El intendente revalorizó el compromiso social de quien fuera el impulsor del hoy Banco Municipal de Rosario. Administró la Municipalidad entre 1893 y 1895, período en el cual generó un proyecto para crear una herramienta financiera estatal con el objetivo de beneficiar a los sectores más postergados de la sociedad. Autoridades municipales, provinciales y familiares descubrieron una placa recordatoria y colocaron ofrendas florales en la bóveda familiar.
“Floduardo Grandol fue hace 112 años uno de los hombres de esa generación de fines del siglo XIX que tenía una gran visión y un enorme compromiso en la construcción de un país con progreso social y económico. Una generación que se ocupó de fundar instituciones, de generar espacios de cultura y educación. No es casualidad que en esa época se hayan creado tantas escuelas, teatros (como El Círculo), hospitales y también entidades económicas y financieras, que constituyeron el hilo conductor del desarrollo de Rosario”, dijo el intendente Miguel Lifschitz en el acto homenaje a quien fuera el principal impulsor del hoy Banco Municipal de Rosario.
La ceremonia transcurrió esta mañana en el Cementerio El Salvador, donde se descubrió una placa en homenaje a Floduardo Grandoli y que contó con las presencias del presidente del Concejo Municipal, Miguel Zamarini, el secretario de Gobierno municipal, Horacio Ghirardi, autoridades provinciales, policiales y del Banco Municipal de Rosario, y familiares de Grandoli.
Grandoli estuvo al frente de la intendencia de Rosario entre 1893 y 1895. En su gestión envió a la comisión que entonces hacía de Concejo Deliberante, el proyecto para generar una herramienta financiera estratégica del Estado Municipal, con el objetivo de cumplir una función social destinada prioritariamente a los sectores más postergados de la sociedad.(1)
Lifschitz destacó el sostenido crecimiento del Banco Municipal a pesar de los pronunciados vaivenes económicos y financieros en la historia del país. “Produce una gran satisfacción comprobar la coherencia política con la que se condujo el Banco Municipal, gracias a la cual exhibe un constante desarrollo. Hoy la entidad está ampliando sus vínculos en el territorio, ofreciendo más servicios y otorgando más posibilidades para ampliar las posibilidades productivas de la ciudad. Por esto es bueno mirar la historia, recuperar la memoria y darse cuenta que hoy somos un eslabón más de esta cadena de 112 años que comenzó con Floduardo Grandoli, un hombre que mostró visión y compromiso con su ciudad. Nuestra responsabilidad es la de fortalecer aún más la proyección del Banco Municipal como instrumento de desarrollo de la ciudad y de la región”.
Posteriormente el intendente y las autoridades de la entidad bancaria procedieron a descubrir la placa recordatoria de Floduardo Grandoli, ubicada en la bóveda familiar. También depositaron ofrendas florales.
(1) Como estrategia de fortalecimiento institucional, en el año 1896 nació el Banco Municipal de Rosario como herramienta financiera del Estado municipal, con el objetivo de cumplir una función social destinada prioritariamente a los sectores más postergados de la sociedad del Rosario.
El intendente municipal Floduardo Grandoli (01.12.1893 – 18.02.1895) en la carta que envió a la Comisión que hacía las veces de Concejo Deliberante Municipal , expresó: «Tengo el honor de elevar a esa Comisión el proyecto de un Monte-Pío Municipal. En el Rosario existen, por desgracia, numerosas casas encubiertas bajo la denominación de Monte Pío, que no son otra cosa que centros de usura donde no sólo se explota al necesitado que va allí, aguijoneado por la necesidad de empeñar prenda u objeto más caro para satisfacer los apremios de0l hambre, sino que también se da guarida segura a los artículos robados, por cuanto negociantes sin escrúpulos los reciben sin beneficio de investigación, ignorándose procedencia, propiedad y demás condiciones necesarias para garantir honestamente el empeño. Es un hecho comprobado que la usura hace precisamente sus víctimas en las clases más desheredadas y más acreedoras en consecuencias a la ayuda de los poderes públicos»
Según algunos contemporáneos, la creación del Banco Municipal constituyó un «certero golpe de muerte a los usureros que lucraban escandalosamente con el contrato de prenda» (Juan Álvarez: «Historia de Rosario 1689- 1939», Editorial U.N.R., Rosario, p. 415).
La entidad financiera fue creada por Ordenanza del lº de febrero de 1895, bajo el nombre de Banco Municipal de Préstamos y Caja de Ahorros, nominación modificada a través de la Ordenanza Nº 31, del 14 de mayo de 1940, por la actual de Banco Municipal de Rosario.