La institución del barrio Casiano Casas busca rescatar símbolos de su historia y reconstruir los lazos sociales.
Corrientes y Rioja, donde se fundó el club. |
Como la despensa que vendía fideos sueltos y la mercería que nutría a la costurera de botones y cierres, los rosarinos crecieron al calor de las actividades y la pasión que despertaron los colores del club del barrio. Con sus actividades sociales, la cancha de bochas, básquet, fútbol y el bufet, estos espacios cobijaron por años a familias enteras que fueron construyendo su identidad ciudadana. La reseña vale porque para el club Sparta Atletic Club de Rosario festejó 100 años de vida en medio de la tarea cotidiana de los vecinos de Casiano Casas para lograr que esos vínculos sociales que lo vieron nacer no desaparezcan.
Algunas instituciones señeras sucumbieron antes las crisis económicas, pero otras lograron sobrevivir al también nuevo mapa urbano y su reordenamiento, y se mantienen gracias al esfuerzo de los vecinos, aunque en algunos casos se desvirtuó su real fin. Así, la gente se fue alejando de un lugar que le pertenecía.
Es que ya no abundan los té canasta del domingo para las mujeres o las partidas de villar, casín o ajedrez para los hombres, mientras los pibes se pelaban las rodillas jugando al fútbol en la canchita de baldosas o se engrasaban los dedos de las manos con los puños del metegol; y la nenas saltaban el elástico en la vereda. Y qué jovencita no aprendió a patinar en el la cancha de básquet del club; o conoció al amor de su vida en los bailes de carnaval.
El club Sparta de Rosario se fundó el 16 de Septiembre de 1905, y como tantos otros de este país, su principal actividad era el fútbol. Hoy guarda entre sus paredes historias que más de un sentimental añora.
Como cuando a principios de los 70 «se juntaron hombres y mujeres, jóvenes y niños para cavar el pozo que iba a contener a la pileta», dice Nancy Alario, una docente de 36 años, que hoy es la vicepresidenta de la institución.
Con los tradicionales colores blanco y negro, el club se levanta en Maciel al 1200 (Sorrento y Casiano Casas) y recuperó el movimiento gracias a un grupo de padres preocupados por ver que sus hijos «vuelven a jugar en ronda. Estamos tratando de recuperar lo colectivo», dice Nancy, mientras recuerda que cuando era joven se juntaba a tomar mate con sus amigos al borde de la pileta. «Hasta formamos mesas de reflexión entre los integrantes de la comisión directiva para ver cómo podemos seguir adelante».
Al mismo tiempo la mujer destacó que pudieron recuperar la pileta, las canchas de fútbol, y se dictan clases de tango. «Si hasta los padres (veteranos) juegan al fútbol los sábados», contó, mientras se lamentaba porque la falta de recursos les impidió organizar un festejo acorde a este nuevo aniversario del club.
Con sus 100 años de vida, Sparta, al igual que tantos otros clubes de la ciudad, subsiste por la solidaridad de 120 socios -vecinos que aportan una cuota de 4 pesos por mes- e intentan reconstruir los vínculos a través de actividades sociales, culturales y deportivas, para fortalecer el presente sin olvidar su esencia de confraternidad.
C.G.
Patrimonio virtual
El historiador Nino Volpe quiso homenajear al club Sparta en su centenario con un CD interactivo que cuenta las vivencias deportivas de la institución. El regalo diseñado por el historiador fue recibido por las autoridades del Sparta como un valioso aporte a los festejos por el cumpleaños. Volpe es un especialista en las historias de los barrios y los clubes de la ciudad, y trabajó en el proceso de digitalización de las fotos y los textos del CD junto con sus hijos, Leonardo y Cristián.
Fuente: diario la Capital