En el marco de la movida mundial por el Día Internacional de la Mujer, esta tarde habrá una movilización hacia el Monumento
Por Eugenia Langone / La Capital
“Si nosotras paramos, se para el mundo”. La consigna se adopta cada 8 de Marzo transformando el tradicional Día de la Mujer en una convocatoria cada vez más amplia al Paro Internacional y Plurinacional de mujeres, lesbianas, bisexuales, travestis, trans, intersex, identidades no binarias, personas con discapacidad, afros, originarias e indígenas.
Habrá múltiples actividades, huelga y movilización. Y a las 19 se leerá en el Monumento Nacional a la Bandera una proclama consensuada por organizaciones feministas, de mujeres, de la diversidad sexual, políticas, sociales y sindicales.
Colgar una cinta o pañuelo violeta en balcones y ventanas, sumarse en redes sociales con los hashtag #ParamosRosario8M2021 y #Paro8M2021Rosario son las propuestas para sumarse a este 8M en forma virtual o presencial y cuidada, utilizando barbijo y manteniendo la distancia social. La gestión provincial desobligará a las empleadas de la administración pública, cada gremio adoptará una modalidad de protesta y la intersindical que participa de la Asamblea de Mujeres convocaron a desobligar a las trabajadoras para participar de la movilización.
También la Asociación de Meretrices de la República Argentina (Ammar) convocaron a la huelga bajo la consigna «Las putas también paramos» en contra de la violencia institucional y bajo el hashtag #mitrabajonoesdelito.
La violencia que no cesa
Razones para parar, movilizarse y exigir el fin de la violencia machista sobran: 47 femicidios sucedieron en la Argentina solo los primeros meses del año, el 17 por ciento de ellos cometidos por integrantes de las fuerzas de seguridad y tres de cada diez de las mujeres asesinadas ya habían denunciado a sus agresores.
Estos últimos dos indicadores, de acuerdo al Observatorio de Género de MuMalá se incrementaron respecto de enero y más aún, dos de cada diez de las víctimas había obtenido de la Justicia una medida de protección y la restricción de acercamiento de sus atacantes. Así y todo, las mataron.
Las cifras de las mujeres muertas representan un femicidio cada 30 horas en el país, a los que se suman además otras 9 muertes violentas asociadas al género, vinculadas a economías delictivas o colaterales y robos, otra decena de crímenes en investigación y 64 intentos de femicidios.
Por eso, una vez más, la declaración de la Emergencia Nacional en violencia contra las mujeres, lesbianas, bisexuales, intersexuales, trans, travestis, identidades no binarias, infancias, personas con discapacidad, afros y originarias, así como un abordaje integral y articulado el Estado nacional, provincial y municipal, abrirá esta tarde la lista de reclamos.
La reforma de la Justicia no solo quedará afuera, sino estará a la cabeza de las urgencias que se plantearán. En ese sentido, la concejala justicialista y vicepresidenta del PJ Santa Fe, Norma López, recalcó la necesidad de que “funcionarios del Poder Judicial dejen de ampararse en sus privilegios y sean responsables a la hora de ordenar medidas de prevención que la ley establece”, y agregó: “Debemos realizar una profunda reforma de la Justicia que incorpore perspectiva de género y sanciones para quienes no garanticen el derecho humano a vivir una vida libre de violencia”.
La desigualdad que sobra
A la violencia cotidiana se suman las condiciones desiguales hacia adentro de los hogares —las mujeres realizan el 76 por ciento del trabajo doméstico y de cuidado no pago— como en el mercado laboral, de donde son más precarizadas y excluidas, tienen menos acceso a puestos de decisión y la brecha salarial se sostiene.
De acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) sobre la población de 30 a 64 años, mientras ocho de cada diez varones están ocupados, en esa misma franja etaria las mujeres que acceden a un empleo formal son cinco.
“Del mismo modo la desocupación en las mujeres es del 13,1 por ciento, mientras que en los varones es del 10,6 por ciento”, detalló el diputado Carlos Del Frade sobre los datos oficiales.
Esos mismos indicadores revelan que 14,2 por ciento de las mujeres están subocupadas, mientras esa proporción desciende al 12,8 por ciento si se la mira entre los varones. Y apenas 4 de cada diez mujeres tienen cargos directivos o de jefaturas.
“Las personas que más sufren la discriminación laboral y salarial son las mujeres”, recalcó el diputado provincial.
Servicios, salud y cuidados
Siguiendo el análisis del mercado laboral, la concejala López también apuntó a los datos del INDEC y detalló que “las mujeres argentinas trabajan mayoritariamente en los sectores de servicios, salud, cuidados y educación”.
Más aún, representan el 99 por ciento de empleadas en casas particulares, aunque apenas el 27,2 por ciento están registradas.
“Quienes tenemos responsabilidades políticas y de gestión, debemos trabajar activamente por la igualdad y la distribución de la riqueza, con eje en los derechos laborales de las mujeres y personas de diversidad; por erradicar la brecha salarial con varones que en nuestro país asciende al 22,7 por ciento”, insistió López.
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