En uno de los grandes locales que ocupaba la tienda Beige (Sarmiento entre Córdoba y Rioja), una cuadrilla de operarios trabaja a full: en el lugar abrirá una cafetería de marca europea con diseño y servicios que prometen ser «de altísimo nivel y muy poco convencionales». A escasos 100 metros por la peatonal, donde durante años estuvo Casa Tía, ya «están en firme» los preparativos para un megashop de deportes. Y donde hasta hace poco tiempo se levantaba Zara, cuatro interesados mantienen una dura puja por ver quién se quedará en las instalaciones del edificio inteligente de tres pisos ubicado en Córdoba al 1300. Se trata de casos paradigmáticos, pero no aislados.
En una recorrida, casi todos los comerciantes dicen, con cautela y a la vez optimismo, que el microcentro rosarino exhibe incipientes signos de reactivación. No faltan los que lo ligan a la apertura del tránsito (ver aparte).
De Zara, Tía y Beige, las tres grandes tiendas que cerraron en los últimos meses, sólo la primera tiene aún destino incierto.
El local que perteneció a la firma española exhibe un cartel que promociona el «edificio inteligente» con un número de teléfono, pero desde esa línea declinan revelar quién será el próximo ocupante. Sin embargo, pudo saberse que uno de los mayores interesados es Daniel Peressotti, listo para instalar un enorme local de farmacia, perfumería, servicios de enfermería, ortopedia y otros rubros asociados. Que se concrete su plan o no, dependerá de la puja que mantiene con otros tres postulantes cuyos datos se excusó de revelar.
En donde estaba Casa Tía, sigue la obra para instalar un megashop de deportes de Sport 78, que abrirá en noviembre.
Secreto, pero no tanto
Lo más novedoso es el plan que se reserva para el local ocupado durante décadas por Beige, que ya está en plena refacción. Allí se instalará una cafetería de una cadena extranjera con marca propia, cuyo nombre por ahora los responsables del proyecto mantienen en estricto secreto. «Sólo podemos anticipar que respetará un modelo bien europeo», arriesga el empresario Daniel Schwarzstein.
Al menos se sabe que la cafetería ofrecerá merchandising y un «altísimo nivel de diseño» propios, con especialidades «poco convencionales: sándwiches diferentes y una línea de café bien a la italiana». La idea es que funcione como un bar temático, cuyo eje es el viaje: «Que por un rato la gente sienta que está en otro lado». En el 1er. y 2º piso, los empresarios todavía escuchan ofertas, pero una de las ideas es montar una galería de arte.
Cruzando Sarmiento, la apertura de una conexión entre las galerías Favorita, Libertad, César y Calle Angosta (con otras salidas por Córdoba, Mitre y Rioja) también está rindiendo frutos: en la primera se abrieron cuatro nuevos negocios, en la segunda sólo queda un local por alquilar y en la última la ocupación subió 50%.
«De a poco la actividad parece irse recuperando», sostiene Cristina, a cargo de la administración de la Galería Libertad. Entre los indicios, menciona que «hay más movimiento», condición sine qua non para las ventas, e incluso que en las últimas semanas ha registrado «mayor voluntad» de los comerciantes para ponerse al día con las deudas de expensas.
«Quizás la gente se está adaptando a la nueva situación y los que tienen, se animan un poco más a gastar», arriesga. Un factor clave que ayuda a la reocupación de los locales es que «muchos propietarios aceptan otros precios de locación». Lo cierto es que se advierte un efecto de contagio: con más locales abiertos y nueva oferta comercial, aumenta la circulación.
Las galerías Paseo Peatonal y Palace Garden también tienen la ocupación a full. Si se cierran locales, al mismo ritmo se reabren. El encargado del bar Nigel de Calle Angosta hace la salvedad de que el impacto económico de esa movida dependerá básicamente de «si crece o no la capacidad de consumo de la gente».
Por la peatonal también se ven varios locales en obra o inaugurados en los últimos tiempos. En lo que era Yagmour (Córdoba 1235), abrirá el mes próximo un negocio de ropa deportiva Puma. Al 1274, Bisquik reabrió remodelado. Al 1310, Unimog inauguró el sábado último. Al 1471, K-Pass reemplazó a Chocolate, cerrado en diciembre. Metros más allá, Royal instaló un megalocal de golosinas.
Una señal también positiva es la venta a empresarios porteños de la planta baja y subsuelo del Palacio Fuentes (Sarmiento y Santa Fe), luego de tres años sin oferentes. Ahora la expectativa está centrada en el destino que se dará al inmueble.