Ni siquiera me preguntaron el nombre, ni para qué medio trabajaba, a los pocos minutos y preguntas se presentaba ante mí una porción de rabas y medio vaso de vino moro. Así me recibieron en el stand de Andalucía. Así culminó la noche de la lluvia. La gente se abarrotó en la parte cultural del predio y no pude avanzar con las notas. En medio del deleite y del disfrute de lo convidado, se anuncia que terminaba la jornada de la fiesta por alerta meteorológico. En fin, tomé mis cosas, apuré el vaso de un sorbo, agradecí tanta hospitalidad, como me enseñaron de chiquito, y saludé con la promesa de un retorno futuro para dar cuenta de la amabilidad demostrada.
Maximiliano Zavala y su equipo en el stand de la Agrupación Andaluza
A ver, es tan amplio todo lo que tengo para contar que no sé bien por donde empezar. La parte cultural de Andalucía muestra este año la historia del flamenco, su evolución, cómo fue cambiando en su recorrido hasta la actualidad. Ahí se encuentra parada en la puerta, estoicamente, Magda Féliz… “esto es lo que se va a representar el 15 en el escenario mayor, el cuerpo de baile mayor va a recrear la Fiesta de abril…”. Aprovecho la buena gana de Magda y continuamos conversando un poco de todo. “Lo que caracteriza a los andaluces es la alegría, el estar siempre bien predispuestos para el canto, el baile y, aunque parezca mentira, para el trabajo también… lo de vagos es mala fama, acá hay mucho trabajo…”. Magda es hija directa de andaluces y me comenta lo que sintió cuando tuvo la oportunidad de ir allá, “una emoción terrible, hermoso fue”, entonces le pregunto que le pasa con esto de ser argentina pero vivir tan de cerca la cultura andaluza… “y como le decimos nosotros… una tiene el corazón partío”
Qué buen olor que viene de allá!!!!… De repente sale de atrás de unos divisorios Maximiliano Zavala, el chef de la Agrupación Andaluza, y me contesta rápidamente “… como todos los años, a solicitud de la gran clientela que tenemos, ofrecemos paella, rabas y tortilla española y de beber, vino moro y gazpacho, todas cosas típicas de Andalucía”. ¿Qué significa cocinar comida andaluza para tanta gente en el Encuentro de Colectividades? “Para todos los que estamos acá, la fiesta de las colectividades es algo emocionante a pesar que trabajamos un montón”, asegura Maximiliano. Después desliza un comentario: “la paella que hacemos acá es más rica que la que hacen allá (por Andalucía) por el aceite de oliva que usamos”, mientras se ríe y vuelve a su puesto de batalla detrás de las pizarras blancas.
Teresa Gonzalez, Erminda Varela, Ana Flores y Olga Archilla en el stand
EL FLAMENCO: UNA FORMA DE VIDA
Ya me había topado con tres personas que me habían dicho que el flamenco era una forma de vida, que no era sólo un baile ni nada de eso. Pensé, esto es una conjura, una confabulación (como buen paranoico) o bien es realmente una forma de vida. ¡¡¡Profes de danza por favor!!! ¿Dónde…? Ah! Qué tal… Juan para Rosarinos.com. Bien… unas preguntitas…
“El flamenco es una forma de vida… si tengo que explicarte que es… es la expresión del pueblo gitano andaluz que se manifiesta a través del cante, del toque y del baile… pero también está la forma de actuar de la persona, de vestirse, de vivir la vida”, define Analía Martínez, profesora del cuerpo infanto – juvenil desde hace nueve años. La Agrupación Andaluza de Rosario cuenta también entre sus profesoras con Ana Claudia Álvarez, ella es la Directora de los cuerpos de baile desde hace 18 años, y sostiene que “el flamenco es algo vivencial y no se puede expresar y hacer si no se siente… pasa por una cuestión de sensación, de sentimientos que no se puede hacer si no se conoce. En Rosario se trabaja muchas coreografías pero no se enseña flamenco, se lo descontextualiza del cante y el toque. El hecho flamenco se da entre el cante, el toque y el baile”.
Desde mi ignorancia hacia el flamenco en particular y el baile en general, busco ahondar en su cultura. “Es muy sanguíneo… hay una parte del flamenco que tiene que ver con la persecución del pueblo gitano y esa parte es trágica… nosotros le llamamos palos flamencos, entonces hay ritmos que son un poco más sanguíneos”, comenta Analía, sobre lo cual agrega “la vestimenta va evolucionando, el año pasado en España se usó todo lo que era jean. En general tenemos bolante o bolados, es bien llamativo el vestuario pero tiene que ver con el ritmo que se baila; por ejemplo, en una seguidilla, donde lo que se dice es más arraigado y más hondo, se usan colores más oscuros, a diferencia de una alegría o burlería que son ritmos alegres”.
Las profesoras de danzas andaluzas
Claudia por su parte, narra el vínculo carnal que supo construir con el flamenco, “he estudiado mucho. Tuve la oportunidad de viajar dos veces a Andalucía, fui seleccionada entre mucha gente para poder estudiar allá. He estudiado en Buenos Aires y con cada uno de los maestros que vino de España” Y actualmente pone en juego su aprendizaje sobre las aguas del mundo siendo bailadora en un crucero. “Fui a visitar a mi hermano para las fiestas y terminé bailando, los primeros tres meses, en la Compañía de Flamenco de Madrid. La directora me vio y me propuso trabajar en un barco en abril. Así que estuve bailando desde abril hasta hace diez días y en veinte días me voy de vuelta… Todo esto es una inversión para volver y volcarlo en mi gente de Rosario, de la Agrupación Andaluza que es mi vida”.
Con las dudas disueltas, y sintiendo curiosidad (como siempre la sentí) por el flamenco voy en busca del Presidente de la Agrupación, Gustavo de Torre, a quien no había podido entrevistar la noche anterior porque, contradiciendo la fama de los andaluces, se encontraba detrás de la barra sirviendo cervezas.
Gustavo es un tipo grandote, da la mano fuerte y me invita a sentarme en una de las mesas del predio. El hace dos años que preside la entidad, le pregunto que actividades realizan habitualmente. “Baile, coro, talleres para la tercera edad, asistencia médico – sanitaria subvencionada por la Junta de Andalucía para los andaluces nativos y vida recreativa de la gente”, contesta.
Sobre el stand el presidente manifiesta que en el Encuentro de Colectividades de este año “la parte cultural pasa por el baile, por recrear la Feria e Abril, por tener el escenario ocupado con espectáculos todo el tiempo y también por la gastronomía… la fiesta no es sólo gastronómica, es una parte dentro de la cultura”, asegura.
Gustavo de Cerro presidente de la Agrupacón Andaluza de Rosario
Bueno que es como inevitable hablar de cosas personales así que Gustavo cuenta sobre su relación con el pueblo andaluz…”la sangre andaluza me la dio mi único abuelo que no conocí porque falleció siendo mi padre muy chico… son aquellas cosas raras de la vida” y sobre su viaje a las tierras de sus ancestros… “todo resulta muy hermoso, muy lindo, uno ve todo con un cariño muy particular”.
Y las cosas buenas que suceden de estar al frente de una colectividad de inmigrantes… “tengo la riqueza personal de sentarme año a año con los andaluces que están en la agrupación.. cuando agarran el micrófono y cuentan las historias de vida, se te llenan los ojos de lágrimas… es realmente sensacional”, concluye de Torre.
Por Juan Matías Lobos
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