Algunas estrellas de nuestra propia Vía Láctea son algunas de las más antiguas jamás vistas.
Las estrellas están en el halo de la Vía Láctea, un velo de estrellas que rodea el disco galáctico, y tienen una edad de hace entre 12 y 13 mil millones de años.
Las primeras estrellas en todo el universo no aparecieron hasta el El universo tenía aproximadamente 100 millones de años, lo que significa que las estrellas recientemente descubiertas fueron adiciones muy tempranas al contenido estelar del universo.
Estás estrellas son las más antiguas del universo, y su comportamiento es diferente
Tres de las estrellas más antiguas registradas en el universo observable se encuentran en la Vía Láctea, la galaxia que alberga el sistema solar y la Tierra. Su comportamiento difiere significativamente del de las estrellas más jóvenes. A pesar de su avanzada edad, estas estrellas son ágiles y se desplazan a cientos de miles de kilómetros por hora, en dirección contraria al flujo de sus compañeras.
La tríada de estrellas fue identificada en el halo de la Vía Láctea, una estructura esférica de gas y polvo que rodea a las galaxias espirales. Cada objeto de esta investigación se encuentra a una distancia de 30,000 años luz de la Tierra, en diferentes partes de la nube.
Esto es un gran descubrimiento pues como las estrellas recientemente vistas y otro grupo de estrellas girando cerca del centro galáctico, es pobre en metales, indica que se formó tan temprano en el universo que los elementos más pesados aún no habían llegado a las estrellas. como nuestro sol.
¿Un dato sin precedentes?
La existencia de estrellas tan antiguas como el propio universo en la Vía Láctea no es exactamente una sorpresa, desde una perspectiva astronómica. La galaxia donde la Tierra se encuentra ha existido y evolucionado durante 13,600 millones de años.
Los astrofísicos saben que estas estrellas ancianas tienden a agruparse en los halos galáctico. Sin embargo, debido a su debilidad relativa en comparación con las estrellas jóvenes, a menudo quedan eclipsadas por la luminosidad de otros objetos o se ven interferidas por polvo y gas espacial.