El locutor peruano Hugo Guerrero Marthineitz, murió esta mañana en Buenos Aires, a los 86 años.
Recordado por programas como A solas en TV y El Show del Minuto en radio, Guerrero Marthineitz está considerado como uno de los locutores más importantes de la radiofonía argentina. También es recordado por una exitosa campaña publicitaria para una marca de camisas, basada en la palabra "extensible", que su poderosa y particular voz expresaba de una manera llamativa.
Había iniciado su carrera en su Perú natal. Tras haber trabajado en Chile y Uruguay, se afincó en Buenos Aires, donde se convirtió en un locutor famoso y admirado por su particular voz grave y, especialmente, por su risa.
En Julio 2010, el "Peruano Parlanchín" fue internado en un neuropsiquiátrico de Belgrano, en delicado estado de salud y con muy poco peso.
En sus últimos años, Guerrero Marthineitz vivió con muy pocos ingresos y gracias a la ayuda económica de sus tres hijos.
Lo recordamos publicando el texto de una de sus más importantes entrevistas:
SILO (Mario Rodríguezs Cobos).
Programa "A solas con Hugo Guerrero Martineitz"
(VCC Cable visión – Argentina 1991)
Cable Visión (50 minutos)
Periodista: Resulta que yo ya había pasado cuatro años de vida en la Argentina. En el Río de la Plata, dos años en el Uruguay y dos años en la Argentina, y había perdido esto que le voy a contar. Llego al Perú, me encuentro con los muchachos de la esquina, que ya estaban grandotes, me invitan a tomar una cerveza en esa vertiginosidad que uno tienen cuando ya la pasó fuera y tiene que ser ave de paso en su tierra.
Silo: Claro.
P: Me siento a la mesa, charlo con ellos, me preguntan de la Argentina con suma curiosidad como siempre le preguntamos nosotros en América Latina por lo que pasa en esta tierra. Y bueno "salud", "salud", tome mi cerveza, seguí tomando mi cerveza. Y como a las dos horas digo: ¡pero tu no has tomado nada! "Es que hermano no has dicho salud".
S: ¡Ay! que gracioso.
P: Entonces cada vez que uno va a tomar "salud compadre", "salud" "salud", "salud". Y usted se puede pasar toda la noche con su copa de coñac; aunque no beba, salud, se lo lleva a la boca. No le sirva más a Silo por favor porque Silo no toma, pero dice salud.
S: Pero por acatamiento.
P: Dice Salud por acatamiento (…)
S: Por acatamiento.
P: Acatar. Acatar las imprescindibles reglas de convivencia que todos hablamos de ellas y muy pocos conocemos.
S: Claro que sí.
P: Y yo soy unos de los infractores de las reglas de convivencia constante. Tengo preguntas necias, soy imprudente. Le voy a contar algo que me pasó con usted Silo, cuando comenzó a resonar su nombre, ¿qué edad tiene usted?
S: Cincuenta y tres.
P: Cincuenta y tres. Quiere decir que hace más o menos veinte, casi veinticinco años que tuve noticias suyas, cuando seguramente era un muchacho flaco de ideas gordas que no había asimilado muy bien.
S: Ahora soy un gordo de ideas flacas.
P: Pero que las había transmitido más o menos de manera letal. Y no con poca gente que deben haber llegado a sus oídos que decían: ¿quién será este charlatán?, ¿quién será este chambón del pensamiento? Y me pasó algo curioso en esos años viaje por primera vez a Europa, iba yo caminando por…
S: Estamos hablando del ’70.
P: Sí de los ’70, por esos años viaje a Europa. Y a mi me gusta caminar en la noche solito, salgo, camino la ciudad. ¡Están locos! ¿Este es el Silo argentino?, ¡no puede ser Silo argentino! En Londres le digo a mi mujer pero este ¿qué hace Silo acá?, esta inscripción la ha hecho algún argentino que pasó, bueno paso. Llego a Francia, estaba caminando por la ciudad; yo soy amigo de un sector de París que no lo quieren mucho algunos. Me hospedo cuando voy a Francia en un hotel que se llama Reyen y está en la Plaza de Las Pirámides. Salgo camino por ahí, recorro Saint Lore que me gustan ver los negocios de modas tranquilamente transitados sin esa ebullición de público francés que circula por Saint Lore. Llego a la iglesia de La Magdalena, veo, recorro, miro aquella famosa tienda de productos importados de todo el mundo y ¡puc! "Silo", una inscripción. ¡Qué cosa rara! Llego a Amsterdam, en Amsterdam cerca de una casa muy histórica una inscripción "Silo".
S: ¿Sería el mismo argentino que andaba con el carbón?
P: Llego a Italia, Roma, para hacerla breve y en la Plaza de Victorio una gran inscripción "Silo". Entonces me digo: ¿tanto ha crecido esta secta? ¿Es usted sectario? ¿Ha sido sectario?
S: (Risas)
P: ¿Cómo es la cosa Silo? Ya en esa época, ¿no?, donde se hablaba en Argentina de usted había gente que no lo veían con buenos ojos.
S: Claro.
P: ¿Era usted conocido?, ¿mandado usted…?, ¿es un forajido que pusieran esas inscripciones?
S: Pintarrajean las paredes (risas), sería la misma persona que…
P: Deterioraba las paredes de Europa con esas inscripciones.
S: Cierto ¿no?
P: ¿Cómo creció su…?
S: Eso era como bien dice usted allá por el ’70.
P: Sí.
S: Es decir, a fines de la época del ’70 usted recuerda, aquí existían gobiernos de facto con un régimen militar que impedían toda expresión pública. En esas circunstancias en un pueblito pequeño, que es de donde yo salgo, Mendoza, los alrededores de Mendoza, pedimos permiso con toda la ingenuidad del mundo para expresar algunas ideas, para hacer una reunión. Y nos dijeron: "¡Ah no, reuniones no, están prohibidas!" Bueno, pero tal vez en la ciudad estén prohibidas; pero si nos vamos a los alrededores de la ciudad, si hablamos al aire libre creo que no molestaremos a nadie. "Si ustedes quieren hablarle a las piedras, háblenles". Eso hicimos. Nos fuimos a los alrededores a un lugar que se llama Punta de Vacas hicimos una reunión ahí, expusimos nuestras ideas. Y claro se complicó un poco porque estábamos rodeados de gendarmes, estábamos rodeados de fuerzas de seguridad como si ahí fuera a pasar algún acontecimiento extraordinario. En realidad había 200 personas presentes y también llego periodismo. Y éste creo que fue el origen de muchos problemas, se difundió esa noticia, pues, yo creo que era uno de los actos contestatarios de la época. Y lógicamente fue gente presa y continuó la cosa. Los regímenes militares se preocuparon mucho de encerrar a nuestra gente amiga y demás, así que se dispersaron.
