¿Sabías que ambos próceres mantuvieron una gran amistad y admiración mutua, y que en la Posta de Yatasto se abrazaron por primera vez?
La Posta de Yatasto
Hacia inicios del siglo XIX, Yatasto era una antigua posta ubicada en la provincia de Salta y conocida por ser la sede de importantes reuniones históricas. Hasta allí se había trasladado Manuel Belgrano, a pedido del Gobierno de Buenos Aires, para hacerse cargo de los ejércitos.
En esa época, las postas eran propiedades que se ponían al servicio de los gobiernos y los vecinos del lugar colaboraban con ganado y caballos, servicios por los cuales recibían un aporte.
El 18 de enero de 1812 el Segundo Triunvirato decidió que fuera San Martín quien se quedara a cargo del Ejército patriótico y que Belgrano cesara en dicha función. Sin embargo, por ese entonces las noticias tardaban mucho en llegar y Belgrano continuó en sus tareas hasta fin de mes. Finalmente, el creador de la bandera reconoció el nombramiento de San Martín y le traspasó el comando de las milicias.
Si bien éste fue el primer encuentro en persona que tuvieron Belgrano y San Martín, anteriormente habían mantenido una comunicación epistolar, surgida a instancias de José Milá de la Roca, amigo de ambos y secretario de Belgrano en la expedición al Paraguay. San Martín había redactado para Belgrano unos cuadernillos de estrategia militar. El respeto y la estima que se tenían eran mutuas y ambos compartían el ideal de servir al bien común de la patria.
Cuando Belgrano se enteró que el gobierno había nombrado a San Martín en su reemplazo, se alegró y le escribió: «Mi corazón toma aliento cada instante que pienso que Ud. se me acerca, porque estoy firmemente persuadido de que con Ud. se salvará la patria, y podrá el ejército tomar un diferente aspecto. Empéñese Ud. en volar, si le es posible, con el auxilio, y en venir no sólo como amigo, sino como maestro mío, mi compañero y mi jefe si quiere, persuadido que le hablo con mi corazón, como lo comprobará la experiencia».
El abrazo de San Martín y Belgrano
Animados por estos generosos sentimientos, en 1812 se dieron por primera vez en Yatasto el abrazo histórico. San Martín se presentó a Belgrano, quien lo recibió como su maestro y sucesor y se puso a sus órdenes dando el ejemplo al ir a recibir humildemente las lecciones de tácticas y disciplina.
A partir de ese momento, la simpatía nacida a través de cartas se transformó en mutua admiración. Belgrano murió convencido que San Martín era el genio tutelar de la América del Sur. Hasta sus últimos días, San Martín honró la memoria de su ilustre amigo como una de las glorias más puras del nuevo mundo.
Además, la posta de Yatasto albergó a Martín Miguel de Güemes, militar y político cuya figura es una de las más reconocidas y valoradas por el pueblo salteño. La casa principal, sobre el camino real que conducía al Alto Perú, se destacaba por el alto balcón, la extensa galería cubierta, sus talladas puertas de madera y las rojas tejas de media caña del techo salidizo.
En 1942 fue declarada Monumento Histórico Nacional y desde el año 1950, funciona como museo. La construcción conserva el mobiliario y algunos objetos que permiten reconstruir y evocar acontecimientos históricos que marcaron el camino de la independencia del país. Está ubicado en Caseros 549, Ciudad de Salta.
TELAM