Contra la guerra a Irak. Ese es el objetivo de las movilizaciones que se realizaron en alrededor de 300 ciudades de todo el mundo. Y Rosario no se quedó afuera. El intendente Hermes Binner participó en la marcha que unió la plaza San Martín con la plaza 25 de Mayo como símbolo de la adhesión de los rosarinos.
De esta manera, el mandatario se sumó a la convocatoria lanzada a nivel local por el Llamamiento de los 100 para Seguir Viviendo y otras 50 organizaciones no gubernamentales. «Voy a estar personalmente al frente de la movilización y la Municipalidad adherirá a la consigna de «No a la guerra»», comentó días antes el intendente de Rosario.
Así, mientras en Génova, Roma, París, Rusia, Berlín, Madrid y Barcelona, entre otras ciudades, se realizaron movilizaciones contra la ofensiva bélica que Estados Unidos quiere lanzar sobre Irak; en Rosario, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, organizaciones de lucha por los derechos humanos, docente, bancarios, empleados de comercio, estudiantes, partidos políticos y autoridades municipales también marcharon en contra de la guerra.
Las iglesias, tanto la evangélica metodista como la ortodoxa, se comprometieron a participar de la movilización. Y la iglesia hizo sonar las campanas de varias parroquias a las 10 y a las 11.
«Queremos que todos los ciudadanos adhieran a esta lucha contra la guerra. Y a los comerciantes les pedimos que coloquen en sus vidrieras banderas blancas como símbolo del pedido de paz», pregonaba el coordinador del Llamamiento de los 100 para Seguir Viviendo, Simón Arelovich, durante los días previos.
La concentración fue el sábado 15 de febrero de 2003 a las 10 de la mañana, en la plaza San Martín (Córdoba y Dorrego). Y desde allí se marchó hasta la plaza 25 de Mayo, frente al Palacio Municipal, donde se leyó un mensaje antibélico. Pero además se continuó en las peatonales de la ciudad con la recolección de firmas contra la guerra, que ya sumó más de cinco mil adherentes.