P: ¿Solamente los regímenes militares o hay una persecución ancestral latinoamericana a todo lo que signifique pensar?
S: Sí. Sí. No sólo los regímenes militares porque yo recuerdo también que en plena época constitucional, estoy hablando de la época de la señora Isabel Perón, cuando López Rega tenía en sus manos prácticamente la suma del poder; en esos momentos, régimen constitucional, en una reunión con 500 amigos en La Casa Suiza fuimos 500 detenidos. Lo cual es un escándalo y de ahí a Villa Devoto. En esas épocas a ver ¿que época era? 1975, ametrallaron a dos de los nuestros en plena vía pública, en la calle, a la luz del día, a un joven de 25 años que en ese momento rendía su última materia de derecho y a otro más de 27, pues, así simplemente, pues, fueron barridos. Así que cárceles, persecuciones, deportaciones, esas deportaciones opcionales que se daban cuando uno prefería abandonar el país o quedar preso. Es una larga historia de persecución, pero… fea. Y ese es uno de los motivos por los cuales este pensamiento llegó tan lejos. Desafortunadamente fue montado este pensamiento en la dispersión de la gente que tuvo que irse a otros países. Así pues, alcanzó las costas de Europa. Y en Europa a diferencia de otros exiliados esta gente tan joven, tan animosa, en lugar de recluirse en los guetos de exiliados donde la gente se queda tomando mate y realimentando en su diálogo simplemente los tiempos pasados; esta gente empezó a contar y a difundir sus ideas con la gente del lugar. Por eso es que comenzó a difundirse El Movimiento en España particularmente y en Italia por los lazos que ligan este país con esos dos puntos. De ahí en más la cosa continuó ya por el resto de Europa.
P: ¿Qué persigue usted?
S: En realidad, no se trata de un pensamiento muy complicado en todo caso se puede decir de él que es un pensamiento ingenuo; pero no es muy complicado. Hoy parece que tuviéramos un poco más de razón que antes; vemos que se va deteriorando el tejido social, que cosas que tenían alguna vigencia hasta hace un tiempo como la solidaridad han desaparecido, que este tema del super individualismo y la fragmentación que se da en todos los estamentos del cuerpo social se va agravando, que esto que parece que es nada más que un problema personal se está contaminando socialmente y que vamos a llegar a una situación social en donde ya nadie se va a entender con nadie. Acentuado por el tema de la competencia rabiosa, acentuado por el tema de la desconfianza mutua, acentuado por muchos factores, pues, la gente cada vez se aleja más de la gente. Y claro si ya no se puede ni entender una pareja entre si. Si ya empiezan a discutir en su departamento de 5 x 5 cuál es el metraje que le corresponde a cada uno de los miembros o si la cacerola es de uno y la cocina es de otro. Yo creo que estos son muy malos augurios para los tiempos que vienen. Yo creo que hay un problema en la fragmentación de la estructura social en esto que podríamos llamar hoy super individualismo, falta de solidaridad, desconfianza y lógicamente aislamiento con todas sus secuelas.
P: ¿Y qué plantea usted?
S: Yo simplemente observo esta situación que de no restablecerse una nueva solidaridad o de no restablecerse un nuevo modo de comunicación entre la gente, creo que vamos a tener problemas. ¿Cómo hacerlo? Yo se que estos medios que tenemos hoy en las manos como son estas maravillas tecnológicas de la T.V., la radio y demás son un gran avance depende en la dirección en que se lleven estas cosas; pero el contacto directo entre las personas no está hoy muy favorecido. Más bien se pone como valor central otro tipo de cosas que el contacto entre las personas. Yo creo que la eficiencia, que es una cosa muy importante; el dinero, que es una cosa muy importante; y todo aquello están ocupando una ubicación central que antes estaba ocupada por la amistad, por otro tipo de valores.
P: Pero era una amistad sin posibilidades de progreso prácticamente.
S: Sí. Es cierto.
P: El momento en que vivimos es un momento que permite tener una cierta esperanza de reeducación de la gente y de poder disfrutar de todo lo que ha dado el hombre a través de sí mismo. No nos olvidemos que todo lo que padecemos es una invención humana.
S: Así es. Y los grandes beneficios también es un producto de una larga cadena humana. En ese sentido pensar que la tecnología de que hoy disponemos es un producto de las últimas décadas es un poco excesivo. Yo creo que hay una acumulación histórica muy importante. Creo que estas nuevas corrientes que hoy tienen plena vigencia como la economía de mercado y todo aquello que son cosas más bien recientes, no existían y, sin embargo, el progreso del hombre a permitido que lleguemos hasta aquí. Quiero decir que esta acumulación ha puesto en marcha muchas cosas positivas y negativas también. Y que este factor de comunicación humana no necesariamente tienen por qué disolverse si las cosas están bien encaminadas, esta comunicación humana hoy se está disolviendo. Tal vez…
P: ¿Qué haría usted para encaminarlas?
S: Yo creo que se le da una impronta muy grande a esto de ubicar como valor central, fundamental, el tema del dinero. Este tema del dinero es tan importante como el tema de la ley de gravedad; pero no estamos hablando todo el día de la ley de la gravedad, no estamos neuróticos por la ley de la gravedad. Yo se que si me caigo me rompo la cabeza por (…); pero no estoy todo el día como sí estoy con la tasa de redescuento, el 0,24, el problema de la bolsa, usted sabe. Estamos economizando de tal manera, convirtiendo en económico del tal manera el lenguaje que están quedando pocos códigos de intercambio entre las personas que no sean códigos económicos. Esto es muy claro, lo vemos en la prensa diaria, lo vemos en las relaciones entre las personas y creo que hay algunas dificultades para avanzar en ésto, si ésto se acentúa. Porque no vaya a ser que estemos entrando en una nueva utopía ahora que ha caído la utopía del llamado socialismo real, no sea que estemos avanzando ahora en la utopía de la economía de mercado real. Considerando que si se arreglan no se que factores, en fin, factores económicos se va a arreglar todo el problema del hombre. No sea que se nos compliquen las cosas porque estas utopías normalmente llevan a excesos. Y se han visto muchas declaraciones excesivas y se ve una tendencia muy excesiva a economizar todo ¿no?
