Historias de las instituciones públicas rosarinas
La Biblioteca Argentina Dr. Juan Álvarez, es la biblioteca pública más importante de la ciudad.
Sus objetivos son desde hace casi 100 años: satisfacer las necesidades informativas de la comunidad, proporcionar materiales de apoyo a la educación, a la formación continua, al auto aprendizaje, al desarrollo personal y disfrute del ocio de todos los ciudadanos, sin discriminación de ningún tipo, reunir y preservar la bibliografía de y sobre la ciudad.
Colaboración enviada por Juan Pablo Robledo
publicada primeramente en la revista Rosario Su historia
Un verdadero monumento cultural, un templo pedagógico cuyos orígenes se remontan a los principios del siglo anterior. En sus paredes se encuentran silenciosas memorias implacables de la historia y el desarrollo de la ciudad.
Un proyecto, que empieza a tomar forma
Antes de la inauguración de la Biblioteca Argentina existían en la ciudad dos grandes bibliotecas, la Biblioteca Popular Rosario ubicado en San Martín 1046, en los Altos del Mercado, y la Biblioteca Pedagógica, ubicada en la Escuela Superior de Comercio. Ambas eran “inadecuadas, su organización deficiente y su riqueza bibliografía mezquina”. Esto unido a la gran necesidad de dar impulso a la cultura pública determinó al secretario de la intendencia municipal, Dr. Juan Álvarez en la nota redactada al intendente de Rosario, el DR. Isidro Quiroga, el 27 de Septiembre de 1909, según señala Alfredo Levell y Saínz de Ajá en su obra ”Biblioteca Argentina”.
También en tal nota Álvarez señala que ”al cumplirse 100 años desde que la ciudad de BS AS nombró a una junta de Gobierno (…) no existe en esta ciudad ni una sola biblioteca susceptible de cumplir dignamente la función que tales establecimientos están asignados. Por el adjunto solicito a V. S. la autorización necesaria para fundar en Rosario una Biblioteca Argentina (…) ninguna Biblioteca de tal género existe en la República y ofreceremos sin dudas un espectáculo honroso…”
“Conocer es amar, ignorar es odiar”
El templo cultural se puso en marcha sin saber que se convertiría en unos de los principales escenarios del saber de la ciudad y del país. Con loable celebridades adjuntan la construcción de la obra previa licitación pública los arquitectos Alejandro Arselli y Ricardo Herrera Duclaux, quienes dan por terminada la obra, antes de cumplirse el año de su iniciación, el 24 de Mayo de 1911.
Producto del esfuerzo y rendimiento del Director Dr. Juan Álvarez y la colaboración del bibliotecario Alfredo Lovell, la biblioteca abría sus puertas al público el 27 de mayo de 1915 con 9423 fuerzas bibliográficas, catálogos y clasificados. El 24 de julio tenía lugar el acto de inauguración oficial, circunstancia en la que Joaquín V. González pronunció su magistral conferencia ”La biblioteca y la cultura pública” de la cual el Dr. Álvarez tomó la frase “conocer es amar e ignorar es odiar” adoptándolo como el lema de la Biblioteca.
A partir de ese momento se comienza a utilizar el salón municipal como local permanente para esa y otras instituciones. Y por ese camino llegó a ser también un punto de encuentro habitual de la sociedad rosarina de entonces.
El fundador y primer Director fue el Dr, Juan Álvarez (1910/1913) luego le sucedieron en la dirección el Dr. Camilo Muniagurra, desde 1913, hasta su muerte en 1937. Y a partir de entonces se nombró a un Directorio que presidieron sucesivamente el Dr. Nelson Joaquín Lagos, el Dr. Juan Carlos Álvarez y Estelfedro Ferioli. Luego la Biblioteca pasó a depender de la Municipalidad, a cargo de su Director José B. Ghio.
Puede afirmarse que desde la iniciación de sus actividades la Biblioteca Argentina propendió por todos los medios a su alcance a extender sus influencias en el progreso de la cultura, del medio colectivo que le fue designado. Miles de personas pudieron acrecentar sus conocimientos, proseguir en sus estudios y elevar sus vidas en el plano espiritual y el de sus aptitudes profesionales debida a la gran variedad y riqueza de su gran bibliografía, a la serenidad de su ambiente, a la atención de su personal y a la prestación a domicilio.
Además la Biblioteca atesora diversos diarios, revistas y documentos del siglo pasado. A partir de 1956, la Biblioteca Argentina fue designada la primera Biblioteca en el interior del país, depositaria de las publicaciones y documento oficiales de ONU, OEA y GATT y asociada desde 1991 a la red de la UNESCO para bibliotecas. Y también fue visitada por varios intelectuales nacionales, como J.L.Borges, Bernardo Houssey, Gabriela Mistral, entre otros.
Primeras donaciones
Entre las primeras donaciones a la Biblioteca se destacan una parte de la biblioteca de Juan Álvarez y un mueble biblioteca de tres cuerpos, donados por familiares, la Embajada de Brasil, dona 81 volúmenes, subsidios de 9900$ por parte de la Comisión Protectora de Bibliotecas populares, subsidios fondo Nacional de Artes 18000$, entre otras donaciones.
La actualidad de la Bilioteca
Hubo numerosos intentos de ampliaciones y de modificaciones. Pero recién en la gestión del intendente Alfredo Natale y merced de los diligencias a cargo de directivos y amigos de la institución, se cambia la ubicación de la Biblioteca sobre la calle Pte. Roca, que se conecta con el edificio existente. Sobre este se elaboró un proyecto de un complejo edilicio de casi 3500m2 de superficie. Para este objetivo fue merced el traslado de depósito de libros al interior de la sala de lectura, la mudanza de hemeroteca y la sala de niños.
El siglo XXI llegó con nuevos desafíos.
La severa crisis económica que el país sufrió desde la década de los noventa trajo aparejado problemas presupuestarios para todas las instituciones sociales y la cultura no pudo escapar de ello.
La irrupción de nuevas tecnologías de la comunicación y su posterior masificación plantean nuevas preguntas a la biblioteca como institución. La puesta en marcha de una sala de informática con acceso gratuito a Internet es una buena prueba de una exitosa adaptación a los tiempos digitales.
Bibliografia:
Diario: Archivo diario «La Capital»
libro: «La Biblioteca argentina» vol I de Alfredo Levell
libro: «Las bodas de plata de la Biblioteca Argentina» de Francisco Cignoli.