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Un equipo de investigadores de la Universidad de California, Berkeley, ha logrado lo que hasta hace poco parecía ciencia ficción: hacer que el ojo humano perciba un color completamente nuevo. Este color, llamado «olo», fue visto por primera vez por cinco personas gracias a una técnica experimental llamada Oz. El hallazgo fue publicado recientemente en Science Advances.
¿Qué es «olo» y por qué es tan especial?
“Olo” es un color que no forma parte del espectro visible tradicional para los humanos. Fue descrito por los participantes del experimento como un azul verdoso con una saturación sin precedentes, tan intenso que hace que el rayo de un puntero láser verde parezca pálido en comparación. Su nombre proviene de las coordenadas en un mapa tridimensional de colores: «0, 1, 0», donde solo se estimulan los conos M (sensibles al verde).
Normalmente, nuestra percepción del color surge de la interacción simultánea de tres tipos de conos en la retina: L (rojo), M (verde) y S (azul). Pero hasta ahora, no era posible estimular solo un tipo de cono sin activar también los otros dos. Con la tecnología Oz, los investigadores lograron hacerlo mediante microdosis de luz láser dirigidas a zonas específicas de la retina, creando un estímulo completamente aislado.
Este logro permite expandir artificialmente el espectro visual humano y plantea preguntas fascinantes sobre los límites de la percepción y la plasticidad del cerebro.
La técnica Oz: cómo hackear el ojo humano
El sistema Oz recibe su nombre de los libros del Mago de Oz, donde los habitantes de la Ciudad Esmeralda usan gafas verdes para ver el mundo. De forma similar, esta técnica engaña al ojo para que vea algo que antes era invisible. Para ello, se requiere un mapeo extremadamente preciso de la retina de cada persona.
Según James Fong, coautor del estudio y estudiante de doctorado en Ciencias de la Computación, se utilizó una tecnología avanzada llamada tomografía de coherencia óptica con óptica adaptativa (AO-OCT), que permite identificar la ubicación y sensibilidad de cada cono. Con esta información, aplicaron rayos láser de longitud de onda visible, cuidadosamente dirigidos para activar únicamente los conos M. Debido a que los conos en el centro de la retina son demasiado pequeños, los participantes vieron el nuevo color en su visión periférica.
Durante el experimento, se utilizó una cámara en tiempo real para seguir los movimientos del ojo y asegurar que los láseres impactaran en el lugar correcto. La experiencia fue tan vívida y diferente que algunos participantes tuvieron dificultades para compararla con los colores del espectro visible. Esto confirma que olo no es una mezcla de colores existentes, sino una experiencia visual completamente nueva.
Posibilidades científicas y sus límites actuales
Más allá de su valor como curiosidad científica, la técnica Oz podría revolucionar nuestra comprensión de la visión humana y ofrecer nuevas soluciones médicas. Por ejemplo, podría utilizarse para simular enfermedades oculares y estudiar cómo afectan la percepción visual. También abre la puerta a posibles tratamientos para el daltonismo, estimulando los conos defectuosos de forma precisa para recrear una visión a todo color.
Otro uso futurista sería simular la tetracromatía, una rara condición en la que algunas personas tienen un cuarto tipo de cono y pueden ver un rango mucho más amplio de colores. Oz podría permitir que personas con visión normal experimenten esa ampliación sensorial de forma artificial.
No obstante, la técnica tiene limitaciones significativas. Solo se puede aplicar en una pequeña zona de la retina y requiere que los participantes miren un punto fijo lo que restringe el uso libre del sistema. Además, la tecnología depende de láseres y equipos ópticos altamente especializados, lo que impide su incorporación en dispositivos de uso diario como televisores o teléfonos.
Referencia:
- Novel color via stimulation of individual photoreceptors at population scale. Link.
Fuente: CerebroDigital.net