P: ¿Usted es un hombre de fortuna?
S: Nunca he estado mal.
P: ¿Nunca ha estado mal?
S: No.
P: ¿Se casó con mujer de fortuna?
S: Además.
P: Además. ¿Esto le facilitó tener oportunidades de desplegar su pensamiento, de tener una cierta tranquilidad para pensar, para escribir?
S: Pero no necesariamente por ese matrimonio, sino porque…
P: No hablo necesariamente por ese matrimonio.
S: Claro, claro.
P: Hablo, ¿si tiene que estar ese pequeño margen de tranquilidad económica?
S: Sin duda que ha sido ventajoso.
P: Lo ayudó para su educación y autoeducación.
S: Sin duda.
P: Yo pienso a propósito de una conversación que tuve con el señor Nelson, pienso como muchos que si no sabemos administrar la riqueza a través de la educación imprescindible para el crecimiento de la gente es donde se produce el fracaso y la hecatombe. ¿Usted cree que con todo el auxilio que cuenta la sociedad contemporánea donde a un hombre que piense mal o bien no importa; pero que piensa y se le permite la expresión de sus ideas a través de un medio de comunicación como la televisión en este momento ¿usted no cree que todo eso va ayudando a que ese, para decirlo de otra forma pero más o menos parecido a la suya, salvaje capitalismo pueda aplastar todo lo que sea el sublimar de inquietudes internas?
S: Precisamente eso que usted destaca, que es muy verdadero, y que estoy con ello; esto de que incluso la tecnología de la comunicación permita que ideas verdadera o falsas se comuniquen, yo creo que sí.
P: Porque al lado de toda la información económica que puede darnos Ambito Financiero, para sacarlo a él, o La Nación o el Cronista Comercial al lado de todas esas informaciones hay otras informaciones. Hace un rato yo estaba charlando con alguien que me hablaba de Pope. Y me decía que lástima que ahora se preocupen de la difusión de Pope y no hace 25 o 30 años atrás, ¿no?
S: Así es.
P: Por lo menos en el mundo latinoamericano ¿no?
S: Así es, así es.
P: Que lástima que no se le conozca al Pope anterior ¿no?
S: Claro.
P: Y recién ahora por aviesos intereses se lo conoce y se lo difunde a Pope. Y como en determinado momento de Borges habla todo el mundo sin haber leído Borges o se habla de Hegel con una facilidad tremenda siendo que es uno de los más difíciles de entender y de trabajar y de aprender a pensar como (…)
S: Sin duda. Sin duda. Bueno sigamos.
P: Pero de todas maneras hay una ventaja ¿no?, la difusión de estas ideas.
S: Absolutamente. Y los medios de comunicación en ese sentido pueden ayudar enormemente. A menos que los medios de difusión encaren una política justamente de establecer el reino de lo secundario, es decir, peraltar aquello que no es importante y de marginar aquellas cosas que hacen a los problemas centrales del ser humano.
P: ¿Por qué está usted conversando aquí conmigo?
S: Estoy conversando porque creo que es una buena oportunidad…
P: Porque me llamaron por teléfono de su empresa editora y me dijeron: "Silo está en Buenos Aires". Y yo respondí por teléfono: "Así es que ahora Silo quiere ir a mi programa, ¿qué pasa con Silo?" "A sacado un libro". "¡Así que por el libro!, yo me he cansado de invitarlo a Silo y siempre ha estado viajando, bueno por tratarse de tí, Osvaldo creo, lo voy a hacer".
S: ¡Ah! ¡Ah!. ¡Ajá!
P: Pero esta usted aquí precisamente por esta empresa que si crece económicamente, pues, difundirá otras ideas a parte de las de Silo.
S: Ah sin duda.
P: Este equilibrio Silo ¿es el que usted en cierto modo aspira?, a través no se si es su filosofía, si es una doctrina, todavía no hemos llegado a eso.
S: Sin duda que yo aspiro a eso y a mucho más. Aspiro a que incluso tenga expresiones en todos los campos este mismo crecimiento de las condiciones de expresión. Aspiro a que en otros campos también se instale una comprensión de lo social más humana, una comprensión política más humana, que se den una cantidad de posibilidades a gentes que hoy no las tienen y todo aquello. Entrar en detalles sería ya otro tema de conversación; pero en términos generales aspiro a que no se limite esto al campo de la expresión, al campo de las ideas. Porque la comunicación a veces, requiere también de la posibilidad de dar difusión a gentes que no tienen como hacerlo porque esta muy limitada por esto que conversábamos hace un rato. Esto de las posibilidades de educación, pocas posibilidades de acceso a los medios de difusión gente muy apremiada, gente muy castigada por la vida y por las circunstancias económicas, por un enfoque económico que se tiene de estos procesos en donde se postergan los beneficios de la gente para más adelante, como nos hicieron en su momento también algunos promotores del socialismo real. La generación actual tiene que ser sacrificada en aras de una sociedad más justa, de una sociedad de un hombre nuevo y todo aquello. Ahora un poco se nos esta diciendo que bueno que la gente tiene que esperar un poquito hasta que se llegue a un modelo macroeconómico que luego desbordará y llegará hasta el último de los necesitados.
P: Yo no creo que sea ese el discurso pero de todas maneras le reconozco porque es algo también que no retiro en repetirlo frecuentemente por radio y por televisión ¿no? Ponerse a leer la historia de nuestros países cualesquiera de los sudamericanos que de ellos estamos hablando.
S: Si.
P: He comprobado que decenio tras decenio porque nosotros somos voraces en exterminar generaciones, voraces en exterminar generaciones. No hemos terminado de devorar la que tiene 20 años y ya nos estamos devorando la que tiene 5 ¿no? y que dentro de 15 tendrá 20, pero ya cuando llega a los 20 esta aniquilada.
S: Eso es cierto.
P: Esta es la constante de América Latina.
S: Eso es así.
