Por Redacción Perú. Pressenza.com
Iniciativa busca reconocer y salvaguardar las prácticas ancestrales de cultivo en defensa de la biodiversidad y la soberanía alimentaria del país.
Por: Melissa Rubio.
En un acto público que congregó a representantes de diversas bancadas parlamentarias, el Grupo Impulsor de Semillas Nativas (GRISEN) entregó oficialmente al Congreso de la República un proyecto de ley que propone la protección legal de los sistemas tradicionales de semillas nativas y el reconocimiento de los saberes ancestrales que las preservan.
La iniciativa fue recibida por congresistas de al menos cinco bancadas políticas que integran la Comisión Agraria, quienes se comprometieron públicamente a respaldar la propuesta. Coincidieron en señalar que esta ley representa un aporte clave a la seguridad alimentaria del país y a la conservación del patrimonio cultural y biológico de los pueblos originarios.
El proyecto de ley surge como una respuesta directa a los riesgos derivados del eventual levantamiento de la moratoria que desde 2011 impide el ingreso de organismos genéticamente modificados (OGM) al Perú, vigente hasta 2035. De aprobarse, la norma no solo fortalecería los mecanismos de conservación in situ y la creación de bancos comunitarios de semillas, sino que también establecería medidas concretas para prevenir la contaminación genética por transgénicos, una amenaza creciente para la biodiversidad agrícola.
“La cocina peruana ha conquistado al mundo gracias a su diversidad y a productos que no han sido modificados genéticamente. Nuestras papas, maíces, ajíes y quinua provienen de semillas puras, seleccionadas por generaciones. Introducir transgénicos es atentar contra el prestigio y la autenticidad de nuestra gastronomía”, señaló a Pressenza Angie Higuchi, investigadora de la Universidad del Pacífico y activista por la soberanía alimentaria.
Rechazan levantar moratoria a transgénicos
Los dirigentes de GRISEN reiteraron su firme oposición a los intentos legislativos que buscan derogar la moratoria vigente. “En el 2019 ampliamos por 15 años la moratoria a los transgénicos, que son contaminantes. De igual forma, el glifosato que utilizan para el control de plagas o malezas es altamente cancerígeno. Con esta información, no podríamos permitir contaminar nuestra biodiversidad y debemos cuidar a nuestras semillas nativas”, comentaron.
La iniciativa legislativa surge como una respuesta directa a los recurrentes intentos por derogar la moratoria que desde 2011 impide el ingreso y producción de organismos genéticamente modificados (OGM) en el Perú, y que fue ampliada hasta el año 2035. Aunque hasta la fecha ningún proyecto ha logrado revertir esta medida, diversos sectores del Congreso y del Ejecutivo han promovido iniciativas para permitir el ingreso de cultivos transgénicos, generando preocupación en organizaciones científicas, agrarias y ambientales por los posibles impactos en la biodiversidad, la agricultura familiar y la salud ambiental.
Preocupación por intento de derogatoria
La preocupación se ha intensificado entre organizaciones sociales y científicas tras conocerse que el Congreso y el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) estarían promoviendo cultivos de maíz y algodón transgénicos, según advirtió un informe de Infobae en febrero de este año. Esto ocurre pese a las múltiples advertencias sobre los posibles impactos de estos cultivos en la biodiversidad y la salud ambiental del país.
Como respuesta, la Convención Nacional del Agro Peruano (Conveagro) y otras organizaciones campesinas vienen preparando un paro nacional en defensa de las semillas nativas, también programado para abril.
Un sistema enraizado en la historia del Perú
El Perú es reconocido mundialmente como uno de los principales centros de origen y diversificación genética. Solo en papas, se conservan más de 3,000 variedades nativas, cultivadas gracias a los saberes ancestrales de comunidades campesinas e indígenas. Este sistema tradicional no solo resguarda la diversidad genética, sino que también demuestra una notable resiliencia frente al cambio climático.
La iniciativa legislativa propone la creación de una Comisión Nacional del Sistema Tradicional de Semillas Nativas, encargada de elaborar recomendaciones y políticas para fortalecer estos sistemas. Esta comisión estará integrada por representantes de los ministerios de Desarrollo Agrario, Cultura y Ambiente, el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), así como de organizaciones agrarias y comunidades indígenas.
Asimismo, se contempla que el INIA, junto con los gobiernos regionales y locales, impulse registros de biodiversidad, líneas de base y catálogos de variedades nativas. El proyecto también dispone que el Midagri y el Minam financien proyectos que promuevan y protejan estas semillas.
El proyecto de ley es el resultado de un esfuerzo colectivo impulsado por el GRISEN, conformado por organizaciones representativas como la Confederación Campesina del Perú (CCP), la Federación Nacional de Mujeres Campesinas, Artesanas, Indígenas, Nativas y Asalariadas del Perú (Fenmucarinap), la Confederación Nacional Agraria (CNA), la Convención Nacional del Agro Peruano (Conveagro), la Asociación de Guardianes de la Papa Nativa del Perú (AGUAPAN), la Organización Nacional de Mujeres Indígenas del Perú (ONAMIAP) y la Asociación Nacional de Productores Ecológicos (ANPE PERÚ).
Redacción Perú
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