LECTURA RECOMENDADA: La ponencia del Profesor Hugo Novotny en el Simposio «Fundamentos de la Nueva Civilización», organizado por el Centro Mundial de Estudios Humanistas en simultáneo alrededor del mundo
La ponencia del Profesor Hugo Novotny en el Simposio «Fundamentos de la Nueva Civilización», organizado por el Centro Mundial de Estudios Humanistas en simultáneo alrededor del mundo
Comunidades multiculturales en un nuevo horizonte espiritual
Ante todo quisiera agradecer a los organizadores de este Simposio, a los entrañables amigos del Centro Mundial de Estudios Humanistas y en particular del Centro de Estudios Humanistas de Rosario, la oportunidad de encontrarnos hoy aquí y compartir este reconfortante momento de intercambio y reflexión.
El tema de esta intervención, de esta reflexión compartida: “comunidades multiculturales en un nuevo horizonte espiritual”, requiere ante todo precisar una idea: la de multiculturalidad.
Entendemos por “multiculturalidad” no sólo el respeto hacia el “otro”, ese concepto tan difundido de la “tolerancia”; entendemos no sólo la interacción constructiva entre gente diversa, que ya de por sí es importante en un mundo atravesado por conflictos entre diferentes culturas, sino también la posibilidad de compartir experiencias internas profundas entre gente de diferentes culturas y confesiones, o de convicciones ateístas.
Este último punto – la posibilidad de compartir experiencias internas profundas entre gente de diferentes culturas y confesiones – es de gran significación para el momento que vivimos, cuando la confrontación entre gente de distintas convicciones religiosas es utilizada por determinados círculos de poder como justificación para el conflicto armado.
La fe, la religiosidad, son fuerzas muy poderosas que crecen desde el interior del ser humano y pueden ser direccionadas, tanto a la construcción como a la destrucción. De esta opción depende en mucho la superación, por parte de la humanidad del siglo XXI, de la crìtica encrucijada en que se encuentra; avanzando hacia un mundo fundamentalmente nuevo, verdaderamente humano y no violento; o bien, la liquidación de la especie.
Como advirtiera Silo en su arenga del 4 de mayo de 1969: “Este mundo está por estallar y no hay forma de acabar con la violencia. No hay partido ni movimiento en el planeta que pueda acabar con la violencia… Únicamente puedes acabar con la violencia en ti y en los demás y en el mundo que te rodea, por la fe interna y la meditación interna.”
De allí en más y hasta hoy, podemos comprobar la verdad de estas palabras. El mundo se debate al filo de un enfrentamiento nuclear arrastrado por una elite inconciente que no mide consecuencias en su ambición inmoral de riqueza y poder. Irán, Corea, Medio Oriente… son casos concretos en donde el fantasma nuclear acecha. Hasta América Latina se está viendo involucrada, crecientemente, en conflictos que podrían derivar en cualquier momento hacia enfrentamientos militares; tal vez no nucleares, pero de todas maneras cruentos. Diferentes sectores, tanto tradicionales como misioneros, del cristianismo, chocan aún hoy contra los cultos originarios y populares que reviven a lo largo y ancho de Suramérica, manteniendo abierta una herida que lleva ya más de cinco siglos.
Sin hablar de todas las otras formas de violencia que castigan a una sociedad planetaria que hace tiempo ha perdido su rumbo.
En cualquier caso, queda muy poco tiempo para corregir la dirección de los acontecimientos humanos. Es necesario precisamente hoy – y es el gran tema de este Simposio – no sólo encontrar la salida de esta crisis planetaria generalizada, sino comenzar a perfilar, intencionalmente, una nueva construcción humana, digna de ser llamada como tal.
Creemos que un primer paso, imprescindible, es intentar detectar y resaltar algunos fenómenos que puedan servir de referencia en el camino, totalmente nuevo, que hay por recorrer; nuevos fenómenos del campo social y espiritual que comienzan a manifestarse hoy en distintas partes del mundo.
