Quién está escribiendo, no representa agrupación alguna, tan solo intenta ser una fiel imagen a secas de quienes somos las víctimas, de todas estas intencionadas maniobras de los superiores de la facultad, me refiero a los alumnos mismos… Soy uno de los tantos estudiantes de Medicina, y si a alguien le deben preguntar de como se sobrevive en una Facultad Pública, un lugar donde tan sólo el verdadero propósito de su existencia debería ser enseñar y culturalizar, a todo el que quiera formarse como un servidor social, se utiliza para manejos de poder y negociados, pero dejemoslo ahí, sinó me estaría desvíando de lo que quiero decir, que es tan solo, que somos nosotros -los alumnos- quienes sufrimos cuando se decreta un paro, somos nosotros los que viven con la incertidumbre de si nos van a cerrar las puertas, y si nos van a dejar cumplir con nuestra meta, de lograr el sueño, uno de los más importantes de nuestras vidas hasta ahora, el de recibirnos.
Solamente quiero aclarar un cosa. En estos días de agitados animos, se han escuchado de medios, -donde la informanción ha sido tomada de aire, y creo que no se tiene en cuenta lo que es informar a la población con datos erróneos, la incinuación de que los alumnos que estamos afectados a estas medidas somos unos «vagos» -por así decirlo-, que nos molesta el hecho de practicar y que nos negamos a hacerlo.
Lo que quiero aclarar es es que casi el 100%, -a pesar de ser optativo- de los estudiantes de la Facultad de Medicina de Rosario, hacen el practicanato de una carga horaria de 576 horas y los egresados hacen el Medicato, que consta de prácticas post-grado de 6 meses de duración. Dentro de estas aclaraciones, lo que quiero hacer saber es que estoy a favor de practicar, pero que sea de acuerdo al plan de cursado que estaba establecido, es decir en las respectivas materias, no como exámen de egreso al final de la carrera, con esto pido que cumplan con enseñanza eficaz a la altura de las circunstancias. Se basan al tomar estas medidas, en el «aprendizaje deficiente», pero yo diría que es más un fracazo en la enseñanza.
Otra cosa que realmente no debe pasar por alto, es en cuanto al lugar físico para realizar trabajo de campo con pacientes, he escuchado decir por parte de los profesores, «que no hay lugar y pacientes para ver». Quienes defendemos la educación pública, nos sentimos indignados, ya que luego encontramos a los alumnos de la Facultad Privada en nuestro Hospital Escuela, usurpándonos el lugar, en forma permitida, para privarnos del derecho de la enseñanza gratuita, y esto no lo pueden negar, a menos que nos dejen ciegos.
Al ver todas estas angustiantes situaciones, donde hoy en día no son novedades, sinó más bién, moneda corriente de una cruda realidad nacional, lo primero que se me viene al pensamiento es la pregunta de donde fueron a parar esos años de gloria de la facultad, que aún tanto orgullo causa el sentirla nuestra. Tantos años pasaron para que solo sean recuerdos en el olvido?.