Una multitud de mujeres, lesbianas, travestis, trans, bisexuales y personas no binarias sacaron a las calles el reclamo contra las desigualdades y violencias
Desde una mesa en un bar de la peatonal Córdoba, los habitués se sorprendieron con una «interminable» columna de mujeres, lesbianas, travestis, trans, bisexuales, personas no binarias y también algunos hombres. Rumbo al Monumento a la Bandera, los manifestantes continuaban desfilando a buen ritmo y en una sólida marea humana donde no faltaban redoblantes, cánticos, banderas, risas cómplices, carteles y bengalas de humo verde. En cada esquina, durante más de una hora se vio desfilar a los manifestantes que sacaron a las calles sus reclamos por el 8M, el Día Internacional de la Mujer.
Rosario se sumó así a la consigna «la deuda es con nosotres y nosotras», con el que decenas de miles de mujeres se movilizaron en todo el país, en una jornada con un paro nacional contra la violencia machista. El 8M por la reivindicación y visibilización de la lucha contra las desigualdades y violencias se hizo sentir en la ciudad con una gran movilización, acompañada con diversas actividades.
Distintas fuentes aseguraron que unas 60 mil personas llegaron hasta el Monumento Nacional a la Bandera para disfrutar del festival de cierre, mientras que algunos organizadores arriesgaron cifras más elevadas.
Los manifestantes se concentraron este martes a las 17 en plaza San Martín para marchar por Moreno, San Lorenzo, Laprida y Córdoba hasta el Parque Nacional a la Bandera, epicentro de las actividades.
Allí se realizó una feria y se desarrolló un festival cultural y la lectura de la proclama, con la conducción de Rubí del Mar e Irma López. Con la participación de «Lo que dijo la niña», Gaby Segovia y su banda «Indie Rock», Ji Do.Productorx, música electrónica y «Fieras samba reggae».
Mientras tanto, la Catedral de Nuestra Señora del Rosario estuvo vallada desde horas antes de que llegara la manifestación y custodiada por personal policial.
El boleto del transporte urbano de pasajeros fue gratuito para que mujeres y disidencias puedan llegar hasta el centro a participar de la marcha y regresar a sus hogares.
Irene Gamboa, dirigente del PTS-Frente de Izquierda y de la agrupación de mujeres Pan y Rosas, aseguró que «este 8 de marzo Rosario volvió a expresar una gran fuerza de mujeres y disidencias en las calles lo cual es un gran punto de apoyo para las peleas que tenemos por delante contra el acuerdo del gobierno con el FMI».
«En dos días el gobierno de Alberto Fernández hará votar en el Congreso este acuerdo. Esto para nosotras y en especial las trabajadoras implica mayor ajuste y precarización en nuestras vidas, peores jubilaciones, peores salarios y condiciones de vida. La violencia contra nosotras es cada día peor, como lo demostró el aberrante hecho de Palermo», indicó.
Fotos: Héctor Rio / Fuente: La Capital