El XXIV Encuentro y Fiesta Nacional de Colectividades en el Parque Nacional a la Bandera, del 7 al 16 de noviembre de 2008, volverá a ser el evento popular más importante de la ciudad y su región, ya que allí el sentir y el hacer de medio centenar de colectividades extranjeras se expresarán durante diez noches, a la vera del Paraná.
La fiesta es organizada por el Ente Turístico Rosario, en forma conjunta con la Asociación de Colectividades Extranjeras de Rosario, bajo el auspicio general de la Municipalidad de Rosario y la especial participación del Gobierno de la Provincia de Santa Fe y el aval de la Secretaría de Turismo de la Nación, que la declaró en su momento fiesta Nacional.
Como viene ocurriendo desde 1985, aromas y sabores, música y danzas ocuparán la atención de los miles y miles de visitantes que anualmente convoca esta fiesta considerada por su magnitud como una de las más importantes del país y de especial trascendencia a nivel internacional ya que ha sido evento atractivo para muchos extranjeros que encuentran allí una forma imaginaria de dar “la vuelta al mundo en una noche”, al mismo tiempo que ella ofrece la posibilidad de hallar un rincón de su tierra, talvez lejana.
Ha sido constante preocupación del Encuentro y Fiesta Nacional de Colectividades sostener los valores culturales que aquellos inmigrantes supieron traer a la ciudad, cuando comenzaron a llegar a mediados del siglo XIX y que hoy marcan su impronta en cada esquina de la urbe, con costumbres, gastronomía y hasta la arquitectura que caracteriza a “la ciudad cuna de la bandera”.
Por eso, el Encuentro es una forma de fortalecer año tras año los vínculos legados de generación en generación, hasta nuestros días, ya que los jóvenes cumplen un rol importante en la fiesta, aportando toda su gracia, frescura y colorido, claramente manifiestos en el escenario y en las callejuelas que espontáneamente surgen entre los diferentes stands.
Cuando se dice que Rosario es crisol de razas, es indudable que la fiesta es la más clara expresión de ello, motivo por el cual la ciudad y su región de influencia la han convertido en un auténtico ícono de nuestra cultura.