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Científicos han identificado las condiciones geológicas necesarias para hallar vastos depósitos de energía limpia escondidos bajo la superficie terrestre. Este descubrimiento, que promete revolucionar la transición energética mundial, apunta a una fuente capaz de alimentar al planeta durante 170.000 años. Ahora, el verdadero reto es encontrar estos reservorios y aprovecharlos de forma rentable.
La Tierra ya produce su propia energía limpia, solo necesitamos saber dónde buscar
Durante mil millones de años, la corteza terrestre ha generado cantidades masivas de hidrógeno a través de procesos naturales. Este gas, considerado uno de los pilares de la energía limpia, se ha acumulado silenciosamente en las profundidades del planeta. Sin embargo, hasta hace poco, los científicos apenas entendían cómo se formaban estos depósitos y qué condiciones facilitaban su concentración.
En un reciente artículo publicado en Nature Reviews Earth and Environment, un equipo liderado por Chris Ballentine, geoquímico de la Universidad de Oxford, expuso una lista detallada de “ingredientes” geológicos que permiten la generación y retención del hidrógeno subterráneo. Este trabajo podría marcar un punto de inflexión en la carrera por encontrar fuentes de energía renovable y económicamente viables.
Según el estudio, la corteza terrestre ha producido ya suficiente hidrógeno como para cubrir nuestras necesidades energéticas durante 170.000 años. La cuestión clave es determinar cuánto de ese hidrógeno puede extraerse de manera eficiente. Para ello, los investigadores identificaron tres elementos fundamentales en la formación de estos reservorios: una fuente de hidrógeno, una roca reservorio que lo almacene, y un sello natural que impida su escape.
Ballentine explicó que procesos geológicos comunes, como la reacción entre el agua y ciertos tipos de rocas, pueden liberar hidrógeno.
“En lugares como Kansas, una antigua formación volcánica llamada rift medio continental contiene basaltos que reaccionan con el agua para formar este gas”, afirmó.
En ese tipo de estructuras, se busca evidencia de que esta energía limpia no solo se haya generado, sino también acumulado en cantidades significativas.
El estrés tectónico y el flujo de calor en ciertas zonas de la corteza también favorecen la liberación del gas, permitiendo que se desplace hacia capas más superficiales. Allí, podría quedar atrapado por formaciones geológicas impermeables y constituir un recurso aprovechable a nivel comercial.
El nuevo mapa energético del futuro
Los investigadores también señalaron varios tipos de entornos geológicos que podrían ser especialmente prometedores para hallar energía limpia. Entre ellos se encuentran los complejos ofiolíticos, las provincias ígneas y los cinturones de piedra verde arcaica.
Las ofiolitas son fragmentos del manto terrestre y de la corteza oceánica que han sido elevados sobre los continentes. En 2024, un importante yacimiento de hidrógeno fue descubierto en una ofiolita en Albania, lo que despertó el interés global por estas formaciones. Las provincias ígneas, por otro lado, son regiones formadas por actividad volcánica masiva, mientras que los cinturones de piedra verde, con hasta 4.000 millones de años de antigüedad, contienen minerales reactivos como clorita y actinolita, ideales para la producción natural de hidrógeno.
Estas condiciones no solo indican dónde buscar, sino también dónde no hacerlo. Barbara Sherwood Lollar, coautora del estudio y profesora de la Universidad de Toronto, advirtió que algunos entornos, aunque ricos en hidrógeno, podrían estar comprometidos por la presencia de microbios subterráneos que consumen este gas. “Los lugares donde las bacterias entran en contacto con rocas productoras de hidrógeno probablemente no son los más adecuados para la exploración”, explicó.
Empresas como Koloma, financiada por Breakthrough Energy (el fondo liderado por Bill Gates), y Snowfox, apoyada por BP y Rio Tinto, ya están utilizando esta nueva información para orientar sus esfuerzos de exploración. El objetivo no es solo identificar yacimientos, sino también asegurar que el gas pueda ser extraído sin pérdidas, con un impacto ambiental mínimo y generar energía limpia.
Según Jon Gluyas, profesor de geoenergía en la Universidad de Durham y coautor del estudio, el análisis proporciona una guía clara para las compañías energéticas. No se trata de buscar al azar, sino de aplicar principios científicos sólidos para optimizar los recursos y minimizar riesgos. La revisión también aborda cómo el hidrógeno podría migrar a través del subsuelo o incluso destruirse antes de ser capturado, lo que añade otra capa de complejidad a la exploración.
El impacto potencial del hidrógeno natural en la transición energética global
El hidrógeno ya es un componente clave en la producción de fertilizantes (como el amoníaco) y otros productos industriales esenciales. Además, se perfila como una energía limpia capaz de alimentar automóviles, centrales eléctricas y reactores. Pero el problema radica en su método de producción actual: el hidrógeno que se utiliza comercialmente se genera en su mayoría a partir de hidrocarburos, lo que conlleva emisiones de carbono considerables.
El hidrógeno natural, por el contrario, tiene una huella de carbono casi nula. Al surgir de procesos geológicos espontáneos, no requiere combustibles fósiles para su obtención. Esto lo convierte en una de las mejores opciones disponibles para avanzar hacia una economía energética verdaderamente sostenible.
El gran desafío es hacerlo rentable. Extraer hidrógeno de forma segura, económica y en cantidades suficientes requiere innovación tecnológica, infraestructura y voluntad política. Sin embargo, si la ciencia logra resolver ese rompecabezas, podríamos estar ante una nueva era energética basada en una fuente limpia, abundante y prácticamente inagotable.
La Tierra ha producido hidrógeno durante mil millones de años. Ahora, con una receta científica clara sobre cómo encontrarlo, el mundo tiene una oportunidad histórica para aprovechar esta energía limpia. Con el respaldo de empresas, gobiernos y avances tecnológicos, el hidrógeno natural podría convertirse en el combustible clave del futuro.
Referencia:
- Nature Reviews Earth and Environment/Natural hydrogen resource accumulation in the continental crust. Link
Fuente: CerebroDigital.net