaminación del agua con su centro de datos

El centro de datos de Amazon, con más de 930 metros cuadrados, requería millones de galones de agua para refrigerar sus servidores. Este proceso no solo consumía recursos hídricos, sino que también devolvía al sistema aguas altamente concentradas en nitratos, en ocasiones hasta ocho veces por encima del límite de seguridad estatal.
La combinación de escorrentía agrícola y aguas residuales del centro saturó el nivel freático. Incluso las zonas más profundas del acuífero quedaron contaminadas. El propio centro absorbía lodos tóxicos al extraer agua subterránea, agravando el problema.
Amazon defendió su posición asegurando que su consumo representaba sólo una fracción del sistema de agua general y que no añadían nitratos en sus procesos. Sin embargo, los residentes no aceptaron esta explicación. Para ellos, la evidencia era clara: la contaminación coincidía con la expansión del centro de datos y el impacto en la salud era devastador.
La tensión entre la versión corporativa y la experiencia comunitaria abrió un debate sobre la responsabilidad ambiental de las grandes tecnológicas.
Activismo y resistencia comunitaria

Ante la crisis, organizaciones como Oregon Rural Action (ORA) se movilizaron. Su directora, Kristin Ostrom, comparó la situación con el caso de Flint, Michigan, donde la lentitud de la respuesta oficial agravó el desastre. En Morrow, la población afectada carecía de poder político y económico, lo que aumentaba su vulnerabilidad.
Residentes como Kathy Mendoza denunciaron públicamente los efectos de los nitratos en su salud. Mendoza relató sufrir dolores articulares y musculares insoportables, consecuencia directa de la exposición. Su testimonio reflejó la desesperación de una comunidad que siente que su bienestar ha sido sacrificado en nombre del progreso tecnológico.
El activismo local busca visibilizar la crisis y exigir soluciones. La lucha no solo es por agua limpia, sino por justicia ambiental y el derecho a vivir sin miedo a enfermedades provocadas por centro de datos e intereses corporativos.
El caso del condado de Morrow revela el lado oculto del auge digital. Los centros de datos, símbolos de modernidad, pueden convertirse en fuentes de contaminación y enfermedad. La historia demuestra que el progreso tecnológico debe equilibrarse con la salud pública y la protección ambiental, o el costo humano será demasiado alto.
Referencia:
- Rolling Stone/‘The Precedent Is Flint’: How Oregon’s Data Center Boom Is Supercharging a Water Crisis. Link
- Futurism/Amazon Data Center Linked to Cluster of Rare Cancers: Link

Fuente: CerebroDigital.net




