Madrid: En las mayores protestas antibélicas registradas desde la guerra de Vietnam, millones de personas en todo el mundo se volcaron a las calles para protestar contra los planes de guerra estadounidenses y británicos en Irak. En Estados Unidos, cientos de miles de personas se congregaron en numerosas ciudades para expresar su oposición a la guerra. Solamente en Nueva York se dieron cita unas 100.000 personas, según cifras oficiales, entre ellos destacados escritores, músicos y actores.
La principal manifestación en la ciudad se extendió unas 24 cuadras a lo largo de la Primera Avenida, pero rápidamente se multiplicó y alcanzó la Segunda y la Tercera Avenida debido a la gran cantidad de personas que no paraba de llegar. Las manifestaciones fueron particularmente grandes en Gran Bretaña, Italia y España, cuyos gobiernos apoyan a Washington en su posición de proceder militarmente contra Irak. Las protestas transcurrieron pacíficamente en todo el mundo, y sólo en Atenas la policía empleó gas lacrimógeno y bastones contra un pequeño grupo de revoltosos.
El alcalde de Londres, Ken Livingstone, dijo que más un millón de personas participaron en la marcha celebrada en la capital británica, mientras que los organizadores hablaron de incluso más de un millón y medio de personas.
En Roma, un millón de personas, según la policía, acudieron a la manifestación contra la guerra. Según los organizadores fueron tres millones de participantes. Los jóvenes, que eran la gran mayoría de los manifestantes, acudieron a la capital italiana en colectivos venidos de todas partes del país.
En España, el centro de Madrid se paralizó con una gran manifestación sin precedentes que, junto a otras 54 ciudades del país, gritó «No a la guerra» contra Irak. La protesta contra la guerra sólo fue comparable con la que tuvo lugar tras el intento de golpe de Estado de 1981 y con la que rechazó el asesinato por parte de ETA del concejal del Partido Popular (PP) Miguel Angel Blanco, en julio de 1997.
Por su parte, Berlín vivió la mayor manifestación pacifista de su historia, cuando más de medio millón de personas desbordaron el centro de la capital alemana.
En Francia, cientos de miles expresaron su oposición a la guerra. De acuerdo con los organizadores, fueron 500.000 manifestantes, 250.000 en París. El Ministerio del Interior y la policía se refirieron a cifras considerablemente más bajas: 100.000 personas en la capital y en otras grandes ciudades del país un total más de 100.000.
En otros numerosos puntos del globo se registraron importantes manifestaciones, que convocaron a 150.000 personas en Melbourne, 60.000 en Oslo y Beirut, 50.000 en Stuttgart, Copenhague y Sevilla, 40.000 en Amsterdam y Berna y 35.000 en Bruselas. Las manifestaciones también llegaron a Extremo Oriente. Tokio y Seúl destacaron, pero hubo asimismo manifestaciones pacifistas en Taiwán, además de Pakistán e India.
La protesta también se hizo sentir en Argentina
Buenos Aires.-En consonancia con la protesta mundial, miles de personas salieron ayer a las calles de las principales ciudades del país para oponerse a la guerra.
Convocadas por organizaciones de derechos humanos, gremiales, sociales, culturales, estudiantiles y fuerzas políticas, en Capital Federal los manifestantes se concentraron en Recoleta, Barrio Norte y Palermo. A pesar de la intensa lluvia, cerca de las 17 iniciaron la marcha hacia la embajada de Estados Unidos (ubicada en Colombia y Sarmiento), que estuvo fuertemente custodiada por la policía.
Prolijamente encolumnados y levantando pancartas con la consigna «No a la guerra, sí a la paz», los manifestantes corearon durante la caminata consignas antibélicas. La marcha se prolongó hasta la noche y sólo un pequeño grupo derribó algunas vallas frente a la legación estadounidense, la que, con ironía, fue aplaudida.
La marcha en Buenos Aires formó parte de los actos que se multiplicaron en el mundo a la misma hora, de acuerdo a lo resuelto por las organizaciones sociales y políticas que participaron del III Foro Social Mundial, realizado meses atrás en Porto Alegre, Brasil.
A su vez, en diferentes ciudades argentinas cientos de personas se manifestaron en contra de una nueva guerra en el golfo Pérsico. Las voces de repudio se escucharon en Rosario, Santa Fe, Jujuy y Ushuaia, entre muchas otras.
Paralelamente, la Mesa del Diálogo Argentino reclamó en un comunicado al gobierno y al Congreso de la Nación «que se abstengan de cualquier tipo de intervención» en caso de desencadenarse la guerra contra Irak y pidió que toda intervención de carácter humanitario «se canalice a través de Cáritas Internacional». Los candidatos a presidente y vice del PS, Alfredo Bravo y Rubén Giustiniani, quienes participaron de la marcha, remarcaron la «necesidad de considerar la paz como valor fundamental a defender en todo el mundo».