P: Claro en este momento la Argentina está viviendo un momento de búsqueda de poderse concretar en una nación. Se le han pedido de nuevo sacrificios al pueblo. ¿Se le ha de pedir sacrificios para sepultarlos porque se mueren de hambre?, ¿o se les va a pedir sacrificios a todos para que sepan administrar de la mejor manera posible el peso miserable que ganan y poder salir adelante? ¿Se va a pedir sacrificio sabiendo que vamos a tratar de mitigar los que podemos las necesidades de los que van a quedar sin trabajo? ¿o van a quedar sin trabajo muertos de hambre y en la miseria?
S: Ese es el tema.
P: Sería un suicidio. No, no es que sería un suicidio Silo. El pensamiento de nuestros días no puede creer en nada de lo que se hacía hace 10 años atrás.
S: Así es. En eso estamos de acuerdo.
P: Hace 10 años atrás.
S: En eso estamos de acuerdo.
P: Después de esta larga, penosa y trágica experiencia planetaria a la que nos unió Lenin, Stalin…
S: Y toda la forma nacional corporativistas y los fascismos y demás. Toda esa forma autoritaria nos han dejado en muy mala situación. De acuerdo.
P: Después todas aquellas experiencias sería mucha estupidez la del mundo latinoamericano que no podemos incluir a Alemania, que no podemos incluir a Japón, que no podemos incluir a Inglaterra, ni a Francia porque de todas maneras son gentes que se preocupan por sus gentes…
S: Así es.
P: Pero sí a América Latina. América Latina donde los enriquesimientos son perversos.
S: Ajá.
P: Donde 40.000 líneas telefónicas no se pueden instalar de contrabando en Buenos Aires sin que no hayan participado los trabajadores más modestos, los jefes de esos trabajadores modestos, los gerentes de esos trabajadores.
S: Sin duda que hay que hacer un cambio.
P: Los interventores de partidos civiles, los interventores militares y hasta por allí algunas personas que uno diría no, no puede ser, pero ya nada es espanto.
S: Sí.
P: Ya nada es espanto, Silo.
S: Así que estamos hablando de modificar estas estructuras y por supuesto no volver a situaciones anteriores.
P: Pero se está modificando.
S: Estoy totalmente de acuerdo.
P: Yo creo que se está modificando porque si la Argentina tuviese un traspié dado de forma tremenda en perjuicio de la mayoría de la gente, la Argentina fracasaría otra vez.
S: Y esta sería grave.
P: No, no, fracasaría otra vez. No se si sería grave; pero otro fracaso operatorio no lo resiste este paciente sometido a delicadas intervenciones quirúrgicas con manos no hábiles en la medicina.
S: Así es, así es, así es, así es. Y estamos de acuerdo en que hay una modificación de estructuras.
P: ¡Córrase de la luz! ¡Póngase frente a mi!
S: Como no. Que no se debe a un factor o como este gobierno u otros gobiernos. Es un proceso en el que está ya lanzado Argentina, como está lanzado México y pronto va a estar lanzado Brasil con las dificultades que tiene este proceso si va en esa dirección. Si va en esa dirección. Ahora vamos a ver si se abren nuevas fuentes de trabajo.
P: Usted tiene aspiraciones políticas por lo que veo en su discurso.
S: No tengo aspiraciones; pero si preocupaciones por el hecho político porque nos afecta a todos. Y creo que si contamos con un mínimo de sensibilidad social debemos atender a estas cosas. Y por qué no discutirlas, eso es lo que nos permite hacer la democracia. Esperemos que sea algo más que democracia formal y que las opiniones sirvan.
P: ¿Qué cambios se han presentado en su conducta pensante desde el momento en que usted comienza a tener una cierta popularidad hasta este momento en que en el mercado sus libros son un buen negocio?
S: Yo diría que negocios a parte…
P: ¿Diría o dice? Aquí ya me pongo exigente en la expresión simpática. ¿Diría o dice?
S: Bueno en otras circunstancias diría, pero ahora digo para estar los dos de acuerdo. Ahora digo que mi pensamiento tiende a ser preciso en algunos libros como "Contribuciones al pensamiento" con precisión en eso; pero busca nuevos rumbos ya en el cuento corto, en la narración, en la ciencia ficción y todo aquello que es lo que está ahora por salir al mercado. Mi pensamiento está buscando nuevos rumbos incluso una forma mucho más plástica que es la que ha utilizado anteriormente para expresarse. Creo que esta temática, esta temática del cuento corto y todo aquello permite también, permite deslizar ciertas ideas, hacer algunos planteos ideológicos llamémosle así. Yo no tengo ningún miedo en decir que mis escritos son ideológicos. Hoy esta muy mal vista la palabra ideología.
P: ¿Es una ideología más?
S: Sin duda es una ideología.
P: Es una ideología más digo, no la suya; pero para tener la ideología.
S: Ah sí claro. Sin duda, sin duda. Es la ideología de la no ideología, la del pragmatismo. De manera que ha habido cambios formales en el modo de presentar mi pensamiento, sí, sin duda. Y creo que eso va con los tiempos que corren y creo que debería haber más cambios todavía.
P: ¿Le molesta si fumo?
S: No para nada. Creo que habrá más cambios en el futuro.
P: ¿Refiriéndonos a la Argentina?
S: A la expresión de mis ideas.
P: A la expresión de sus ideas.
S: De manera que buscaré nuevas aperturas en distintos campos para que este pensamiento, a lo mejor, sea compartido por otros.
P: Se ha hablado mucho de la secta Moon, se ha hablado del dinero que invierte la secta Moon, o que invertía, que pagaba esto y que pagaba aquello. Ahora que cayó el cuco mayor de todos aquellos que decían que la secta Moon ponía dinero para luchar contra el anticomunismo, ahora que ha caído ese cuco monstruoso y devorador que fue el comunismo, ¿a qué lado se acerca este Silo que, seguro que como el Dr. Spock en su momento creo un poco de confusión en no muy pocos jóvenes? Silo evoluciona, ¿qué pasó con esa transmisión de ideas que se quedó en cierto modo en que estaba por lo menos en uno? Ya usted tuvo dos víctimas entre su gente, entre sus seguidores que murieron si no oí mal.
S: Ametrallados.
P: Ametrallados.
S: A parte de los encarcelados y a parte de los echados de sus trabajos y de sus tierras.
P: Sí, sí, sí.
S: Y de mil cosas más.
P: Bueno, bueno, ¿qué pasa ahora con esa gente que se quedó?, usted evoluciona.
