Las 2.800 inspecciones que durante el año pasado realizó en Rosario la Secretaría de Estado de Trabajo y Seguridad Social de la provincia de Santa Fe, hicieron posible que 5.916 trabajadores fueran registrados –esto es, pasaron a estar “en blanco”–, por las empresas… Las 2.800 inspecciones que durante el año pasado realizó en Rosario la Secretaría de Estado de Trabajo y Seguridad Social de la provincia de Santa Fe, hicieron posible que 5.916 trabajadores fueran registrados –esto es, pasaron a estar “en blanco”–, por las empresas.
La cifra representa cerca del 70 por ciento de los empleados detectados “en negro”, de acuerdo a los operativos que llevó a cabo el personal de esa repartición. Además, es una expresión más de la presencia del Estado como regulador de las relaciones laborales, sin pretensiones de sanción ni de hostigamiento. “El objetivo es que se regularice la situación del trabajador, ya que no nos interesa cobrar una multa”, explicó el titular de la cartera laboral provincial, Alberto Gianneschi.
Al respecto, el funcionario enumeró: “Desde el 1º de enero de 2004 llevamos registrados en toda la provincia 2.750.000 trabajadores. Con los nuevos inscriptos de enero estaríamos sobrepasando los 282.000 trabajadores en blanco, es decir, el 45 ó 50 por ciento del total de trabajadores provinciales se blanquearon en la gestión de Obeid”. Se considera que el blanqueo en Rosario podría ser superior en base a los índices de desocupación que tuvo la ciudad.
La desocupación en Rosario, medida a octubre de 2006, es del 11,2 por ciento, aunque se estima que el índice puede ser mayor, si se tienen en cuenta dos datos: las migraciones internas y las personas que volvieron a buscar trabajo, atraídas por la demanda de empleo.
Respecto de la relación entre los operativos de la Secretaría de Estado de Trabajo y el incremento de empleados “en blanco”, Gianneschi explicó que en buena medida esto responde a que el objetivo de esa repartición provincial no es multar a la empresa que tiene trabajadores en situación irregular. “Cuando se hacen las inspecciones y se detectan trabajadores sin registrar, la Secretaría fija una audiencia con el empresario, a la cual éste se presenta con el 70 por ciento del personal ya registrado”. En el caso de que la empresa no cumpla con las inscripciones, se labra un acta de infracción y al finalizar el sumario, si aún tiene personal “en negro”, se informa a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
CONVENIO CON LA NACIÓN
En este sentido, Provincia y Nación actúan en el mismo sentido. A partir de enero de este año, la Secretaría de Estado de Trabajo va a recibir los mismos datos que la AFIP gracias a un convenio firmado entre el gobernador Jorge Obeid y el organismo recaudador.
El convenio se llama “Unificación y Simplificación Registral” y corresponde al artículo 39, de la Ley 25.877 –derogado por la trístemente famosa ley de la “Banelco” del gobierno del ex presidente Fernando de la Rúa– que impuso al Ministerio de Trabajo y los organismos provisionales, unificar y simplificar la registración de los trabajadores.
El nuevo sistema está funcionando en parte. Las primeras pruebas se hicieron en Rosario, aunque los ajustes y adecuaciones necesarias para compatibilizarlo con todas las áreas, permitirá su uso pleno recién en abril.
De acuerdo al análisis que realiza Gianneschi, la gran cantidad de registraciones y la instrumentación del nuevo sistema se dan en un momento en el que las empresas tienen mayor rentabilidad y, por lo tanto, el riesgo de tener trabajadores sin registrar es muy alto, no sólo por los accidentes de trabajo, sino también por las inspecciones.
También los operativos que realizan el Ministerio de Trabajo, la AFIP y la Secretaría de Estado de Trabajo, impiden las posibilidades de evasión, ya que estos organismos comparten la información recabada.
Para el titular de la cartera laboral provincial, el incremento del trabajo “en blanco” también es consecuencia de que “los gremios han recuperado mucha representatividad. Hasta 2005 la mayoría de las denuncias que llegaban a la Secretaría eran individuales y en 2006 son los gremios los que vienen a hacer el reclamo. Al bajar el desempleo, se rompe el límite que tenía el trabajador: el temor al despido”. Gianneschi agrega: “Estamos trabajando con una legislación laboral que sea transformadora de conductas, adecuada a la realidad y no conservadora, porque las leyes son los valores con que miramos los hechos, para modificar conductas, no para conservarlas”.
SEIS MIL PLANES SOCIALES PASAN A CAPACITACIÓN
“Los planes sociales se redujeron de 108 mil a 102.000. Son 6.000 personas que pasan al (denominado) Plan Capacitación”, señaló Gianneschi, y explicó que las capacitaciones se hacen en base a acuerdos territoriales y a las necesidades que plantean las empresas.
“Nos interesa que se haga sobre la posibilidad cierta de inserción al trabajo genuino. Como la construcción es la que más personal requiere, hacemos cursos permanentes con la UOCRA (Unión Obrera de la Construcción), pero también se necesitan en metalmecánica e industria del calzado. Ahora vamos a capacitar a taxistas por las 500 licencias nuevas (que se otorgaría en Rosario), esto fue a pedido de la CGT y el gremio que los nuclea”, concluyó el funcionario.
NUEVAS INDUSTRIAS EN EL GRAN ROSARIO
En el Gran Rosario se instalaron nuevas industrias aceiteras, empresas de la construcción y metalúrgicas, todas fuera de la ciudad. En estos establecimientos hay alrededor de un 12 por ciento de puestos de trabajo que no se pueden cubrir por falta de personal capacitado.
“Por lo general las competencias que se están buscando y no se encuentran se dan en el sector metalúrgico y en la construcción, pero también afecta a todo tipo de personal especializado. La construcción es la que más personal recluta, pese a que sigue siendo una de las actividades con más trabajadores en negro, porque se vale de contratistas que tienen trabajadores sin registrar”, puntualizó Gianneschi.