Central está vivito y coleando. Después de la dolorosa e impensada derrota en Bahía ante Olimpo, los canallas dejaron en el olvido esa actuación en falso, mostraron que lo hecho hasta acá no fue casualidad y con pequeña dosis de fútbol, pero con el oportunismo y la contundencia acostumbrada, derrotó a Racing -un equipo que padece una crisis de identidad- por 4 a 0. Una victoria que le sirve al equipo de Menotti para engrosar su flaco promedio, seguir prendido en el lote de los punteros, ahí donde se deciden las cosas importantes, y que le brinda además un envión inmejorable de cara a lo que viene: el clásico del próximo domingo ante su eterno rival, Newell’s.
Claro que la contundencia de los números no tuvo su correlato en el juego, porque si bien los auriazules ganaron bien y en ningún momento vieron amenazado su triunfo, no tuvieron la claridad ni el desequilibrio de otras tardes.
Pese a que de arranque se paró como el dominador, merced al muy buen trabajo que hizo especialmente el Negro Quinteros en la contención, le costó mucho generar juego asociado, porque si bien trabajaba bien por los costados, con De Bruno impreciso y errático, carecía de un conductor. Entonces, el circuito ofensivo se resentía y le costaba encontrar la profundidad para llegar hasta Campagnuolo.
Pese a sus carencias, a los canallas siempre les alcanzó para ser superiores a un timorato rival. Certifican esto un zurdazo de Marcelo Quinteros de afuera del área, un cabezazo de Figueroa a las manos del arquero y un remate de Delgado, que se fue sobre el travesaño.
En el arco de enfrente, Castellano sólo se complicó ante un remate de 30 metros del colombiano Bedoya, que parecía más sencillo; un centro atrás de Bastía que provocó un sofocón y un cabezazo de Pavlovich a las manos del Rifle.
De a poco lo que pintaba para partidazo se iba consumiendo en la intrascendencia, hasta que Tambussi tocó corto para Campagnuolo, Figueroa se anticipó y el uno, según el árbitro, lo tocó -pareció que se tiró a la pileta-. Ferrari lo cambió por gol y le dio al equipo la tranquilidad que necesitaba para manejar el trámite. Enseguida De Bruno le asestó otro duro golpe psicológico a la Academia de Avellaneda, al corregir un remate del Cata Díaz y convertir el segundo antes de irse a los vestuarios.
Racing terminó de quemar sus cartuchos en los primeros minutos del complemento, más por necesidad que por convicción, empujó a Central contra su arco y a punto estuvo de descontar con un remate de Marchant que se fue apenas. Pero bastó que los canallas acertaran una contra para que César Delgado diera el presente. Figueroa aguantó una pelota y el Chelo entró en diagonal y vulneró al indefenso Campagnuolo.
Ahí Racing tiró la toalla y Central se empezó a florear mientras bajaba de la tribuna el «olé, olé…» sistemático de su gente, que primero gritó de desahogo y luego enloqueció de alegría. Pero para que la fiesta fuese completa, Tom Arriola se asoció y con un taco dejó solo a Figueroa de cara al gol y Lucho no perdonó al arquero.
Abrazos, festejos y delirio para la gente de Central que se quedó un rato disfrutando y gozando con su contundencia, que le permite seguir ahí arriba y que se relame con el clásico que viene, y padecimiento para un Racing que dejó muchas incógnitas: las de su juego y las que se proyectan sobre su futuro y el de su técnico.
Síntesis
R. Central 4: Castellano 5; Ferrari 6, Talamonti 6, D. Díaz 7 y Rivarola 6 (75′ M. González); M. Quinteros 6, D. Quinteros 7 y Pino 6 (62′ Gvo. B. Schelotto 5); De Bruno 4 (62′ Arriola 6); C. Delgado 6 y Figueroa 6. Suplentes: Manchado y P. Sánchez. DT: César Menotti.
Racing 0: Campagnuolo 5; Tambussi 4, Maidana 3, Ubeda 5 y Bedoya 4; Marchant 4 (66′ Belloso 5) y Bastía 5; S. Romero 4 y S. Peralta 5; M. González 5 y Pavlovich 5. Suplentes: Cuenca, Pumar, Ramos y Arano. DT: Osvaldo Ardiles.
Cancha: Gigante de Arroyito.
Arbitro: Rafael Furchi 3.
Recaudación: $ 156.477.
Goles: 34′ Ferrari, de penal (RC), 45′ De Bruno (RC), 61′ C. Delgado (RC) y 78′ Figueroa (RC).
Amonestados: Talamonti, Gvo. B. Schelotto y Ferrari (RC); Tambussi, Ubeda y Campagnuolo (R).
Incidencia: A los 88′ se retiró lesionado Arriola.
fuente: José M. Petunchi / La Capital