S: Esa gente sigue avanzando como ocurre con todas las cosas, esa gente va cambiando en edad, va cambiando su situación personal, en su situación laboral, en su relación de familia, es el cambio de la vida misma. ¿Qué sucede cuando un joven estudiaba derecho y termina su carrera de abogacía?, ¿qué pasa después?, nada que empieza a ejercer como abogado. Es el cambio de la vida misma (…)
P: Hay cambios que no se dan. Ya sabe que se modifican algunos aspectos de la conducta, pero los cambios profundos no se producen. Si usted le trasmitió unas ideas a un joven en los ’70 y ese joven se quedo con esas ideas seguramente que en relación a sus conocimientos de hoy y a su forma de lucubrar de usted ese joven se quedo atrás.
S: Probablemente no haya avanzado; pero a lo mejor ese joven al incorporar esas ideas en la década del ’70 despreció la oferta guerrillera. En cuyo caso se le abrieron nuevas posibilidades para su vida, como debe de haber ocurrido con muchos jóvenes que participaron de estas ideas. En lo que se planteaba en esa época, igual que ahora, es la no-violencia física, la no-violencia económica, la no-violencia racial y la no-violencia religiosa. Así que yo me sospecho sin andar haciendo estadística, ni sondeos, que bastantes jóvenes de aquella generación han salvado sus vidas y además no han perjudicado las vidas de otras personas en una época donde el guerrillerismo hacia sus estragos. Gente que adhirió a estas ideas y por eso era tan mal vista esa gente precisamente por esos grupos tremendistas a ultranza. Pienso que mucha gente ha salvado sus vidas en eso. Pienso también que mucha gente se ha salvado de la drogadicción en una época donde la drogadicción no era tan grave como ahora, que ahora ya se convierte en una cosa seria que esta actuando en todas las capas sociales; pero donde empezaba el experimentalismo en ciertos sectores intelectuales. usted recordará bien la época del hippismo por los ’60 donde aquellos popes del hippismo, como que se yo, los Huxly, los Watson y todo aquello de algún modo dan a entender que el experimentalismo en ciertas materias era una cosa interesante. Mucha gente adhirió al Movimiento, por supuesto que en aquella época se dijo que eran hippies. Claro si lo mal visto era el hippismo, eran hippies. Más adelante claro habrán dicho que son guerrilleros; pero la verdad es que los hippies y los guerrilleros desaparecieron y nuestros amigos no desaparecieron. Y con respecto a la pregunta que usted hace de qué habrá pasado con aquellos jóvenes que no evolucionaron; puede que algunos no hayan evolucionado y puede que muchos otros gracias a haber tomado en cuenta estas ideas hoy estén en condiciones de hacer muchas cosas. Yo tengo que poner en la balanza todo esto de que pueden existir gentes que bueno tomaron ese pensamiento y quedaron estancadas, como con cualquier sistema de pensamiento están los marxistas, están los sicoanalistas, están los neoliberales, hay montones de gentes que bueno, quedarán en ese pensamiento. Yo pienso que en estas propuestas nuestras también habrá gente que no avance; pero atención que también ha habido mucha gente que se ha salvado y ha salvado a otros de cosas muy concretas como es la propia vida y la vida de los demás. Eran épocas muy difíciles, muy duras sobre todo para la nueva generación estaba muy asediada por el poder militar, por agresiones de todo tipo y por otro lado por ofertas tremendistas en las que se enrolaba con mucha facilidad la gente de aquella generación. Esto yo creo hay que ponerlo en la balanza, me parece que es de algún interés. Nosotros denunciábamos en aquella época, usted lo recordará Mesa Pelada de Hugo Blanco en Perú, el FLN en Venezuela, el M29 en Colombia, los Tupamaros en el Uruguay, los Montoneros en Argentina, etc. Todos ellos precedieron, precedieron a los golpes militares. Y nosotros alertábamos respecto de esas situaciones, ¿qué estamos haciendo muchachos?, ¿estamos creando condiciones para que luego venga una reacción en contra? En fin todo aquello se discutía mucho en aquella época. Y por supuesto la gente amiga mía tomó una postura muy clara, muy decididamente pacifista, no-violenta; aunque discutía las estructuras sociales. Y creo que fue muy acertada en todo lo que hizo y creo que no hay nada que renegar de aquellas épocas. Yo creo que ninguno de nuestros amigos que comenzó a militar en esa época puede decir hoy que aquellos fueron errores de juventud, como se escucha decir en otros sectores a ciertos elementos vergonzantes. Yo creo que no hay nada de que arrepentirse, todo lo contrario; sino más bien estar orgullosos de haber mantenido una postura no obstante las persecuciones, las cárceles y los inconvenientes sufridos. Así lo siento yo.
P: ¿Cuáles han sido sus entrenamientos para llegar a estos pensamientos, a estas especulaciones filosóficas a las que suele meterse usted? Le digo suele meterse porque no he leído íntegramente ningún libro suyo, simplemente lo he ojeado así algún párrafo y he llegado hasta ahí y he dicho me quedo acá, sigo con otras cosas que tengo más interés en conocer.
S: Claro, sin duda, sin duda.
P: Y aquí yo no tengo…
S: Bueno, yo no tengo muchas pretensiones en esta materia. Si alguien me pregunta bueno cómo se califica usted a usted mismo, yo diría que como un humilde literato que trata de hacer buena letra. En cuanto al pensamiento filosófico como tal no pretendería yo tanto; más bien soy una persona tranquila de pueblo de los alrededores de una ciudad del interior.
P: ¿No es una falsa modestia?
S: No.
P: Hay pensadores excelentes que la humanidad los descubrió después de haber vivido en su aldea…
S: Es cierto.
P: Casi secretamente.
S: Es cierto.
P: No estaría de más hacer nombres.
S: Es cierto.
P: Pero gracias a esos pensadores de aldea hoy sabemos muchísimas cosas que nos permite disfrutar del presente y podemos proyectar a futuro.
S: Es cierto. Pero hoy ya es la época de los grandes medios de comunicación cuando surge un pensador yo creo que lo detectan.
P: No crea, no creo que pensadores buscan la televisión.
S: Eso es cierto y cuesta bastante que lleguen ¿no?
