Las crisis en las sociedades humanas son innumerables.
Por Manuel Letzkus y David Álvarez / PRESENZA.COM
Se pueden encontrar en estos eventos históricos situaciones de guerra, hambrunas, pandemias, catástrofes climáticas, conflictos sociales, entre otras. *
Los efectos de estos acontecimientos generan cicatrices en las personas, por ejemplo, lesiones físicas o traumas psicológicos, y también marcas a nivel social, lo cual se puede observar en pérdidas de miembros de familias o destrucción de infraestructura pública.
En este contexto de amenazas, las personas que sobreviven sufren un cambio obligatorio en su modo de vida, debido a la necesidad de adaptarse a un nuevo escenario, padeciendo transformaciones relevantes que se mantendrán presentes durante el tiempo.
Sin embargo, la memoria personal y social que recuerda los eventos negativos está destinada a un rol secundario, en comparación con desarrollar el nuevo modo de vida en el presente. Esto sucede debido a que las experiencias negativas son desplazadas para dejar espacio a nuevas experiencias, las cuales permitirán la supervivencia de las personas y grupos sociales.
Mantener presente eventos históricos pasados, requiere de un esfuerzo constante por recordar y educar en estos tópicos. De otro modo, se preferirá dejar los riesgos y amenazas pasadas en el olvido, producto del instinto natural de adaptarse y sobrevivir. Este instinto se puede ver obstaculizado con la presencia de emociones y experiencias negativas, que ya no son directamente observables ni urgentes, por lo que se les resta atención a estas situaciones.
Es por esta razón que la pandemia por Covid-19, junto con situaciones tan graves y relevantes como la amenaza nuclear de la guerra fría o la esclavitud de personas en tiempos recientes, quedarán en la misma caja cerrada de recuerdos, sin que se les otorgue a estas memorias un rol prioritario en la vida práctica de las personas, e incluso generando un rechazo a las emociones negativas que se pueden derivar de estos recuerdos, los cuales son anécdotas en comparación con la nueva normalidad.
- Nota de la redacción: En Argentina, otra importante causa de graves crisis sociales fueron los gobiernos neoliberales que llegaron a tomar el gobierno. Desde la Dictadura Militar (1976-1983) y luego con Menem, De la Rúa y Macri, cada crecimiento en calidad de vida logrado durante gobiernos progresistas fue destruido, y el país endeudado al máximo posible para volverlo a colocar en condición colonial. Cada avance de soberanía política económica y científica fue truncado y destruido siempre que pudieron.Es muy importante tener claro que hay crisis sociales imprevistas por causas fortuitas, pero otras crisis casi permanentes por las consecuencias directas del capitalismo salvaje al que someten a los pueblos las intervenciones extranjeras sean gobiernos o multinacionales y el poder financiero internacional.
En Argentina esto fue muy evidente durante el macrismo, que en apenas 4 años logró el mayor saqueo de los 200 años de historia argentina, destruyó millones de empleos, multiplicó enormemente los planes sociales para disimular (y contener la protesta) por la miseria que iban generando mientras realizaban el vaciamiento. El macrismo sobresalió por récords mundiales de endeudamiento y fuga, y hasta emitió un bono a 100 años que siguen festejando los buitres financieros.