La velocidad de la revolución da escalofríos: lo que hace meses parecía ciencia ficción se hizo realidad esta semana, cuando los gigantes del sector anunciaron avances en la carrera por dar al espectador lo que quiera, cuando quiera y en el formato que quiera.
Hace diez años, en pleno boom de las puntocom, una firma del sector emitió una publicidad que terminó siendo profética.
El anuncio mostraba a un cliente aburrido recorriendo un videoclub, cuando súbitamente, en medio de efectos especiales y música estruendosa, las estanterías comenzaban a llenarse con todas las películas y programas de TV jamás grabados.
La empresa quería así ilustrar el verdadero potencial de un internet aún limitado. Una década después esa utopía parece una realidad inminente.
La red ya saltó de la PC a los teléfonos y ahora está decidida a hacerlo a la televisión.
En la nueva era digital, el usuario verá en la pantalla sus películas y programas favoritos sin límite, a pedido y a través de su conexión a internet.
La velocidad de la revolución da escalofríos: lo que hace unos meses parecía ciencia ficción comenzó a materializarse esta semana, cuando los gigantes del sector anunciaron importantes avances en la carrera por dar al espectador lo que quiera, cuando quiera y en el formato que quiera.
El alma de Apple, Steve Jobs, anunció esta semana la segunda generación de Apple TV, un dispositivo con wi-fi para ver programas y películas a través del TV o de otros monitores. El precio no será un impedimento: u$s 99.
Pero en su batalla por controlar lo que los analistas llaman “tercera pantalla” (después de la de los “smartphones” y las computadoras), Apple tiene rivales de peso.
En la feria electrónica de Berlín (IFA), Sony anunció también esta semana que extenderá a Europa su servicio Qriocity, que utiliza internet para emitir películas, programas y música en los televisores de la marca, su consola Playstation, sus portátiles Vaio y los teléfonos inteligentes de la compañía.
También Google avanza en la misma dirección. Medios especializados anunciaron esta semana que el gigante de las búsquedas por internet y dueño de Youtube ofrecerá películas de pago y shows de TV a los cientos de millones de usuarios del popular portal de videos.
Y eso no es todo: para este mismo año se espera el lanzamiento de Google TV, un dispositivo que combinará la grabación digital, la televisión tradicional, los contenido vía “streaming” (sin necesidad de descarga) y los motores de búsqueda de la empresa.
El nuevo romance entre TV e internet tampoco escapa a Amazon. El líder de venta de ocio minorista online negocia con los estudios de Hollywood y de TV un servicio de suscripción que permitiría a los usuarios acceder a una gran cantidad de contenidos mediante el pago de un abono mensual.
No hay que olvidarse además de hulu.com (servicio no disponible por ahora en Argentina), una web de programas de televisión, o del servicio de alquiler de videos Netflix, que ofrece miles de películas que los suscriptores pueden ver de forma inmediata.
La expectativa de los usuarios contrasta con el temor de las compañías de televisión por cable y satelital, para las que tanta novedad representa un verdadero reto: el fin del broadcasting.
Su lucha por que internet quede confinado a la computadora, según los expertos, tiene los días contados.
(Fuente: La Capital)