P: El verdadero pensamientos no se transmiten por la televisión, ni tampoco se procura tener una grey ¿no? Yo dudo de aquellos señores que insinúan a través de gestos, a través de palabras el síganme. El sentido de solidaridad que yo tengo y el sentido de ayudar a la gente que yo tengo es el de que ha recorrido algunos kilómetros en automóvil, se nos pincha un neumático a la una de la mañana y no falta quien se detenga para darnos una mano.
S: Como no.
P: Nos da la mano y es incapaz de decir bueno ahora acompáñeme a Mar del Plata. Seguimos por Mar del Plata uno enfila para Pinamar y el otro sigue a Mar del Plata.
S: Como no. Ese es un encare de la realidad, esa es una faceta.
Silo, 14 años después de la entrevista, en Parque Punta de Vacas, Mendoza. 2005
P: Allí donde nos dice alguien en su discurso que lo sigan hay que tomarlo con tiempo. ¿y usted pide que lo sigan?
S: No tanto como que sigan; pero si que consideren este punto de vista que requiere de la participación de gente. Y requiere de la participación de gente porque yo creo, sigo creyendo a pesar de lo que se dice por ahí, creo en la potencia de las corrientes de opinión. Y yo creo que son importantes las corrientes de opinión. Y creo que no es lo mismo alguien que individualmente plantea un esquema que un conjunto de gente que participa en esa idea. El mismo presidente en su campaña usaba el síganme, es una forma que usan los políticos…
P: Soy un detractor tremendo de ese síganme.
S: Bueno, pero quiero decir…
P: Yo intuí que iba a ser presidente Menem y el mismo lo dijo en un programa, "el único periodista que me dijo que iba a ser presidente cuando asomaba fue el negro Guerrero Marthineitz", que públicamente se lo dije en Cable Visión yo le veo a usted todos los visos de futuro presidente de la nación.
S: El tal vez creía en eso.
P: ¿Pero usted quiere ser Presidente de la Nación?
S: No, de ninguna manera.
P: ¿Diputado? ¿Senador?
S: Ni de lejos político.
P: ¿Gobernador?
S: Pero si creo que las corrientes de opinión son importantes y si yo pudiera impulsar una fuerte corriente de opinión en base a ciertos valores, a ciertos puntos de vista y también porque no en base a la denuncia de ciertos esquemas que no me parecen adecuados. Yo no tendría ningún inconveniente en hacerlo.
P: ¿Qué esquema le parece inadecuado de la situación actual en que vivimos?
S: En Argentina particularmente me parece inadecuado el esquema macroeconómico del ministro, claro, por supuesto, que lleva adelante esta propuesta es la cosa postergadora. Decir lograr estabilidad mientras se cierran fábricas me parece sumamente discutibles. Y muchas actitudes más del gobierno no sólo en el campo económico; ¿qué es esto de salir de los no alineados?, ¿qué es esto del Ministro Di Tella de andar proponiendo una suerte de intervención a Haití?, ¿qué es esto del Sr. presidente insiste continuamente con el tema de la pena de muerte? Acá hay una cantidad de cosas muy incoherentes entre sí; pero que muestran un trasfondo un tanto violentista en las actitudes de la dirigencia.
P: Me puede aclarar un poco más.
S: Y yo le diría que no viene al caso esto de insistir en la pena de muerte. Me parece que no se qué ventajas trae para el país y, sin embargo, coloca a todos los ciudadanos en una situación de indefensión respecto de ciertos errores que se pueden cometer en la justicia. Esto es serio.
P: ¿Pero cuando el mismo presidente dice que ésto se sometería a un referendum o plebiscito usted no cree en la maduración del pueblo argentino que le dio un rotundo no al Sr. Alfonsín y al Sr. Cafiero en la provincia?
S: Yo creo que es muy interesante, pero depende el momento.
P: ¿Usted cree que el pueblo argentino sufragaría por la pena de muerte?
S: Depende el momento. Si el Sr. presidente está en su máximo punto de popularidad creo que las cosas se confunden mucho y esa popularidad se vuelca luego a la opinión que tiene respecto de una cosa tan puntual como la pena de muerte. Creo que no está excento cualquier persona inteligente; ya no se trata de la mentalidad de un pueblo, cualquier persona inteligente puede estar muy influida por el carisma provisorio que pueda tener un líder. Y en ese sentido puede equivocarse y ser arrastrada por otras cosas, otros logros u otras simpatías; puede ser arrastrada a decisiones de este tipo.
P: O puede ser arrastrada por otra persona carismática que también la va a llevar a acarrear agua a su molino.
S: Así es.
P: ¿Usted no estaría entre esos Silo?
S: Yo quisiera acarrear agua para mi molino si es que eso impide que se instale la pena de muerte. Y también quisiera acarrear agua para mi molino si de ese modo se impidieran estos excesos como la propuesta de una intervención armada a Haití. Y por supuesto que quisiera influir sobre la gente en una cantidad de temas que me parecen que no van por buen camino.
P: A grosso modo desde mi provisorio punto de vista en relación a sus tareas de pensador, me parece que usted ha virado hacía la política en una forma muy ostensible.
S: Bien.
P: ¿Qué hizo que ese viraje se diese?
S: Lo que ocurrió fue precisamente que mucha gente, sobre todo en el advenimiento de la democracia, lo cual es un gran bien por muchas imperfecciones que tenga, mucha gente consideró la posibilidad de influir además políticamente. Y de ahí, pues, que muchos comenzaran a diseñar especies de corrientes que luego se convirtieron en partidos. Es el caso del Partido Humanista, el caso del Partido Verde, partidos muy jóvenes todavía y empezaron a llevar adelante una acción política. De manera que cuando usted ve, efectivamente, que hay una suerte de viraje mío hacía la cosa política; lo que en realidad hay es la influencia de este pensamiento hacía formas políticas como son los partidos políticos. Y a mí me parece magnífico si es que los partidos pueden lograr, en fin, que determinadas ideas se abran paso de un modo más concreto porque la labor de un escritor, de un pensador o como se le quiera llamar no es una labor muy práctica. Es en realidad la labor de alguien que esboza ideas muy generales; pero en cambio la labor del político es la del hombre o la mujer que saben implementar esas ideas, que tienen sentido de la oportunidad, que conocen la realidad en que viven de un modo muy concreto. Así es que este pensamiento ha virado hacia la cosa política, aparentemente es así porque tiene alguna influencia sobre estructuras políticas que luego se montan. Y me parece bien y ojalá pudiera influir este pensamiento sobre otras corrientes políticas ¿no?
