
Una colmena en la habitación: el adolescente que imprimió en 3D su propio enjambre doméstico
Mientras otros adolescentes disfrutan de jugar videojuegos o pasan incontables horas en redes sociales, Oliver Taylor, de 13 años, decidió llenar su cuarto de vida… y de zumbidos. Con una impresora 3D, creó una colmena funcional que alberga hasta 40.000 abejas, conectada directamente a la ventana de su dormitorio. Lo que empezó como un experimento casero hoy produce miel y millones de vistas en redes.

De la imaginación al zumbido: así nació una colmena dentro de casa
Oliver Taylor no es un adolescente común. Desde pequeño ha estado obsesionado con construir cosas, empezando con LEGO y pasando luego a fabricar espadas y armaduras de cartón con sus amigos. A los ocho años recibió su primera impresora 3D y desde entonces su creatividad no ha dejado de crecer. Ahora, a los 13, ha llevado esa pasión a otro nivel: diseñó y fabricó una colmena modular e impresa en 3D para su habitación.
Al encontrar un modelo comercial en internet, Oliver se dio cuenta de que podía replicarlo y hasta hacerlo mejor. Su diseño hexagonal puede crecer indefinidamente añadiendo más unidades. Además, solucionó un fallo importante: agregó una segunda puerta para evitar que las abejas escaparan al conectar nuevos módulos. Las colmenas se cuelgan con ganchos en la pared y pueden desmontarse fácilmente para limpieza o protección rápida en caso de emergencia.
Las abejas entran por un tubo acoplado a la ventana, similar a un aire acondicionado portátil. Oliver comenzó con 12.000 abejas y una reina, y ahora estima que hay entre 30.000 y 40.000 en su habitación. Y sí, ya están produciendo miel.

No solo tecnología: también paciencia, conocimiento y valentía
Convertir una habitación en un hogar para miles de abejas no es tarea fácil. Oliver no solo diseñó las piezas, también creó un sistema de alimentación con agua azucarada para ayudar a las abejas a adaptarse. Aprendió sobre el comportamiento de enjambres, tipos de abejas y cómo enfrentar a las “ladronas” —abejas invasoras que roban miel.
Tan acostumbrado está a convivir con ellas que ni siquiera necesita traje de protección. Solo su madre, alérgica a las picaduras, se equipa para ayudarlo. En una ocasión, mientras Oliver estaba de campamento con los scouts, su padre tuvo que encargarse de la colmena y se encontró con unas 100 abejas sueltas en la habitación debido a un pequeño descuido, y tuvo que aspirarlas rápidamente.
Más allá del impacto viral —su padre compartió un video que acumuló más de 10 millones de vistas— Oliver ya piensa en el futuro: quiere diseñar un sistema para extraer miel y añadir una unidad más a su colmena. Señala la pared vacía de su cuarto y bromea: “Podría llenar todo esto… aunque sería un poco loco”.
La historia de Oliver va más allá de un simple experimento o una viralidad pasajera.
Es el ejemplo vivo de lo que ocurre cuando la creatividad, la tecnología y la curiosidad se unen en un joven con iniciativa. Con apenas 13 años, ha creado un ecosistema funcional en su habitación, resolviendo retos reales y conviviendo con miles de abejas. Nos recuerda que la innovación no depende de la edad, sino del entusiasmo por crear.
Referencia:
- This teen 3D-printed a beehive for his bedroom. Link.
Fuente: CerebroDigital.net