Lo habían advertido hace meses. Es por el tema de la tremenda contaminación y su decisión de irse del barrio
por Gabriel Gómez Fiori,
Puertenses.com.ar
la sección Puerto de
NuevaRegion.com
El Miércoles 28 por la madrugada los vecinos del pequeño barrio Cerana de Puerto General San Martín mostraron su enojo con las multinacionales y el municipio concretando el piquete anunciado.
Barrio Cerana son dos manzanas cercadas por las multinacionales, el ferrocarril y miles de camiones de cereal. Se respira el polvillo de la molienda y la tierra levantada por el tránsito. Todo el año hay barro mezclado con cereal y cada lluvia genera una putrefacción con aromas asquerosos e insoportables mientras los ratones no dan tregua. Los camiones pasan las 24 hs por lo que el ruido completa una situación realmente inhumana.
Los vecinos hace tiempo decidieron mudarse y vienen negociando la venta de sus casas en conjunto pero Bunge y ADM siguen dilatando la solución. El intendente De Grandis no manda limpiar el barrio ni les hace cumplir a las multinacionales las leyes provinciales de medio ambiente. Por eso hace meses los vecinos pidieron ayuda a los Concejales de la oposición Jorge Rú y Luciano Mandón, que consiguieron que el Concejo en pleno interceda para las conversaciones con empresas e intendencia.
Hartos de todo, los vecinos concretaron el piquete. Alrededor de las 9 de la mañana se acercaron representantes de ADM y Bunge. Tras dialogar, se comprometieron a traer una respuesta de sus superiores y acordaron volver a reunirse el 11 de diciembre a las 11 hs en la plaza del barrio. Los vecinos advirtieron que si no traen una respuesta positiva, volverán al piquete inmediatamente tras la reunión.
Enojada, una de las vecinas contó que ante el piquete de los vecinos, la respuesta del oficialismo, en vez de apoyarlos, fue lavarse las manos acusando a la oposición de que «es todo político», y los abandonó otra vez a su suerte en esta lucha desigual con las multinacionales. En las fotos se puede ver a los vecinos, varios de ellos reconocidos colaboradores del oficialismo, lo que desmiente claramente y deja mal parado, otra vez, al intendente que prefiere no molestar a las empresas aunque los vecinos vivan envenenados.