P: Su relación con la santa iglesia católica, ¿cómo es?
S: No es buena. En verdad desde hace mucho tiempo no hay confrontaciones. Si las hubo en otras épocas donde el clero era más conservador que ahora; pero desde hace bastante tiempo no hay confrontaciones de importancia. Así que, en realidad, es casi un perjuicio mío decir que no es buena. A lo mejor hay gentes que no ven con malos ojos este pensamiento; pero en su momento era mala, francamente mala.
P: ¿Cuál es la confrontación con la santa iglesia católica que más recuerda usted para contar en este instante?
S: Bueno. Yo recuerdo haber escuchado en púlpitos, en iglesias, en mi provincia, diatribas importantes en contra nuestra. Recuerdo haber visto carteles puestos en caballetes denunciando la acción satánica de nuestro Movimiento y todo aquello, ¿cómo no? He visto también porque tengo videos grabados la aparición de algún sacerdote en canales de Mar del Plata y en otros puntos, pues, dedicando su evangelio dominical a hacer una serie de advertencias tremendas respecto a este movimiento, ¿cómo no? Eran épocas un poco exageradas por todos lo bandos, ¿no? Así que eso ha existido, sin duda.
P: ¿Qué opina de la cantidad de sectas y religiones que actúan por la televisión?
S: Si. Yo creo que es lío entre primos ¿no? Usted que conoce Inglaterra y esos puntos sabe que cuando el clero inglés se va reduciendo, cuando los protestantes se reducen de la periferia hacía el centro, los católicos empiezan a crecer. Y por supuesto que el clero inglés habla de la secta católica y todo aquello. Y a la inversa, en América Latina o en los lugares de tradición católica en la medida en que el clero se va reduciendo, va abandonando las villas de emergencias, puntos que tradicionalmente antes contaba como parte de su grey, que en la medida en que se comprime, pues, vienen los primos que son las sectas protestantes a disputar el terreno; pero en realidad con el mismo libro el mismo planteo, son todos cristianos. Son distintas sectas del cristianismo. Así como los mahometanos tienen sus distintas sectas, ¿no es cierto?; los sumitas, los shiitas, etc. Nada. Creo que este lío de sectas es un problema de espacio entre ellos; se disputan el mismo espacio con planteos muy parecidos entre protestantes y católicos.
P: Por lo que yo he oído decir en esta conversación de hoy, sus relaciones con el peronismo, cierto sector del peronismo no han sido muy cordiales. ¿Con qué partidos políticos son cordiales sus relaciones Silo?
S: Las relaciones del Partido Humanista por ejemplo, y del Partido Verde, han sido cordiales con lo que podríamos llamar centro-izquierda en este momento. Es decir, ellos han formado un frente por la justicia social y demás con el Partido Intransigente, con gente del Sector de los Ocho, con algunos socialistas y me parece que es muy buena orientación. Es toda gente muy bien orientada, con ganas de llevar la cosa para adelante que está haciendo un gran esfuerzo por salir de viejos esquemas y esto me parece que es muy valioso. Sucede en cambio con el Partido Comunista y con otros sectores que no parece que salieran de su estado anterior. Cosa que todos aspiraríamos que ocurriera, que modificaran sus esquemas y siguieran las enseñanzas de la Perestroika que ha sido una gran revolución en el mundo y un gran cambio.
P: ¿Es usted de cierta tendencia de centro-izquieda?
S: Yo me ubicaría, si tuviera que militar políticamente, me ubicaría ahí con toda decisión. Me ubicaría con toda decisión ahí.
P: ¿Y usted cree que no se está…? El manejo del tiempo de los verbos me preocupa, me ubicaría y, ¿usted cree que ya no está ubicado en ese centro de izquierda, Silo?
S: ¿Qué le parece a usted que es un buen observador?
P: Esa es la pregunta, me jode.
S: No, no.
P: Quiero decir yo le pregunté si quiere me responde, sino no.
S: No. No. Y le respondo. Y le respondo. Lo digo así cordialmente esto de que me ubicaría; pero si usted me pone contra la pared claro que me ubico, sí me ubico bien ahí. Me ubico en ese sector, en ese punto; pero también veo que estos esquemas, están perdiendo bastante vigencia las viejas izquierdas, las viejas derechas. Acá ya se está produciendo una transformación muy importante. Nos va a durar poco esta ubicación que estamos teniendo hoy. Nos va a durar poco. Y aspiramos a que gente que es muy recalcitrante en su postura avance. La Unión Soviética ha dado una gran enseñanza al mundo; es cierto que han ocurrido ahora situaciones muy desafortunadas.
P: ¿La Unión Soviética ha dado una gran enseñanza al mundo con su desmoronamiento?
S: No. No reduzcamos las cosas a esos términos, simplemente a su desmoronamiento. Entonces tendríamos que echarles también las cargas a Europa que desde hace 6 años o 7 años debería haber prestado su ayuda a cambio del petróleo soviético, el gas soviético, bueno, pues, a cambio de esa tecnología de punta y todo aquello, no hablemos de la Unión Soviética como si fuera un ente aislado que simplemente ha cometido un error y se ha desmembrado. No, la Unión Soviética ha intentado hacer una transformación muy importante, promovió el desarme que no lo promovió Estados Unidos en la conferencia de Reykjavik, que usted recordará. Fue Gorbachov quien llevó adelante la idea del desarme y se adelantó Estados Unidos, y gracias a eso sobrevino la distensión. ¿Usted no cree que es un avance importante haber promovido la distensión después de esas peligrosísimas décadas de guerras frías? Yo creo que ha sido un avance importante. En cuanto a estos desmoronamientos veremos qué nos depara la historia; porque el hecho de que desde una Federación de países que artificialmente se constituyó de ese modo, pasar a un nuevo tipo de acuerdo con una relación mucho más madura y más real en donde las distintas repúblicas concuerden en un nuevo modelo. La historia nos va a decir si es acertado esto o no; pero yo francamente creo en aquello que sale de los pueblos y no de las imposiciones que se hacen por una coyuntura cualquiera sometiendo a la gente en federaciones que no son tales.
P: Pero usted no tiene el Movimiento que surge del pueblo, sino surge de usted que se va conectando con usted mismo y conectando con otras personas de cierta influencia que permiten crear un Movimiento. En determinado momento hace falta la cabeza pensante.