En primer lugar, el surgimiento de una nueva espiritualidad caracterizada por la fuerte búsqueda personal de una experiencia interior profunda, verdadera, mucho más allá de todo ritual y formalidad externa; como así también por la inagotable necesidad del intercambio grupal de experiencias, ideas e interpretaciones de lo que se vive, tanto en el mundo externo como interno de cada uno. En medio de una sociedad marcada por la injusticia, la corrupción, la falta de referencias y sentido en la vida, muchos comienzan a perderle miedo a las experiencias internas profundas y abrir su corazón al contacto directo con otros planos mentales.
En segundo lugar, la búsqueda de lo común con otras personas, más allá de todas las diferencias externas que pudieran aparecer de nacionalidad, franja social, confesión, profesión, edad, etc. Se trata de una comunidad – unidad en lo común – no basada en el pasado, en lo dado, en lo natural, sino elegida y creada intencionalmente por las personas mismas, poniendo claramente el énfasis en el presente y el futuro común: en las experiencias comunes, los ideales, actitudes y procedimientos compartidos. Se trata del tránsito desde el mundo del “yo” al mundo del “nosotros”, pero de un nosotros elegido y abierto, creado en conjunto. Esta comunidad querida, elegida, que une a la gente independientemente de su procedencia, sexo o edad, crece gracias a una nueva espiritualidad superadora del temor y la sumisión, del fanatismo y la imposición: la espiritualidad de lo recíproco, lo coherente y lo conciente.
Así, la experiencia interna de inspiración profunda y la comunidad intencional caracterizan a estos fenómenos que comienzan hoy a renovar el horizonte espiritual del ser humano.
Un excelente ejemplo que combina y realimenta estos dos fenómenos son las comunidades que están naciendo y creciendo actualmente en diferentes regiones no sólo de América del Sur, sino también de otros continentes, inspiradas en el mensaje y la obra de Silo.
Los principales espacios donde se expresan estos fenómenos son los Parques de Estudio y Reflexión de la Escuela siloísta: espacios de encuentro y de experiencia que habilitan la dimensión de lo Sagrado en el alma humana.
En esta nueva espiritualidad a nadie le interesa el estatus, el título o jerarquía respecto de otros, sino la experiencia verdadera: la revelación interna, la alegría inefable, el contacto con la Fuerza, la comunión con todos y con todo, el rapto de compasión, la mirada limpia y lúcida que ve el mundo como por primera vez, la súbita comprensión que da Sentido a todo lo existente…
En los Parques de Estudio y Reflexión del Nuevo Humanismo y las comunidades del Mensaje de Silo, precisamente las experiencias de contacto con lo Profundo, el logro de estados de profunda inspiración, son aquello común, valioso y querido, que fusiona a personas de diferentes culturas, nacionalidades, estratos sociales y generacionales en un mismo pueblo mental.
Un nuevo horizonte espiritual se abre ya ante nosotros, transformando la realidad en un número creciente, aceleradamente creciente de personas. Que por otra parte, no se quedan encerrados en su éxtasis individual, sino que dedican sus mejores fuerzas, pensamientos, sentimientos, acciones, a superar la violencia, el dolor y el sufrimiento no sólo en sí mismos, sino también en el mundo que les rodea.
En este nuevo horizonte comienza a desplegarse, una vez más, el milenario e insaciable anhelo humano de libertad.
En palabras del Mensaje de Silo:
“Distinta es la actitud frente a la vida y a las cosas cuando la revelación interna hiere como el rayo. No te hablo de libertad como algo quieto, sino de liberarse paso a paso como se va liberando del necesario camino recorrido el que se acerca a su ciudad. Entonces, “lo que se debe hacer” no depende de una moral lejana, incomprensible y convencional, sino de leyes: leyes de vida, de luz, de evolución.
Si repites tus actos de unidad interna ya nada podrá detenerte.”
Amigos, pidamos con todo nuestro corazón, porque la señal que llegue desde lo Profundo, en este particular momento histórico que nos ha tocado vivir, sea traducida con bondad.
Para todos: Paz, Fuerza y Alegría!
Hugo Novotny
30-10-2010
“Parque de estudio y reflexión Carcarañá”, 30/10/2010.
En el marco del II Simposio mundial del Centro de estudios Humanistas
“Fundamentos de la nueva civilización”
www.cehr.org.ar www.parquecarcarana.org