En el cine pasan cosas raras. La elite intelectual se roza con la farándula de una manera hosca y frágil a la vez. Una vez más, el cine fue el punto de encuentro de personas y personajes. por Anabel Donnet (Enviada Especial). En el cine pasan cosas raras. La elite intelectual se roza con la farándula de una manera hosca y frágil a la vez. Una vez más, el cine fue el punto de encuentro de personas y personajes.
Las estrellas más enceguecedoras del FESTIVAL llegaron el primer día: Juliete Binoche, Susan Sarandon, Tim Robbins fueron los primeros en impostar sus huellas digitales sobre las baldosas ásperas que tiene el Hotel Hermitage.
Las conferencias fueron una mezcla de preguntas intelectuales acerca de la construcción de los personajes con un toque de cholulismo típico de algunos argentinos. «¿Cómo es un día de Susan Sarandon?», «¿Qué sentiste cuando se murió Kievslowki (dirigida a Binoche, una de las actrices fetiches del director ya fallecido)?» y cosas por el estilo.
No faltaron, claro, los que querían estar en la foto. Graciela Alfano, Chiquita Legrhand (que después participó de la entrega del «Astor de Oro» por la trayectoria a su hermano Martinez Suarez), China Zorrilla, Graciela Borges, Irma Roy, entre otros tanto.
Muy diferentes fueron las “Clases Magistrales”, realmente magistrales. La primera estuvo a cargo de Charles MacDougall y Krysztof Zanussi (Polaco que produjo muchas películas en coproducción con Krzystof Kieslowski, y su nombre fue más conocido por la triología Bleu, Blanc y Rouge.
El primero fue mucho más didáctico en su discurso ya que mostró escenas de sus últimas producciones televisivas (aunque también hizo algunas películas el fuerte de este director nacido en Gran Bretaña son las series como «Sex and the city», entre otras) para luego explicar cómo fueron colocadas las cámaras y el tipo de estrategia que utilizó con los actores.
La conferencia fue concisa desde el vamos “en Hollywood el último que importa es el director. Uno debe ser muy humilde si quiere trabajar ahí”. A él le va bastante bien en este papel. Mostró un corto y dijo qué le criticaron. Luego mostró las “transformaciones” que debía sufrir el piloto si quería que la serie saliera al aire. Eran ínfimas, eran sólo “porque ellos siempre tienen que sentirse dueños de tus ideas”.
En cambio el polaco fue mucho más humano. Su mensaje no era técnico, a pesar de ser físico, sino más bien espiritual. Está muy preocupado por las próximas generaciones porque nota “que ya no se debate la relación entre el cuerpo y el alma y es a partir de estar reflexiones como podemos alcanzar nuestra verdadera condición humana”. No en vano es conocido por las profundidades de sus palabras a la hora de escribir el guión y por los interrogantes que le genera a cada espectador.
Películas
Las hay para todos los gustos. Pero dentro de las de la competencia se destacan la de Marcelo Piñeyro (“Cenizas en el Paraíso” y “Caballos salvajes”, con su versión de la exitosa obra teatral “El método Gröhleim”). En coproducción con España este director argentino logró una película intensa y muy metida en las relaciones actuales, no sólo del mundo laboral sino más bien global.
El miedo de Piñeyro es defraudar a su público ya que él mismo sabe que si bien “antes se dedicaba a criticar al sistema, en esta película me metí dentro de él para ver cómo actuaban y pensaban los que lo construyeron. Por eso el anexo a la historia que tiene que ver con la protesta callejera antiglobalización”.
Otras las que da que hablar es la de Werner Herzog (alemán, “La ira de Aguirre”) ya que en esta última producción se ha dado el gusto de volar más allá de la vía láctea para hablar del ser humano y de su deshumanidad.
También ha ganado muchos votos la de Abel Ferrara con su “Marìa”, una película deliciosa en donde los recursos se van cruzando tan armónicamente que varias historias se van mezclando sin por ello ensuciar algún color.
Para ver y volver a ver. Películas por doquier. Seis salas sin apagar sus pantallas. Muchos amantes del cine que disfrutan de esto que sólo se puede disfrutar durante diez días y en Mar del Plata.
por Anabel Donnet, Enviada especial de Rosarinos.com