S: No, sin duda, y en este mismo fenómeno de la Perestroika hay cabezas pensantes. No. No. Sin duda. No es eso lo que estamos cuestionando, sino el hecho de que se armen artificialmente estructuras de países o federaciones que no han contado con el aval del pueblo en realidad. Imagine usted el caso de Estonia, Letonia, Lituania.
P: ¿De Europa Occidental?
S: Claro, pero en este caso es mucho más tremendo porque fue anexada después del Pacto Hitler-Stalin. Fue un pacto en el que directamente incorporaron a esos tres países que la gente (…) ¿Cómo se iba a mantener eso así? Gorbachov estaba creando los elementos jurídicos necesarios con el tiempo que necesitaba para que esto ocurriera y se produjera la total emancipación de estos tres países bálticos y, sin embargo, los acontecimientos apuraron las cosas de tal manera con ese golpe absurdo que intentó la burocracia que de todos modos se ha logrado. De todos modos se ha logrado que estos tres países se independicen. Bueno, ese no es el caso de las…
P: ¡Salga de la luz!
S: Este no es el caso de las otras repúblicas de la Unión Soviética. Hay un montón de Repúblicas de la Unión Soviética que están manifestando su independencia y que quieren incorporarse a un nuevo sistema federativo.
P: ¿Silo, de qué cuidado estrictamente personales depende en su salud de usted? Porque lo noto bastante panzón.
S: Es cierto eso, pero, ¿no tiene un poco que ver con la edad? Yo creo que cuando llegamos a cierta edad, pues, empezamos a…
P: ¿A qué edad llegó usted?
S: Yo creo que a los 53 años ya algún pequeño síntoma…
P: ¿Entonces usted cree que todos los hombres de 53 años tienen que tener la buzarda, como se dice en porteño, que usted tiene?
S: Pero no exageremos la cosa, no será tanto.
P: No, usted engordó bastante.
S: Pero un poco desde mi época de atleta.
P: Digamos se me aburguesó.
S: Desde mi época de atleta sí en términos relativos, pero no será tanto ahora.
P: Yo tengo un amigo que tiene 78 años con una figurita que da envidia.
S: 78.
P: No deja de practicar su atletismo.
S: Bueno, yo lo dejé, ve.
P: No deja de practicar su atletismo.
S: Yo lo dejé.
P: ¿Y cómo se cuida usted del cuerpo? ¿Cómo se cuida la salud?
S: Yo lo dejé. Yo creo que todavía me está durando aquel feroz entrenamiento que tenía cuando era gimnasta. ¡Qué linda cosa es esa!; pero he dejado, claro de practicar eso. Huí a la montaña.
P: ¿Y quiénes son sus amigos internacionales?
S: Huí a la montaña. ¿Cómo me dice?
P: ¿Quiénes son sus amigos internacionales de cierta influencia?
S: De cierta influencia. Bueno no hay gente muy destacada de momento. Yo creo que es una generación que recién empieza a instalarse. A lo mejor empieza a aparecer algún pensador, algún físico, algún político; pero de momento no tenemos mucho que exhibir. Salvo algunos embajadores o diputados en Chile, cosas por el estilo; pero no es aún un Movimiento de gente muy relevante, esperemos que el tiempo nos depare cosas mejores. Y por lo pronto yo estoy muy feliz de poder conversar con usted en esta mesa, y yo sé que usted es alguien muy escuchado y en ese sentido me congratulo de estar acá y, bueno, de ser escuchado por usted. Así que mis amigos no tienen mucha influencia; pero a lo mejor son más escuchados que antes. Son más escuchados en distintos lugares. Pienso que con el tiempo, pues, este Movimiento puede dar lugar a cosas importantes al ser escuchados por más gente.
P: ¿Así que sus temores, en este momento, son de que la estabilidad económica se preocupe tanto por la estabilidad económica que descuide los cuidados que se le debe dispensar a la ciudadanía a través de la solidaridad?
S: Entre otras cosas los cuidados tales como las fuentes de trabajo, los cuidados tales como la salud pública.
P: ¿Usted no habría privatizado empresas?
S: Sí. Yo hubiera hecho participar al capital privado, sin ninguna duda y hubiera fomentado también la..
P: Participar no. Yo le he preguntado si usted no hubiera privatizado empresas del estado.
S: Sin duda, cómo no. No hay inconveniente; pero también hubiera dado otras oportunidades ya que hablamos de competencia franca, también hubiera dado muchas oportunidades y aliciente inicial…
P: ¿Todo en 24 hs?
S: Y aliciente inicial…
P: ¿Todo en 24 hs?
S: a las cooperativas…
P: ¿Todo en 24 hs?
S: No. No en 24 hs. pero hubiera creado…
P: El partido comienza por un puntapié inicial.
S: Por supuesto. Por supuesto. Por supuesto que es así; pero si vamos a seguir el modelo de la reconversión industrial tal cual los europeos, y si vamos a hacer las modificaciones de fondo que se requieren y las privatizaciones que se necesitan, debemos también considerar que allí había condiciones diferentes a las de acá. Allá había condiciones diferentes a las de acá. Allí había seguros de desempleo, allí había una cantidad…
P: ¿Usted cree que aquí no se va a procurar eso incentivando la solidaridad y la preocupación para ayudar a la gente que ya no padece hambre por la privatización sino que viene padeciendo hambre dos veces centenarias a la Argentina por el descuido de los gobernantes tanto civiles como de facto?
S: Así exacto. Acá hay una cosa importante que destacar.
P: Porque sino no sería cambio, Silo.
S: Esperemos que funcione.
P: Yo creo que mientras haya gente que se expresa como usted y medios de comunicación que puedan propagar su pensamiento y empresas de impresoras que se preocupen por llamar a un conductor de programa que me digan "Silo va ir a tu programa". Y Silo se preocupe de venir a un programa porque lo manda la empresa editora, no porque yo lo invite tantas veces.
S: No. No. Yo siempre quise ir pero estaba…
P: No. No. No. No. No me venga con cuentos. Yo soy muy, muy admirador de Mendoza por lo que yo llamo la chilenidad que tiene ¿no?, o a los chilenos la argentinidad que tienen por esa cordillera. Así que camelos conmigo, sonrisas a lo Vargas Llosas que se parecen un poco (…) No me convenzo. Yo me pudrí de llamarlo y usted nunca vino…