Uno que perdió un conflicto
Ver para creer. La altiva y pendenciera patronal del grupo Uno, que a fines de marzo despidió a 26 trabajadores de las radios LT3 y LT8, acaba de aceptar sin condicionamientos y definitivamente la reincorporación de todos ellos. Esto es lo establecido en el acta que los representantes de la empresa firmaron ante el Ministerio de Trabajo de la Nación dando fin al período de conciliación obligatoria que esa cartera había dictado hace tres semanas.
La novedad fue celebrada por los trabajadores de las dos radios y del diario La Capital, que lograron el objetivo de las reincorporaciones tras sostener durante una semana un paro activo que ya ocupa un lugar de privilegio en las luchas del movimiento obrero rosarino.
Nadie puede garantizar que el grupo capitaneado por Daniel Vila y José Luis Manzano no pretenda en el futuro volver a la carga con su intento de ajuste y disciplinamiento del personal. Pero está claro que el primer tiro que ensayaron en el nuevo contexto marcado por la aprobación de la ley de medios de la democracia les salió por la culata.
Según informaron fuentes sindicales a este diario digital, el acuerdo se había sellado de palabra ya el jueves de la semana pasada. Pero la rúbrica formal llegó este último miércoles en la sede de la cartera laboral nacional en Buenos Aires y no sin que medien algunos últimos intentos belicosos por parte de un sector de la línea gerencial del Multimedios controlado por el grupo Uno.
“Desde el acuerdo verbal del jueves hasta hoy (por el miércoles) tuvimos algunas chicanas, como que iban a descontar los días no trabajados por el paro, o que iban a exigir el pago de los daños por las pintadas que hubo en los frentes de los edificios de las radios y el diario, pero finalmente firmaron sin condicionamientos”, relató un delegado de La Capital, apenas se acallaron los vítores y aplausos con que sus compañeros de tarea recibieron la novedad de la rúbrica del acuerdo. Similares expresiones de aprobación y alegría se registraron en LT3 y LT8, los medios en los que se habían producido los despidos ahora revertidos.
Según consta en el acta firmada ayer miércoles ante el Ministerio de Trabajo de la Nación, de la audiencia que puso fin al período de conciliación obligatoria participaron dirigentes de todos los sindicatos que conformaron la llamada Intersindical de medios local: Edgardo Carmona y la abogada Rita Frenquelli por el Sindicato de Prensa Rosario, Miguel Paniagua y la abogada Cristina Rivas por el Sutep (trabadores de espectáculos públicos), José Pérez Nella y Rubén Libonati por el Sal (locutores), Lucio Castillo por la Federación Gráfica Rosarina y Héctor Strappa por Aatrac (operadores de radio).
Por la empresa, los que pusieron la cara y la firma fueron los directivos Sergio Ceroi y Walter Wozniak, quienes manifestaron que “se da por terminado el conflicto que dio origen a las presentes actuaciones, procediendo a la reincorporación de todos los trabajadores despedidos, dejando sin efecto los telegramas enviados”.
A la vez, ambas partes se comprometieron a facilitar los trámites para que la empresa recupere los fondos que había depositado en las cuentas sueldo de los trabajadores despedidos en concepto de indemnización.
Los telegramas de despido que originaron el despido habían sido enviados el lunes 29 de marzo, cuando comenzaba una Semana Santa que los trabajadores del Multimedios difícilmente olviden. Al día siguiente y en rechazo a los despidos se inició un paro total de actividades que arrancó en las radios y se extendió al diario La Capital, que dejó de escribirse e imprimirse en Rosario.
La empresa intentó boicotear el paro con ediciones de emergencia del diario. Pero la activa resistencia sindical impidió la normal distribución de esos ejemplares y el conflicto, rodeado de fuerte solidaridad de un amplio abanico de organizaciones sindicales, sociales y políticas, se instaló con fuerza en el plano local, para luego comenzar a nacionalizarse a partir del fin de semana de las Pascuas.
Ya el miércoles 7 de abril, los titulares de la CGT y la CTA, Hugo Moyano y Hugo Yasky, anunciaron en Buenos Aires la realización en conjunto de una caravana de protesta contra los despidos desde la capital del país a Rosario. En el final de esa misma jornada llegaron las primeras señales de debilidad de la patronal, que hasta allí se mostraba inflexible y se había negado a acatar la conciliación obligatoria que había dictado la cartera laboral provincial. Al día siguiente, el Multimedios acató la medida conciliatoria que dispuso Trabajo de la Nación, cuyo titular, Carlos Tomada, había recibido órdenes de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de ocuparse personalmente de poner fin al conflicto.
Fuente: RedacciónRosario