Desde el próximo lunes 29 comenzará en la provincia la Campaña de Vacunación contra la Rubéola a varones de 16 a 39 años. El acto de lanzamiento se realizará en el Nodo Reconquista y será presidido por la directora de Promoción de la Salud, Andrea Uboldi.
El encuentro se desarrollará desde las 9 en el CIC del Barrio América, ubicado en la intersección de Roca y 63.
El inicio de la campaña de vacunación provincial coincide con el lanzamiento de la nacional que cuenta, para su cumplimiento, con 500.000 dosis distribuidas en todos los hospitales y centros de salud provinciales y municipales. Al respecto, el ministro de Salud, Miguel Ángel Cappiello, recordó que en el Nodo Rosario se adelantó oportunamente el comienzo de la campaña como consecuencia de los casos de rubéola registrados en los últimos meses.
La campaña
Cappiello precisó que esta campaña –a diferencia de la implementada en 2006–, está dirigida a varones de 16 a 39 años, independientemente de su estado vacunal o del antecedente de haber padecido rubéola o sarampión, sin dejar de lado a las mujeres de la misma franja etaria que no hayan recibido la vacuna en aquel año. La meta es superar el 95% de cobertura con la vacuna de doble viral (SR) por grupos de edad, en toda la provincia de Santa Fe.
El titular de Salud indicó que para esta campaña fueron capacitados más de 1.000 trabajadores del área. Cada Nodo Regional previó su micro planificación de actividades, es decir, dónde se vacunará, relevamiento de escuelas y fábricas, por ejemplo.
La rubéola
En relación a la rubéola, el funcionario explicó que «es una enfermedad viral aguda que se caracteriza por fiebre generalmente leve y erupción –ronchas– que se inicia en la cabeza y luego desciende al resto del cuerpo, acompañada de ganglios en el cuello y detrás de las orejas que provocan artralgias y artritis –dolores articulares–, principalmente en los adultos».
«Hasta el 50% de las personas infectadas –prosiguió Cappiello– por el virus de la rubéola, pueden padecer la enfermedad sin presentar síntomas –cualidad asintomático–, característica de la enfermedad que dificulta las acciones de prevención ya que las mujeres embarazadas se pueden infectar sin advertirlo.
«Si una mujer embarazada –continuó el ministro– adquiere la infección durante el primer trimestre del embarazo, el virus se transmitirá por vía transparentaria al producto de la gestación, con una elevada probabilidad de que sufra las alteraciones características del Síndrome de Rubéola Congénita (SRC)», aclaró.
Antes de la utilización de la vacuna, la rubéola era una enfermedad que generalmente se adquiría en la niñez. Sin embargo, en la actualidad, el grupo de adolescentes y adultos jóvenes son los que registran mayor incidencia de la patología.
La rubéola se transmite por contacto con las secreciones nasofaríngeas de los enfermos, que se producen al hablar, toser o estornudar, o con los objetos contaminados con sus secreciones.
Es más contagiosa cuando se inicia la erupción –ronchas rojizas–, particularmente durante los cuatro días siguientes a su aparición. Es importante el aislamiento del enfermo durante una semana, desde el comienzo de la enfermedad, para evitar el contagio a otros: no se debe concurrir al trabajo, club, escuela, centros recreativos, etc.
Durante el período de gestación, la mujer puede contraer el virus de la rubéola que puede atravesar la placenta ocasionando una serie de malformaciones en el niño por nacer, como por ejemplo sordera, cataratas, daño cardíaco, bajo peso, retraso en el crecimiento, retardo mental, defectos óseos, agrandamiento del hígado o bazo, trastornos sanguíneos, anomalías de vesícula y conductos biliares. La severidad de las malformaciones guarda relación inversa con el período del embarazo, es decir, a más temprana gestación mayor severidad en el daño.
Quiénes no pueden vacunarse
Por su parte, Uboldi dijo que quienes no pueden vacunarse son «las mujeres embarazadas; personas con tratamiento para neoplasias malignas, linfomas; personas que padecen leucemia –excepto si está en remisión y pacientes que han recibido quimioterapia durante los últimos tres meses–, inmunodeficiencias y pacientes transfundidos o que han recibido gammaglobulina. Todos ellos deben esperar tres meses para recibir la vacuna», consignó.
También indicó que las mujeres embarazadas podrán vacunarse al finalizar el embarazo –inmediatamente después del parto– en las maternidades.
Vacuna muy segura
La funcionaria aseguró que «la vacuna es muy segura, por lo que la persona vacunada siempre tendrá un beneficio: si no estaba protegida quedará inmunizada; y si ya estaba protegida, reforzará su nivel de inmunidad».
En relación a por qué no se vacunarán los adultos mayores de 39 años y menores de 16, Uboldi destacó que «la vacuna Triple Viral (SPR) está incluida en el calendario oficial para niños de 1 año, un refuerzo a los 6 y, desde 2003 en el Marco del Programa de Salud Escolar para niños, de 11 a 16 años».
Grupos de adultos
Respecto de los grupos de adultos, la directora de Promoción de la Salud expresó: «Se ha demostrado que las personas mayores de 39 años ya están protegidas, pues enfermaron durante algún momento de sus vidas».
Sobre por qué deben vacunarse también los hombres si lo que se pretende es disminuir los casos de rubéola congénita, Uboldi señaló que «si los hombres no se vacunan, se convierten en una fuente potencial de infección, mantienen la transmisión del virus y no se logra eliminar su circulación».
Además, la funcionaria de la cartera sanitaria sostuvo que «las manifestaciones producidas por la vacuna son más leves que las producidas por la infección natural, son transitorias y desaparecen en pocos días».
Más adelante, Uboldi aclaró que no se recomienda administrar la vacuna SR durante el embarazo, (aunque no existe evidencia de riesgo de la vacuna con SR si se aplica en una mujer gestante), para no relacionarla con complicaciones que, eventualmente, puedan ocurrir durante la gestación ajenas a la vacunación.
Luego de puntualizar que se estará vacunando en todos los centros de salud y hospitales municipales y provinciales, Uboldi recordó que «el control de la vacunación se hará a través de registros, verificándose la cobertura casa por casa» para concluir que «el carné de vacunación se entregará luego de recibir la vacuna».