En el Concejo avanza una propuesta distinta a la del Ejecutivo, que apuntaba al sur. Menos el centro y la periferia, toda la ciudad para el casino.
Tras dos meses de debate, los ediles decidieron ampliar la zona propuesta por el Ejecutivo. Los concejales de la comisión de Planeamiento, salvo el del oficialismo, ya acordaron nueva zona de radicación.
Los integrantes de la comisión de Planeamiento del Concejo Municipal finalmente llegaron a un acuerdo sobre el lugar de radicación del futuro casino rosarino. En rigor, la zona seleccionada no responde a un distrito en particular sino que abarca a buena parte de la ciudad, donde el inversor privado que gane la licitación será quien escoja el sitio definitivo. Fuera de carrera quedaron el microcentro, la periferia de la ciudad y los distritos residenciales como el barrio Alberdi y Parquefield, únicas zonas prohibidas. “Para el jueves tendremos el despacho de la comisión acordado”, aseguró el presidente de Planeamiento, el cavallerista Oscar Urruty, aunque recién podría ser aprobado en el recinto de sesiones el jueves siguiente, que, creer o reventar, cae 1º de mayo y es feriado.
Tras un extenso debate que llevó un par de meses, los ediles arribaron a un punto de acuerdo: la propuesta que había enviado el Departamento Ejecutivo era restrictiva (abarcaba solamente a una parte de la zona sur) y se hacía necesario ampliarla. Limada la mayor parte de las diferencias, el texto acordado permitirá al ganador elegir el mejor lugar entre una vasta cantidad de opciones, atento a que las limitaciones establecidas sólo abarcan al microcentro, los distritos denominados residenciales y la poco atractiva periferia de la ciudad.
Además, explicó Urruty, el texto de la norma posibilitará que algunos predios “que actualmente no tienen uso sean reutilizados” para establecer la sala de juego. Como ejemplo de esos sectores, que el edil llama “de oportunidad”, señaló el ex puerto norte y la ex fábrica textil Estexa.
Estos sectores, que el Código Urbano destina a usos “industriales”, bien pueden ser “reutilizados como lugares para instalar el casino”, aseguró Urruty. En ese caso, la ordenanza establecerá que el privado deberá formalizar un convenio de uso con la Municipalidad, que luego ratificará el Concejo.
Amor por el sur
A pesar del consenso existente entre los dos bloques del PJ, el Partido del Progreso Social y Convergencia radical –al que podría sumarse el sector celeste de la UCR–, el oficialismo se mantuvo inflexible en su propuesta de llevar la sala de casino a la zona sur de la ciudad. El edil del Partido Socialista Popular en Planeamiento, Omar Saab, ratificó la posición del Departamento Ejecutivo y solicitó, incluso, que se le permita elaborar un despacho en minoría con su posición para llevar al recinto.
Por esa rígida actitud, el partido del gobierno y su máximo jefe, Hermes Binner, recibieron una serie de críticas de diferentes sectores que apuntaban a lo mismo: el oficialismo boicotea la instalación del casino porque no le interesa. De hecho, el propio Binner dio a entender eso en reiteradas oportunidades, en declaraciones a la prensa.
Por otra parte, el presidente del bloque Peronista, Evaristo Monti, pidió ayer en la reunión de Planeamiento que se incorpore al texto de la ordenanza una sugerencia destinada a las autoridades de Lotería provincial: que el casino de Rosario esté acompañado de la construcción de un hotel cinco estrellas –un servicio inexistente en la ciudad– en vez del centro de convenciones. De todas maneras, más allá de la sugerencia propuesta por Monti, la decisión al respecto se tomará en Santa Fe.