
El Gobierno defiende la trazabilidad electrónica: “Es importante para conquistar más mercados”
A partir del 1° de enero próximo, todos los terneros y terneras que se desteten en Argentina, deberán incorporar un botón, bolo ruminal o transpondedor inyectable con el que se podrán llevar adelante toda su trazabilidad de manera electrónica.
Esta obligación para los productores ganaderos, que quedó firme tras la publicación de la resolución correspondiente realizada por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), fue confirmada además en las últimas horas por el subsecretario de Producción Agropecuaria y Forestal, Manuel Chiappe.
El funcionario estuvo en una reunión con representantas de la cadena de ganados y carnes –productores, criadores, cabañeros e industriales– a quienes les explicó cómo es el sistema que el Gobierno decidió poner en marcha y cuáles son sus objetivos.
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TRAZABILIDAD: UNA “ACTUALIZACIÓN” DE LAS CARAVANAS
Como primera medida, Chiappe recordó que las caravanas son obligatorias desde 2007 y que, ahora, lo que se está haciendo es “simplemente cambiar la tecnología, aggiornandola a lo que el mundo pide y a lo que realmente la calidad de la carne argentina se merece no solo para la exportación, sino también para para tener un mejor producto para el consumo interno”.
“Es, digamos, darle sentido a la caravana electrónica, desde que uno la coloca en el ternero hasta que llega la res al gancho en el frigorífico, y poder tener todo ese seguimiento de la información”, resumió Chiappe ante la consulta de Valor Agregado Agro.
Y agregó: “No hay que perder de vista que esta tecnología apunta a la ganadería del futuro. Todos nuestros competidores, los países productores de carne, ya la tienen incorporada y nosotros estamos viniendo un paso atrás. Es importante si queremos salir a conquistar más mercados o ir a mercados sofisticados como Japón o Corea”.
En esos destinos, por ejemplo, es donde se valora y lleva tranquilidad al consumidor tener una trazabilidad en la que puede corroborar el origen de lo que está comiendo y cómo fue su proceso de crianza, su sanidad y otros datos.
TRAZABILIDAD ELECTRÓNICA: “ES UN CAMINO DE IDA”
Por otro lado, Chiappe también aseguró que el costo de la tecnología se ha logrado que sea relativamente bajo, gracias a que se ha permitido la competencia de numerosas empresas, incluyendo tanto nacionales como internacionales.
“Hoy estamos en valores bastante razonables del binomio tarjeta-botón, alrededor de un cuarto de kilo de novillo. Así, el costo de la caravana ha dejado de ser relevante en función del negocio, y por eso creo que hay que enfocarse en todos los beneficios que trae”, continuó.
En este punto, Chiappe afirmó que en el mercado ya existen unas 5 millones de caravanas electrónicas y que quienes las han instalado sostienen: “Yo después de esto no vuelvo atrás, es un camino de ida”.
Por otro lado, ante el reparo que han manifestado en varias oportunidades entidades como Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) o la Federación Agraria Argentina (FAA), en primer término Chiappe repasó que la obligación a partir del 1° de enero es solo para terneros y terneras que se desteten, no para el conjunto de todo el rodeo nacional.
Esto quiere decir que se iniciaría con un aproximado de 14 millones de animales y luego se irían sumando cada año los nuevos destetes hasta completar la totalidad del stock, que se estima sucederá en unos cinco años.
“Va a ser un proceso en el que todos vamos a ir aprendiendo, ajustando los sistemas de Senasa y de la Secretaría de Agricultura, lo mismo que van a ir ajustando los frigoríficos para poder ‘leer’ a los animales que van ingresando a las plantas con sus respectivas caravanas”, cerró.
Con información de INFOCAMPO
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