Las antiguas tribus de homínidos detenían la propagación de enfermedades mortales agrupando a sus enfermos, lo que les permitió a nuestros antepasados construir sociedades más numerosas y complejas.
Los humanos son la única especie que reúne a las personas enfermas en lugares como hospitales para controlar las enfermedades.
Un nuevo estudio publicado en Nature ha descubierto que este tipo de cuidado comunitario empezó en grupos de baja densidad antes del advenimiento de la agricultura en el período neolítico, en el año 10.000 a.C.
Inicialmente, este cuidado debió de proveerlo un sistema basado en el parentesco, principalmente padres, hermanos y primos del individuo enfermo. Este sistema era una buena forma de controlar las enfermedades, ya que limitaba el número de personas expuestas a ellas. Al mismo tiempo, el riesgo de transmisión se mantenía limitado a las personas de la familia, lo que impidió la propagación de enfermedades fuera de ese círculo.
Como resultado, las tribus prehistóricas de homínidos pudieron desarrollarse en sistemas sociales más complejos, a pesar del mayor riesgo de infección que conllevan.
Un equipo de investigadores liderado por Sharon Kessler de la Universidad de Durham utilizó modelos informáticos para simular la evolución del cuidado en cuatro sistemas sociales diferentes, utilizando tamaños de comunidad de 50-200 individuos reconstruidos como ‘Homo habilis’ temprano, ‘H. erectus’, ‘H. heidelbergensis’, ‘H. neandertalensis’ y ‘H. sapiens’.
Para ello, el equipo sintetizó datos de los registros de fósiles, paleogenómica, ecología humana y modelos de transmisión de enfermedades.