Una verdadera odisea atravesó Eduardo Alan, uno de los argentinos que ha participado con una moto en el Dakar Argentina-Chile. El relato hecho por Gustavo Lossendiere, encargado de prensa del piloto, del equipo Pampa Racing, puso en evidencia los dramáticos momentos vividos por Alan y su grupo durante la 5ª etapa, el mismo día que se conoció la muerte del francés Pascal Terry. Alan atravesó un verdadero calvario que lo llevó a una situación límite, y bastante similar a la del desafortunado Terry.
“El miércoles empezó a picarme la preocupación, cuando en el “tracking online” (seguimiento al instante de la carrera por internet) no lo veía pasar a Eduardo por los puestos de control. Desde ese momento y cada vez que teníamos señal me comunicaba con Andrés González o con Martín Caffarena (colaboradores), que estaban en San Rafael a la espera de la llegada de Eduardo. Pasadas las 6 de la tarde, seguíamos en contacto con Andrés por mensajes de texto que entraban cuando la señal lo permitía. Algunos pilotos lo habían visto que venía atrás, hasta ahí todo bien…”, relató Lossendiere.
Las horas fueron pasando, cayó la noche y la preocupación por el paradero de Alan fue en aumento: “Andrés y Martín, me informaban que se veían luces en el desierto y que aún faltaban muchas motos. Nuestra última comunicación con Andrés fue poco después de medianoche, me avisó que se iba a meter al desierto del Nihuil a ayudar a rastrearlo a Eduardo, del que no teníamos noticias”.
A las 3.15 de la madrugada del jueves sonó el celular de Lossendiere: “Para mi sorpresa era Eduardo, ‘Gus estoy perdido en medio del desierto del Nihuil, poca batería, Id Track (sistema para comunicarse y solicitar ayuda que llevan todos los participantes) no funciona, mandame ayuda’. Yo estaba en la provincia de Buenos Aires, y Eduardo se encontraba ‘tirado’ en medio del desierto, ¿qué carajo hacía? Le pedí las mayores referencias, que no eran muchas ya que nada funcionaba. Enseguida Vero, mi mujer, consiguió el teléfono de Gendarmería en San Rafael. En mi desesperación busqué en la página del Dakar el número de contacto o algo de la organización y nada. Fui atendido por Gendarmería, el oficial Olivera que estaba de guardia tomó mis datos, los de Eduardo y de Martín y Andrés que estaban en la zona. Se comunicaría con los efectivos en el lugar y los notificaba de lo que pasaba. Lo llamé 3 veces -siguió relatando el hombre de prensa de Alan- y me dijo que no tenía comunicación con los equipos y que apenas tuviera algo me llamaba. Todavía estoy esperando que me llamen”.
BUSQUEDA DESESPERADA
Mas gráfico imposible fue Lossendiere cuando dijo que “por obra y gracia del Espíritu Santo logré contactarme con Martín a eso de las 4 de la madrugada. Tanto Andrés como Martín andaban caminando por el medio de los médanos como dos beduinos, se iba la señal del celular, volvía; nos mandábamos mensajes con los datos de la última posición, hasta que logré hablar un par de veces mas con Eduardo. Le dije que los muchachos estaban buscándolo, hasta que no hubo mas señal, eran las 5 de la mañana”. Dos horas mas tarde, los dos hombres que buscaban a Alan, hablaron por teléfono con Lossendiere con un mensaje nada halagüeño y le dijeron: “No lo encontramos Gus”. “A mí se me volvió a caer el alma al piso, enseguida volvieron a recargar combustible, tanto ellos como yo nos quejamos a la organización por el rastrillaje”. A todo esto, unos lugareños con los que Alan había entrenado, también salieron en su búsqueda: “Eduardo en esos momentos estaba muerto de frío y todo mojado. Teníamos que encontrarlo cuanto antes”.
“¡VIENE UNA MOTO…!”
Después Lossendiere recordó: “Logré hablar de nuevo con Eduardo, me comentó que le pasó un helicóptero por encima pero no lo vio, y de repente escuché que me decía, ‘¡Viene una moto… y me vio!’, y ahí se cortó la comunicación de nuevo”. El vocero de Alan reconoció que en ese instante, alrededor de las 8.50 del jueves, se sintió muy aliviado. Mas tarde ya pudo hablar con mayor tranquilidad con Eduardo Alan, el calvario llegaba a su fin.
¿Que le había pasado al argentino? “La moto falló al caer la tarde, y se quedó a unos 15 kilómetros del último puesto de control. Hice de todo pero no anduvo y me agarró la noche con lluvia, granizo y temperaturas muy bajas. Con otro piloto pasamos la noche bajo unos arbustos, todos mojados”, contó Alan.
El encargado de prensa de Alan, luego de la angustia vivida, fue duro con la organización del Dakar: “A mi criterio y después de vivir esta situación me doy cuenta que esto esta atado con alambres, y me refiero a la seguridad. Ya lamentamos una víctima fatal y mi pregunta es ¿no están olvidando a nadie tirado en medio de los médanos? A Eduardo con un inmenso esfuerzo de equipo lo encontramos. No queremos mas tragedias en el Dakar Argentina Chile, recién estamos en la etapa 6. Ah, mis respetos para Andrés González y Martín Caffarena, los que en medio de la noche en esa zona de médanos traicioneros salieron a buscar a Eduardo”.
Fuente: Diario Popular. Fotos: Aventura Dakar